El álbum consta de diez pistas, y empieza con Singalong, una de mis favoritas, ya que tiene un ritmo tan pegadizo que incita a bailar, modo hardcore, por supuesto. Comienza con un riff sucio que parece repetirse a lo largo de la canción, aunque lo que más destacaría sería el estribillo y su enganche “You want a singalong, so fuckin’ singalong, ain’t in the business of bull shitin’ give you what you want. Just when they thought it was over, we give it to ‘em like…“. A continuación, nos encontramos con el track que le da el nombre al disco, You Got Me Fucked Up, con unos riffs propios de thrash y toque muy rapero, se nos presenta de forma veloz para acabar entusiasmándonos con el bridge, aunque cortando un poco el rollo con los coros, que en mi opinión, apaciguan en parte la magia que se nos estaba ofreciendo. La siguiente pista es Crooked Smile, que nos trae ecos de pop-punk debido a una voz mucho menos hardcore y más relajada, además, el instrumental nos hace mover los pies de forma caprichosa y contundente, por eso creo que es lo que más destacaría.
El cuarto track, You Gotta Feel Me, empieza de forma inspiradora, ya que nos regala un estilo particular entre thrash y hardcore, acompañado por un coro más melódico, que aunque tenga un ritmo pegadizo, acaba sonando algo repetitivo. Después nos encontramos ante On Some Shit, canción que destacaría por su rapping y el sonido sucio y pesado del instrumental, en particular la guitarra, que utiliza la técnica del palm mute; si ya me empezáis a conocer un poquito, lo que más me gusta de una canción de este estilo, es que invite al movimiento y a la buena violencia. Pasamos ahora a DTDFL4EVA, track que espero que no tengáis que pronunciar en vuestra vida, pero que es el más original del álbum, simplemente por el inicio de una trompeta que te hace pensar si te has equivocado de playlist de spotify o si simplemente querían marcarse algo diferente. La cosa es que me encanta, da buenas vibes y te hace caminar por la calle como si acabaras de salir de trabajar.
El séptimo tema, titulado Fools Gold, contiene un buen trabajo en cuanto a la batería que rítmicamente da un orden, junto a los riffs cambiantes, donde se puede apreciar una buena coordinación de ambas en el bridge. Axe to Grind, por otro lado, es una de estas canciones en las que el público tiene que colaborar, cantando el estribillo de vuelta y lanzándose desde el escenario, al menos, es así en mi imaginación. Continuando con Get a Trip, nos da una sensación comparable a la de un grupo de pop-punk otra vez, salvo por el breakdown, que considero que tiene algo más de energía, pero sinceramente, se me hace algo repetitiva, quizás porque es la penúltima y ya la he escuchado varias veces para poder opinar. Para finalizar, nos encontramos con algo más fuerte y con un riff que me da esa energía necesaria para mover las piernas, estamos con Bitteress End, un tema, que aunque sea el último, nos evoca a la auténtica esencia de DEEZ NUTS, que ha flojeado un poco en algunas partes del disco, motivo por el que me deja un final algo amargo. Hablando en términos generales, no está mal este álbum, pero tampoco puedo decir que esté entre mis favoritos de este año, aunque esto siempre es una opinión personal. ¡Sed malos! Buenas noches.