Por Pilaria Shephard
Un día más sucumbimos ante la magia de Barcelona y cuando quisimos darnos cuenta ya había terminado el concierto de LACRIMAS PROFUNDERE, a quién llegamos a oír despedirse en español de sus fans. Acto seguido se llevó a cabo el pertinente cambio de instrumentos y los barceloneses EMBERSLAND se subieron al escenario.
El teclado de Xavi no tardó en teclear las primeras notas de Purity para dar por comenzado el concierto de la banda de symphonic metal. “Muy bona nit!“, gritó Clara, vocalista femenina de la formación cuando finalizaron el primer tema de su setlist. “Somos EMBERSLAND y es un placer estar aquí en este festival tan ecléptico. Queremos presentaros al coro SPIDER CHOIR”, agregaba Will, vocalista masculino.
Strike Back poseía el mismo corte progresivo de Purity aunque en el transcurso del mismo las guitarras de Jimmy fueron adquiriendo más velocidad así como la batería de Luka y bajo de Víctor. “Ahora vamos a tocar una canción de nuestro último disco, Fatal Obsession”, de la que por cierto hay un videoclip que se publicó hace varios meses.
A esas alturas del show cabía señalar que la afluencia de público en el segundo día del festival tenía mucho que envidiar a la del primero. Por no hablar de que los asistentes no se mostraron muy entusiasmados o vivos a excepción de los entusiasmados fans que lo dieron todo durante su actuación.
Kidnapping, Invocation, Why y Hope seguían engrosando el setlist confeccionado por los barceloneses para tan única fecha; y es que su actuación en el DAMASK era de las últimas que daban antes de sumergirse totalmente en el estudio para la grabación de su nuevo disco. Un trabajo del que pudimos saborear un avance gracias a la interpretación de Invocation.
“Quiero pediros un fuerte aplauso para el coro que ha tenido que aprenderse todo el setlist en muy poco tiempo”, solicitaban de vez en cuando Will y Clara para que se reconociese la labor del coro y a su vez de todos aquellos que colaboran en conciertos ajenos. Un gesto a primera vista simple pero que siempre enriquece las actuaciones aunque había que reconocer que por desgracia no se escuchaba demasiado a SPIDER CHOIR.
“Vamos a ir acabando el show con el invitado de esta noche, Carlos Torcano. Carlos ha grabado voces en nuestros discos y ha ejercicio de director“, exclamaba Will para recibir a Torcano con una sonrisa cargada de confianza y amistad. Carlos saludó a la sala y junto con Will y Clara fueron desarrollando con armonía When I Die perteneciente a su EP de 2015 Dark Ages.
La colaboración de Torcano fue oportuna y aportó un nuevo toque a la música de EMBERSLAND aunque por supuesto, sin desentonar. Sunrise (part 2) fue seleccionada para cerrar un concierto cercano con sus fans aunque alejado del resto de público. Sin mayor dilación todos fueron abandonando el escenario bajo los aplausos de los moribundos asistentes aunque podían irse felices, porque sus fans habían sido más que satisfechos.
“In the dark I live without any freedom in life”, sería la primera frase que Kobi Farhi cantaría en la Sala Salamandra y daría inicio a un concierto intenso y profundo. The Cave se sumergió en los corazones de los fans y de un público que había aumentado durante el descanso.
“¡Enseñadme vuestras manos Barcelona! Ha pasado mucho tiempo pero es un placer estar aquí”, saludaba Farhi a los asistentes. Seguidamente uno de sus temas más conocidos de nombre All is One se haría oír con uno de esos ritmos orientales tan propios de la batería de Matan Shmuely.
Like Orpheus continuaban la estela de la primera canción del setlist ya que servía para promocionar el último disco de los israelíes, Unsung Prophets & Dead Messiahs de 2018. Un disco que los ha llevado a girar por todos los continentes y que esa noche los condujo una vez más a España. Sin embargo en un concierto nunca deben olvidarse los clásicos y por ese motivo Let The Truce Be Known y sus notas brotaron de las guitarras de Chen Balbus e Idam Amsalem.
“Vamos a cantar un combinado del nuevo disco”, con estas palabras Farhi presentaba Propaganda + All Knowing Eye. Dos canciones muy similares en el sentido de que poseen melodías tristes de guitarras y una presencia poco contundente de los sonidos graves.
Si algo merece remarcar de la actuación de ORPHANED LAND es su sonido armonizado y maduro, un sonido que destila calidad y buena técnica; y que bebe irremediablemente de la gran habilidad vocal de Farhi, quién esa noche cambió de técnicas sin problemas y con una limpieza digna de un maestro, eso sí, sin perder la esencia e intensidad de su voz.
La música sonaba, se desarrollaba e inundaba la Salamandra a través de Birth of The Three, Ocean Land o The Kiss of Babylon aunque también estaba presente la crítica y la resistencia. Korbi hizo su pertinente mini-discurso en español y habló de la realidad socio-política mundial. “Ahora hay problemas en España y en Chile pero en Jerusalén siempre estamos peleando. Siempre hay problemas. Problemas contra los cristianos, problemas contra los musulmanes, contra los gays y la música que consideran satánica. En Israel se sigue discutiendo si Abraham llevó a Isaac o a Ismael para asesinarlo. Las palabras son estúpidas ya que son sobre un hecho que pasó hace 400 años. Por eso hemos escrito Brother, una canción agresiva contra el gobierno de Oriente Próximo. Todo el mundo debe resistir. Grita con nosotros, ¡resistencia!“.
Brother, We Do Not Resist y Sapari no solo sirvieron para sacar la vena más combatiente de los asistentes sino para animar aún más el concierto cuando se encontraba en los albores de su final. In Thy Never Ending Way vaticinaba el temido final a pesar de que el bajo de Uri Zelha no quería dejar de sonar.
“Hace ocho mes me convertí en padre de mi querida hija, Leila. Desde entonces cambio el “laila laila” de esta canción por “leila, leila” y quiero que me acompañéis“, explicaba el frontman a un público que no dudó en acompañarle líricamente hablando en el trascurso de Norra El Norra, canción instrumental que provocó uno de los momentos más íntimos y mágicos del concierto de ORPHANED LAND.
Cuando todo parecía terminado y los músicos se habían retirado, Oriente volvió para alegrar nuestros espíritus. El momento anterior había sido único y profundo pero ORPHANED LAND no quería dar por cerrado su concierto con un tema tan tranquilo y nos regalaron Ornaments Of Gold de su primer disco Sahara publicado en 1994. Un regalo para los fans más veteranos de los israelíes.
Era la segunda vez que tenía el placer de escuchar y contemplar un concierto de ORPHANED LAND y digo un placer puesto que los israelíes nunca defraudan y solo demuestran que maduran, mejoran y evolucionan con cada nuevo trabajo. ¿Qué nos deparará el futuro?
STRAVAGANZZA
“Buenas noches Barna, ¿cómo están? Menudo festivalazo…¡nos encanta esta ciudad!”, exclamaba entusiasmado Leo Jiménez para acto seguido dar el pistoletazo de salida con Dolor a la única actuación de la banda en Cataluña.
En esta ocasión no aumentó excesivamente el número de asistentes sino que los fans de STRAVAGANZZA ya habían cogido posiciones para la tralla que estaba por llegar. Para los que no conozcan la historia de STRAVAGANZZA cabe resaltar que este es su segundo tras el regreso del grupo.
“Muchísimas gracias Barna. Estamos de vuelta después de una larga espera. Espero que lo paséis bien“, añadió Jiménez. Seguidamente la batería de Carlos Expósito comenzó a establecer el ritmo que prevalecería en Grande.
Entre bromas como “no sabéis cantar” y palabras de entusiasmo como “¿Barna, queremos un disco?” se fue sucediendo el concierto de STRAVAGANZZA durante el cuál, Jiménez actuó como maestro de ceremonias interactuando constantemente con el público al que incluso respondía sus bromas. Hubo unos momentos en los que una mujer le gritó “¡que te follen!” y el respondió divertido recordando la anécdota que explica el origen del título de dicho tema.
Máscara de seducción, Maldita oscuridad, Paraíso perdido, Impotencia II y Cuestión de fe engrosaron las listas de un setlist confeccionado en exclusiva para el DAMASK METAL FEST. “Vamos Barna que esto es una fiesta, ¡esas manos arriba“, añadía de vez en cuando Jiménez cuando la guitarra de Pepe Herrero y el bajo de Patricio Babasa le daban cancha.
“Queremos dar un fuertísimo aplauso a la organización. Gracias a gente como ellos sigue en pie esta música no comercial una puta noche más. Porque aunque crean que no hay movimiento y que no estamos unidos sí que lo estamos“, recordaba con seriedad Jiménez.
“Vamos con Perdido en esta oscuridad…“, agregaba el vocalista para dar paso a un tema que entusiasmó a un público que había resucitado de su letargo y estaba entregándose al máximo a STRAVAGANZZA a través de sus coreos, movimientos y gritos.
“Este es Patricio, el Rey de Ébano, discutimos mucho pero nos queremos a rabiar…porque somos como…Hermanos”, una canción que pertenece a su penúltimo disco, Requiem; un trabajo que fue especialmente recordado por los madrileños en su setlist.
“Vivimos en un país que si tu perro se pone malo y no tiene solución lo puedes llevar al veterinario para que deje de sufrir…pero si tu abuela o tu padre están postrados en una cama tienen que joderse. Creo yo que deberían dejarnos elegir por lo menos cuándo morimos…No sé si es una cuestión de religión o de qué…¡Quitaros ya esta puta agonía!“, no hizo falta mayor presentación para Agonía que supuso uno de los momentos más intensos y profundos del concierto.
Miedo, Cárcel de piel y hueso y Oveja negra ofrecían más temas cargados de crítica social, uno de los rasgos distintivos de las letras de STRAVAGANZZA. Sin embarco la intensidad de estos temas no impedía que no se pudiese disfrutar de los mismos, reír o cantar a pleno pulmón tal y como hacían los fans sino que incluso parecía invitar a ello.
Finalmente el momento menos deseado del show de los madrileños hizo acto de presencia y sí, era la despedida. Dios/Odio puso el broche definitivo a un concierto animado e íntimo pero también a un festival que demostró ser ecléptico y bien organizado. Como en todo en nuestra vida hubieron algunos detalles a pulir pero nadie quedó defraudado y creo que más de uno se fue contento a casa porque STRAVAGANZZA había cumplido expectativas y porque el DAMASK promete convertirse en un refugio de metal abierto a todas sus variantes.