El pasado domingo 26 de enero, me desplacé hasta el puerto de Las Allanadas en la localidad de La Guardia de Jaén para presenciar la actuación de PÁPA JÙLU. El evento se situaba dentro de una concentración motera invernal, llamada “La Ardilla Vuelve”, homenajeando a una antigua reunión motera. La entrada era totalmente gratuita, así que, aunque fuera un domingo y en un entorno frío y escarchado (a muchos metros de altitud), me animé para disfrutar del show vibrante de los de Jaén.
Aunque la hora de inicio de la actuación era sobre las 15:30 de la tarde, finalmente se adelantó un poco (no sabemos exactamente por qué) así que mientras llegábamos a la carpa situada en el entorno natural de Las Allanadas, comenzó el show. Desde fuera empezamos a escuchar las primeras notas de Whole Lotta Rosie, tema de AC/DC que siempre da el pistoletazo de salida a sus actuaciones. Fuimos raudos hasta la carpa, no sin antes hacer parada en la zona de avituallamiento. 7 cervezas a 10€. Así sí. Aunque un poco calientes, acompañadas de unas buenas migas con sus avíos, bocata de panceta y/o chorizo… entramos en calor bien rápido, mientras PÁPA JÙLU proseguía su actuación con Cenizas, tema que da inicio a su disco de estudio Dando la lata.
¿Qué decir de esta banda? Por enésima vez, disfruté como un enano de su show, cargado de un sonido enérgico y vibrante. Rock and roll y blues se dan la mano a la batuta del maestro Pedro Peinado. Acompañado en todo momento por su séquito: Fer Pérez a la voz, Javier Melero a la guitarra, Antonio J. Pérez al bajo y Jose Mayorales a la batería. Las guitarras y el bajo son instrumentos fabricados artesanalmente, con latas de aceite de oliva virgen extra. El “aove can guitar” está dando mucho de qué hablar y es que es todo un éxito allí por donde pasa. Continuaban con El fuego y la red, uno de los mis temas favoritos del disco con una letra directa, sencilla pero muy sentida.
Respecto a su estilo, estamos ante un rocanrol tradicional con mucha influencia del blues (y por qué no, un puntito tanto de hard rock como de fusión, como en Volviendo al sur). Los músicos son todos veteranos, siendo Javier el más joven y que conocí cuando tocaba en un grupo de versiones de Metallica. Gran guitarrista. Pérez al bajo es también otra de la pata más jovial de este quinteto. Conocido músico jiennense por pertenecer a Reino de Hades también. Su manera de tocar el bajo me encanta, ya que es bastante percutiva y su puesta en escena muy enérgica, con una sonrisa siempre y continuos gestos de complicidad con el resto de la banda.
Llegaba a mitad del setlist el momento solista, con Pedro Peinado y su aove can guitar tuneada con una preciosa arpa. Con la ayuda de un pedal, Pedro fue emitiendo con maestría sonidos que se iban grabando y reproduciendo en bucle mientras seguía añadiendo más capas de efectos y sonidos (algunos de ellos ayudados por una pequeña botellita de aceite de oliva). Era el momento más experimental, pero con igual valor musical. Una delicia. Tras ello, el resto de la banda volvía al escenario para interpretar la acústica Volviendo al sur (incluído cajón flamenco, demostrando Jose que cualquier tipo de percusión se le da bien), Voy rodando y una maravillosa versión de Get Back de The Beatles electrificada y endurecida. Tras este subidón, era el momento final con Soy la ley, uno de los singles de Dando la lata. ¡Chapeau!
Resumiendo, el estado de forma de la banda es muy bueno, aunque hayan estado una temporada parados debido a la salud del jefe, Pedro Peinado. Fer a la voz es una delicia, con un registro entre melódico y macarra, que le da muy buen rollo a la actuación. En ocasiones, su voz me recuerda a la del gran Carlos Tarque. PÁPA JÙLU seguirán dando la lata el tiempo que ellos quieran. ¡Y yo les dejaré que me la den, siempre que pueda! ¡Nos vemos en otro concierto!