El pasado jueves tuvo lugar en Sevilla una de esas citas que se marcan a fuego en el calendario. No es para menos, pues la capital hispalense recibía por primera vez la visita de dos bandas en el mejor momento de sus carreras como son THE BABOON SHOW y CRIM. Un combo imperdible para los seguidores del mejor punk rock, que pese a ser día laborable hicieron gozar a la céntrica Sala X de una buena entrada.
Serían los catalanes CRIM quienes tocaran en primer lugar. Una banda que en los últimos años se ha pateado gran parte de la geografía española, incluyendo actuaciones en festivales como Download Madrid, Resurrection Fest, Gasteiz Calling o Tsunami Xixón. Pero también de fuera, como el Punk Rock Holiday o el Punk Rock Bowling de Las Vegas. Unas tablas que el cuarteto de Tarragona supo defender sobre el escenario.
Ante una sala que todavía presentaba un ambiente frío, la banda comenzó a desarrollar un setlist basado sobre todo en su tercer y último larga duración, Pare Nostre Que Esteu A L’infern. El sonido acompañó desde el inicio y pronto la gente comenzó a animarse, cantando los temas y realizando los primeros pogos. Que, por cierto, para quien no les conozca, las letras de CRIM son enteramente en catalán. Potser no hi ha final y La puta copa del Rei retumbaron con fuerza en una sala que se fue llenando, superando el centenar de asistentes.
Tras la hímnica Maneres de viure tuvo lugar una breve presentación por parte de Adri, el guitarrista y cantante principal, siempre apoyado por los coros de Quim y Javi y que se mostraba contento por tocar en el sur por primera vez. Poco tiempo había para hablar, y es que aprovecharon lo mejor posible el tiempo del que disponían para tocar el máximo número de temas. Hivern etern y Benvingut enemic fueron de los más celebrados, antes de una traca final en las que destacaron Una cançó y una promesa, Verí caducat o Castells de sorra, dedicada a un amigo de la banda presente en la sala y residente en Andalucía.
Un concierto más que correcto de los de Tarragona, que tienen ya un buen repertorio de hits con los que salir muy airosos. Después sería el turno para la banda que realmente tenía la culpa de que mucha gente estuviera ahí ese jueves, THE BABOON SHOW. Una banda que viene creciendo poco a poco desde principios de siglo y que sobre todo en nuestro país ha ganado muchos adeptos en los últimos años gracias a sus múltiples giras. Pero les faltaba por conquistar el sur, y para eso estaban ahí Cecilia, Hakan, Frida y Niclas.
La banda sueca venía presentando Radio Rebelde, una nueva dosis de su punk rock sudoroso y combativo. De él cayeron un buen puñado de temas, como No Afterglow, Holiday o la conmovedora Same Old Story, aunque no faltaron referencias de casi toda su discografía. Las más aplaudidas Queen Of The Dagger, Me Myself And I o Faster Faster Harder Harder. El show del cuarteto es de esos que no dejan indiferente a nadie.
Pura energía y derroche sobre el escenario encarnado por su frontwoman Cecilia Bostrom, una auténtica máquina de arengar a las masas que no paró de liarla en todo el concierto; haciendo crowdsurfing, subiéndose a la barra, e incluso integrándose en algún pogo. Entre canción y canción siempre sacaba tiempo para realizar algún tipo de denuncia social, siempre aplaudida por el respetable. Y brutal su camiseta, en la que podía leerse “satanic feminist” con la tipografía de la mítica banda de punk rock sueca Satanic Surfers.
Tampoco puedo pasar por alto a su batería, Niclas Svensson, todo un personaje sobre las tablas. Portando un look marinero, con su sombrero y todo, demostró sus dotes de showman varias veces levantándose de su asiento. Más sobria la otra mitad de la formación, pero haciendo gala ante todo de una enorme complicidad con sus compañeros. Con You Got A Problem Without Knowing It y Again se despidieron por el momento, pues volvieron a subirse al escenario para interpretar tres temas más entre los vítores del público. Una Hurray con reminiscencias de ACDC, la homónima Radio Rebelde y Punk Rock Harbour pusieron el broche a más de una hora de show, donde la gente disfrutó de lo lindo.
Así concluyó una gran velada de punk rock en la capital de Andalucía con dos bandas de nivel top. No se ven muchas, pero no defraudan. Ahora quedaba lo peor; madrugar al día siguiente.