La música, ese arte inspirador que crea emociones, y que, además, alivia las ya existentes. Imagino que os pasará igual, que dependiendo del día necesitaréis una cosa u otra, una ensalada mixta o una pizza, una caña o un tercio, música clásica o brutal death metal, y un sinfín de posibilidades más. No sé si es lo que os apetece en este momento, pero la crítica de hoy es sobre un grupo de deathcore. ¿Quién no necesita un poco de violencia de vez en cuando? Exacto, pero en el salón y siempre despejando el lugar y solo con cojines.

 

WICTIMS es el protagonista en esta ocasión, (anteriormente se escribía con v en lugar de w, pero tuvieron que cambiar el nombre por motivos pasados), una banda checa de blackened deathcore que surgió en el año 2004 y que la forman seis músicos. A pesar de haber cambiado en varias ocasiones su formación, tiene cinco EPs, un split CD y su último trabajo, Lorn Echoes, lanzado el pasado 2 de febrero de este año, que trae lo nuevo y lo mejor del grupo en 7 temas, con una duración total de 26 minutos, o mucho más si deseas ponerte el álbum en bucle.

 

Estos ecos solitarios empiezan con In the Darkness of Blood, un track que nos sitúa al principio en una película de terror con notas de piano y electrónica sutil hasta que la acción surge mediante un ritmo ascendente de batería, de la mano de la guitarra principal, rompiendo al unísono con un gutural bien entrenado que usa diferentes rangos donde se muestra su complejidad. Si es la primera vez que escuchas esta canción, quizás también podrás notar cierta influencia de Chelsea Grin o de Vildhjarta, por la rapidez instrumental, los riffs y el aspecto progresivo que se ve en ciertos momentos respectivamente. Continuando con la siguiente, Brainwar, aunque algo más floja que otras canciones bajo mi punto de vista, ya que no recoge toda la fuerza que se puede observar en otras partes del álbum, muestra quizás a través de un ritmo marcado por la batería y por algún que otro riff lo que intenta expresar, aquella guerra con uno mismo que se experimenta al ser traicionado por la persona más importante, un infierno que se siente con desánimo, como nos hace constar a través de la letra.

 

 

El tercer tema es No Self-Mercy, y creo que es el ejemplo perfecto para ver ese blackened deathcore. El principio, donde la guitarra se hace protagonista a través de una melodía solitaria y sombría, es uno de esos comienzos que me transmiten algo especial, ya que cuando rompe en sonidos estridentes se crea cierta magia, como es el caso. La canción transcurre de forma compacta, haciendo que cada instrumento, incluida la voz, se vea volcado en su realización. I Touched the Face of God una de mis favoritas del disco, muestra un intercambio de guturales agudos y graves que dan protagonismo a la voz y a la complejidad de la misma. Valoro muy positivamente la agilidad del batería, y si escucháis el disco, me vais a dar la razón, ya que regala aún más fuerza si cabe siendo el protagonista cuando el doble bombo aterriza.

 

Con Sinmaker vemos de nuevo esa aura de djent tras una intro que desde luego nos crearía suspense y terror si la empezáramos a escuchar de la nada a las tres de la mañana, aunque creo que ese es su propósito. Podría decir que se ve menos enérgica que el tema anterior, ya que la estructura viene delimitada por ritmos algo más suaves de la batería, y por otro lado destaca más el sonido envolvente de un riff que se repite en determinados momentos, y por esa esencia oscura y maligna que la banda pretende ofrecer, como se puede observar en la letra “Taste a sin and feel alive then, you will die. Taste a sin and feel alive, I am your God.” Continuando con el penúltimo tema, Hate, el odio se transforma en esta canción, lugar donde se respira la agresividad propia del género, y nos hace involucrarnos en ese sentimiento conflictivo. No hay estado de paz en ningún momento, por el contrario, en este track se busca la guerra, la aversión que se siente sobre la sociedad  y como siempre solo una parte se lleva el poder “I was born into the poor world overflowing with wealth, those who have a lot want more, those who have a little mean nothing“. Para finalizar, Smells Like Death, WICTIMS se despide de este álbum con el himno solemne del final, en el que las guitarras nos acompañan a nuestro destino solitario entre notas suaves y transparentes.

 

Tracklist

1. In the Darkness of Blood

2. Hate

3. Sinmaker

4. I Touched the Face of God

5. No Self-Mercy

6. Brainwar

7. In the Darkness of Blood

 

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Redactora

Vir Cave Canem