Han pasado muchos meses desde la última vez que pudimos disfrutar de un concierto (en mi caso, la VI edición del Palacio Metal Fest). La música en directo y el acto social que en sí representa es, después de este tiempo, lo que más está tardando, vaga y temerosa, en levantar cabeza tras este tiempo de inactividad y todos aquellos que, de una manera u otra, nos dedicamos a ella, hemos caído, de la mano, en el desánimo de perder esa chispa, esa fiesta, esa unión que nos brinda este arte.

 

El caso es que, como todo en esta vida no es desazón y lamerse las heridas, hay algunos valientes incautos que se lanzan a la ciénaga para remover un poco el fondo y este es el caso (en Sevilla) de la Sala Even y, en concreto, de la banda sevillana MARABUNTA.

 

 

MARABUNTA es una banda muy querida en la capital hispalense y veterana de su género, cuyas influencias van desde el rap metal al hardcore, pasando por el metalcore. Sus ritmos pesados y una agresividad latente, incluida en sus letras, fueron la banda sonora perfecta para un día que, en opinión de la que escribe, debería estar marcado dentro del calendario como día histórico. MARABUNTA fueron, en realidad, los valientes que se atrevieron a ser los primeros. Para lo bueno y para lo malo.

 

Dicho esto, el día 4 de julio fuimos algunos los osados (el público contamos también como representantes de este escuadrón de valientes) que nos reunimos cerca de la sala Even, ya considerada uno de los templos de la música underground de la capital. El leitmotiv de los asistentes era el mismo: ¿Cómo será el concierto? ¿Qué vamos a encontrar una vez crucemos las puertas? Lo cierto es que fue un evento precipitado y con mucha falta de información. Fue poco el tiempo que hubo de promoción y eso quizá hizo también mella en el número final de asistentes. Pero allí estábamos dispuestos a (¡por favor!) disfrutar de nuevo de algo de música en directo.

 

 

MARABUNTA no decepcionaron. Su repertorio se basó sobre todo en su último larga duración Siempre presente con temas como Rutina, Gusanos o Mis héroes (este último dedicado a los asistentes y la organización de la sala por hacer posible el evento). La rabia de cada compás se podía sentir y compartir por todos los allí presentes y lo cierto es que, aunque la actuación fue para poca gente, eso no hizo mella en su puesta en escena. Un diez para la banda. Pese a que principalmente el ambiente se sostuvo en los pilares de unas ganas irrefrenables de disfrutar por parte de todos, lo cierto es que imperaba un ligero halo de desazón: mesas marcando las áreas para un distanciamiento de seguridad nos recordaban en todo momento las circunstancias sociales que estamos viviendo. No obstante, hubo grandes momentos en los que, cerrando los ojos o corriendo alrededor de la mesa (lo que llamamos un “Circle mesa” o “wall of mesa” en un derroche de creatividad) pudimos abstraernos y sentir al 100% que estábamos en lo que estábamos: disfrutando de un gran concierto. Para terminar, los sevillanos recurrieron al ya clásico corte Marabunta, coreado por todos y que dejó el listón del concierto (tales eran nuestras ganas de escenarios) en unos niveles épicos.

 

 

Y así transcurrió el primer “coronabolo” metalero de Sevilla, con muchas caras conocidas, echando en falta más medios y compañeros, pero que ha abierto las puertas de una normalidad que, poco a poco, deseamos volver a disfrutar pronto. ¡De esta salimos!

 

Setlist
A media verdad
Rutina
Gusano
Enterrado vivo
Mis héroes
Hecatombe
Perros con placas
Odio
Mercenario de almas
Marabunta

Autores:

Redactora y fotógrafa

Fátima Caballero