Panther

 

Después de esperar casi dos años y medio, una de las bandas más importantes del progresivo está de vuelta con su undécimo álbum de estudio, Panther, editado por InsideOut Music. Hablamos por supuesto de PAIN OF SALVATION. Y este nuevo trabajo conceptual no dejará indiferente a nadie. Si en 2017 con In The Passing Light Of Day, nos envolvían con un trabajo oscuro, de lucha y esperanza donde abordaba temáticas centradas entre la vida y la muerte, el matrimonio, o el deseo de vivir, tras los momentos más oscuros vividos por su frontman Daniel Gildenlöw, ahora nos sitúa en un mundo contradictorio, empleando metafóricamente las dualidades de perros y panteras, para simbolizar a la gente normalizada (dogs) y los diferentes, las mentes robotizadas por el ida a día, contra las mentalidades creativas e inquietas (panthers)…, una dualidad existente y de plena actualidad que refleja las inquietudes de Daniel y que surge a raíz de su álbum anterior.

 

En lo que respecta a lo musical, han vuelto a trabajar con Daniel Bergstrand (IN FLAMES, MESHUGGAH, DEVIN TOWNSEND), pero bajo la dirección del propio Gildenlow en cuanto a grabación, mezcla y producción, contando además con un artwork espectacular (sobre todo para los amantes de los cómics, (imposible no recordar Black Panther y el recién fallecido Chadwick Boseman) creado por André Meister. En este trabajo, y como nos tienen acostumbrados, PAIN OF SALVATION, da otra vuelta de tuerca a su sonido, donde tienen cabida elementos electrónicos, desde sintetizadores, hasta una voz robotizada. Su magnífico rock progresivo es su estandarte, pero también nos dejan detalles polirrítmicos, interludios y experimentación mucho más actual, reflejando sus inquietudes desde una multitud de ángulos tan diversos como compactos, para transformarse en nueve cortes, sobre los que hablaremos a continuación.

 

Accelerator abre el álbum de una forma magnífica. Para mí, uno de los temas top del álbum, donde la instrumentación progresiva se pone al servicio de la lírica de Gildenlöw, adquiriendo importancia el bajo de Gustaf Hielm y los teclados de Daniel Karlsson, que tejen un conglomerado de notas sobre las que enroscar las sutiles guitarras de Johan Hallgren y la percusión de Léo Margarit con un solo motivo. El mundo necesita acelerar para despertar de su letargo donde los “dogs” han dormido la cultura: “Don’t kill every flame ’cause you’re scared to get burned, Accelerator, Sometimes it’s the fire that saves the world”…, nada más que decir. Y si el primer tema nos lleva a hacia esa sensación de despertar, Unfuture nos presenta con una música oscura y apocalíptica el nuevo mundo, en el que las reglas son las válidas y solo lo automatizado tiene cabida, transmitiéndolo a la perfección a través de una atmósfera densa y un estribillo muy marcado. Este primer bloque lo cierra otro de sus singles, Restless Boy, un tema sencillo, donde una voz robotizada nos habla del personaje que vamos a tratar, donde los seres humanos sienten la vida a una velocidad diferente, dentro de lo que nos rodea, jugando con los tempos, acelerando y desacelerando para matizar conceptos, donde las panteras (“panther”, son personas pasionales que sueñan y despiertan para cambiar el mundo).

 

Wait camina lenta pero repleta de belleza, donde la voz y los teclados nos ofrecen una primera parte muy emocional, hasta llegar al estribillo pasional y enérgico, comenzando una progresión suave que despertará nuestro yo interior, a través de un tema made in PAIN OF SALVATION, donde lo progresivo se transforma en belleza; ¿hasta cuándo esperar mientras la vida pasa? Con Keen To A Fault nos ofrecen ese toque moderno y experimental del que tanto gustan, donde la instrumentación gana terreno a la lírica, pero al jugar con los silencios y las partes más futuristas, juegan con su protagonismo en un tema de calidad que no es de los mejores, pero con un cambio más marcado y rockero en la segunda parte.

 

 

El interludio instrumental, Fur, y su sonido de guitarra, me llevó a recordar la BSO creada por Gustavo Santaolalla para “The Last Of Us”, antes de abrirnos al tema más controvertido y diferente de la carrera musical de PAIN OF SALVATION, Panther, donde la modernidad y experimentación mezclando un rapeado por estrofa y una música futurista a base de electrónica te sorprenderá, hasta el delicado estribillo repleto de la magia de Daniel Gildenlöw. Esa magia intimista continúa en Species, donde una frase resume una generación: “You never need what you want, And you rarely want what you need” y lo hacen con un tema de paso, algo carente de fuerza pero que nos previene del final. Si el inicio es mágico, su final es apoteósico, donde los suecos ponen toda la carne en el asador con ICON y sus trece minutos progresivos, repletos de matices, cambios de ritmos y de estilos, integrados de forma tan tenue como sofisticada y en la que nos muestran la esencia de este trabajo, condensando los sonidos en un tótem único; una delicia que merece adentrarse en ella por si sola y de la que no te arrepentirás.

 

PAIN OF SALVATION lo ha vuelto hacer, ha vuelto a evolucionar, ha vuelto con un álbum conceptual, que exceptuando un par de temas, los demás te llegarán hasta lo más profundo de tu subsconciente si te introduces en su mensaje, de total actualidad, donde la música puede despertar conciencias olvidadas y la creatividad del ser humano. 8/10.

 

TRACKLIST

1. Acceelerator
2. Unfuture
3. Restless Boy
4. Wait
5. Keen to a Fault
6. Fur
7. Panther
8. Species
9. Icon

 

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Autores:

Redactor

Juan Ángel Martos