«Te va a comer. Está EL LOBO EN TU PUERTA y tú hueles a gallina…»
Es lo primero que pensé cuando llevaba escuchada la primera mitad de su nueva obra, Santana Bendita. Esto sí que no me lo esperaba. La banda procedente de Chiclana de la Frontera (Cádiz) me ha sorprendido muy gratamente con su nuevo larga duración, tras Bestias del sur salvaje, de 2017. En aquel momento me encontré un interesante trabajo de blues «metalizado», con algo de punk, agresividad, garra, distorsión y experimentación. En ese momento me llamó la atención pero no como para devorar el disco, cosa que sí me ha ocurrido con Santana Bendita. Y es que el cambio es muy notable. Tanto en producción como en estilo.
El álbum ha sido editado por Spinda Records este pasado 20 de octubre. Contiene 8 temas con un total de 35 minutos de duración. Hablando de su música y estilo, yo creo que lo que mejor lo explica es una frase de la propia banda: «Todo lo que entra entre Black Sabbath y Beastie Boys». Y es que son las 2 más claras influencias en Santana Bendita. El rapeo con voz gritona está presente en buena parte del trabajo, conviviendo sin problema con el sonido de madera cálida que cruje por lo viejo. Y además, muy bien equilibrado. Pero no son las únicas influencias: Müllenbach F.S. directamente es un beso en la frente a Mötorhead y el ya fallecido Lemmy.
El disco emana, por un lado, oscuridad y nostalgia. Por el otro, energía y rabia. Pero de manera general, un cierto quejido.
La oscuridad o nostalgia la encontramos en temas como Madre, que abre el redondo de una manera magistral o El hombre de cera (con un riff que podría haber firmado el mismísimo Tony Iommi), con unas más que interesantes letras y ese sonido doom y stoner cadencioso, que tanto gusta y atrapa. La inclusión de teclados psych le da ese aura mística y bohemia, que con el sonido más oscuro hace gran sinergia.
La rabia y queja la encontramos en otros temas como Tan fuerte o Hong Kong II, para mí, 2 de los mejores temas del disco por su energía y mensaje. En estos momentos te abraza el rapcore a lo Beastie Boys más potente, con un sonido noventero que tira de espaldas. Bueno, realmente el sonido noventero es algo generalizado en todo el trabajo. ¿Y ese scratching? ¡Brutal!
Incluso algo de thrash o groove me parece escuchar en algunos lances de Santana Bendita, un disco que bebe de mil fuentes para vomitar una amalgama que funciona a la perfección. Faith No More, Rage Against The Machine, Metallica o Pantera se me vienen a la mente en forma de flashazos. Pero ellos no se parecen a ninguna de las bandas que he mencionado hasta el momento. Simplemente lo meten todo en la licuadora y el zumo es algo novedoso, fresco, ácido y que entra a la primera. Han pasado de hacer punk-blues curioso y llamativo a un metal y rapcore mucho más duro y agresivo. Pero siempre la experimentación y la poca vergüenza está presente. La jugada es maestra y creo que les debería salir más que bien. Al menos a mí, me han conquistado.
Julio, Tanín y Búho se han sacado un as de la manga. Uno de los discos del año a nivel nacional. 10/10
Tracklist
1. Madre 04:38
2. Niño salvaje 03:35
3. Müllenbach F.S. 03:14
4. El hombre de cera 04:33
5. La llamaban nadie 03:44
6. Tan fuerte 04:15
7. Hong Kong II 04:52
8. Pennsylvania 07:05
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