Seguramente, si hablamos de BONECARVER todavía haya bastante gente que siga el metal extremo nacional y no tenga ni idea de quiénes estamos hablando. Ahora, si lo hacemos de Cannibal Grandpa, probablemente sean muchos más quienes asientan rápidamente. Pues bien, hoy venimos a hablaros de una formación renombrada y con aspiraciones serias en el panorama internacional. “A veces debemos cambiar los estándares para poder reconstruirlos”, comentaba en sus redes esta conocida banda de Tres Cantos (Madrid) renacida como BONECARVER, nombre basado en las obras del asesino en serie estadounidense Albert Fish, que ya había sido protagonista de alguna antigua canción de la banda. Evil es su primer disco bajo desde esta reciente reinvención, que los madrileños han publicado bajo el paraguas de la discográfica estadounidense Unique Leader Records (casa de bandas como Acrania, Ingested o Disentomb).
La corta carrera de BONECARVER bajo su antiguo nombre ya le había proporcionado hitos como lanzar dos discos de un notable nivel como Feed Your Food (2015) y Septum Signa Inferno (2017), realizar más de medio centenar de conciertos por varios países de europa o tocar en festivales como Resurrection Fest o Download Madrid. Por tanto, quienes les hemos seguido un poco aguardábamos con ganas la llegada de nuevo material de la banda, un nuevo paso que confirmara su trayectoria ascendente. Así nos encontramos con Evil. Un trabajo que, efectivamente, no mermará las expectativas de quienes saben lo que este cuarteto madrileño es capaz de hacer.
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Pese al cambio de identidad, hay que decir que este nuevo álbum no trae consigo una revolución en cuanto al sonido característico de la banda, ni muchísimo menos. Evil es más maduro, más elaborado y más férreo que sus predecesores, pero el estilo viene a ser el mismo: un death metal moderno altamente influenciado por el deathcore de Carnifex o Suicide Silence. Si bien en este nuevo registro se intuye un mayor acercamiento a bandas como Aborted, en cuanto a que ejecutan un death metal con una calidad de producción exquisita detrás e incluyendo cantidad de blastbeats, alejándose así del death metal old school.
Conceptualmente, la cosa tampoco cambia mucho en lo fundamental. La portada representa la muerte de Albert Fish en la silla eléctrica, quien, como hemos dicho, ya era un personaje recurrente en sus composiciones. La máscara del bonecarver representa, según explican, “el dolor y la perdición detrás de las cosas que entendemos y de las que no. El mal que persigue la vida y destruye nuestros sueños. El mal que vive detrás de una máscara. Una máscara que contiene los deseos más oscuros y los actos más vergonzosos de la humanidad. Un objeto maldito que contiene una deidad desde el abismo más profundo.”
Mismo estilo, aunque sí se nota el escalón de calidad que ha subido la banda. Esta vez nos trae un arsenal de 39 minutos de riffs diabólicos para los que hay que mentalizarse antes de darle al play, destacando la gran destreza de Rubén Contreras a la batería (una maravilla cómo ejecuta esos blastbeats ametralladores y cómo lleva a cabo una ingente cantidad de cambios de patrón) y la versatilidad de Fernando del Villar a la voz, pues se desenvuelve con facilidad en multitud de registros que van desde el gutural al scream pasando por esos pig squeals tan característicos. Llama la atención el continuo coqueteo con el black metal durante todo el disco, que podríamos calificar incluso como un blackened deathcore al más puro estilo de Scott Lewis y los suyos. Estos ramalazos se hacen muy patentes en temas como la impresionante y behemothiana MALLEVS MALEFICARVM, con su orquestal final, o la homónima Evil, el tema que cierra el álbum y que seguramente sea el más trabajado del mismo. Aunque no son los únicos donde se aprecia.
La banda no reniega de los breakdowns y hace un uso perfecto de ellos, sin abusar y como recurso estilístico que dota de una mayor violencia cortes como The Scythe o Moon Maniac, un tema que recuerda con su formidable solo de guitarra a The Black Dahlia Murder. Además del death metal, recoge influencias de géneros tan diversos como el hardcore, el slam e incluso el goregrind, y lo combina con atmósferas tétricas e inquietantes: la intro a piano de Evil, ladridos, gritos, ruidos que parecen venidos del mismísimo averno… El disco consigue hacerte tener la sensación de estar viviendo en primera persona una película de terror. Sus 39 minutos de duración son una experiencia altamente intensa y muy recomendable, puesto que a buen seguro Evil será uno de los mejores trabajos nacionales de este año y es lo mejor que el cuarteto de Tres Cantos ha compuesto hasta la fecha.
Tracklist:
1. Revolver
2. Overtorture
3. The Scythe
4. MALLEVS MALEFICARVM
5. Wormhole
6. Moon Maniac
7. Nest Of Traitors
8. Hound Pound
9. The Blacksmith’s Massacre
10. Evil
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