Hay bandas que deciden salir del camino marcado para experimentar por sí solas y hallar un sonido propio que las defina. Sin duda, ese es el caso de los ingleses DEVIL SOLD HIS SOUL. Una formación de ambient metalcore que podríamos definir incluso como avant-garde y que comienza un nuevo capítulo en su carrera firmando con la discográfica Nuclear Blast Records para lanzar su cuarto álbum de estudio: Loss, que ha sido grabado y mezclado por su propio guitarrista Jonny Renshaw en sus Bandit Studios en el Reino Unido. Se trata del primero con la dupla vocal formada por Ed Gibbs y Paul Green, y llega tras un largo periodo de inactividad. Y es que, desde 2012, tan solo había publicado un EP y algunos singles, pero ningún disco de larga duración.
Loss es un disco que suena rabiosamente actual, mezclando paisajes atmosféricos con riffs pesados y melodías. Tiene la frescura propia del metalcore británico, pero yendo un paso más allá, incorporando influencias de géneros tan dispares como el post-rock, el black metal o el emocore. Reminiscencias de bandas que van desde Underoath a The Ocean pasando por Alcest. Casi nada. Todo con un aire muy melancólico e incluso triste, sensación solamente rota en ciertos tramos. Es un álbum más para ponerte un día de lluvia en casa que en una sesión de running. Serpentea a través de una narrativa de pérdida personal, dolor y el proceso de curación de este, tocando temas como la salud mental y la ansiedad.
Así pues, es un disco oscuro, una sensación que DEVIL SOLD HIS SOUL consigue incorporando guitarras post-rockeras y un tempo generalmente lento, así como elementos de teclado que envuelven fríamente el producto final. Por no hablar de la sinergia en las voces entre el scream, que ya de por sí tiene un componente desgarrador y muy sentimental, y unos cleans melancólicos y post-hardcore. Aun así, en Beyond Reach consiguen darle la vuelta a la tortilla con un tema optimista y esperanzador de cierto aroma pop punk. Desde el screamo apabullante de Signal Fire hasta la delicadeza y detallismo en los arreglos de But Not Forgotten, un tema majestuoso y colosal, destacan cortes como The Narcissist, donde viran hacia sus orígenes hardcore, o Burdened y sus atmósferas y blastbeats de batería que dejan un regusto parecido al del black metal atmosférico.
Lo cierto es que, pese a ser un disco muy interesante por todo lo disco anteriormente, finalmente juega contra una losa difícil de levantar, que es su extensa duración de más de una hora. No es una extensión que impida escuchar y disfrutar de Loss, pero tres cuartos de hora hubieran sido suficientes para esta nueva propuesta de los británicos, que no obstante siguen en el redil con una obra notable.
Tracklist
1. Ardor
2. Witness Marks
3. Burdened
4. Tateishi
5. The Narcissist
6. Beyond Reach
7. Signal Fire
8. Acrinomy
9. But Not Forgotten
10. Loss