En la mítica sala Rockville de Madrid, en un doble pase acústico, SALDUIE retoman la gira que se quedó en suspenso por la pandemia, y quiero empezar diciendo que no los conocía, hasta el momento de entrar no había oído nada de ellos, y, por un lado, me arrepiento de no haberlos oído antes, pero por otro, me alegro, porque tuve el privilegio de ver su primer concierto en acústico, con todo lo que ello supone.
Fue emocionante ver subir a un grupo que lleva 1 año con hambre de escenario, colocarse y ejecutar el repertorio, la adrenalina de sentir la química con el público, que te corean, algo que, como pudieron comprobar en sus conciertos previos por streaming, no pudieron disfrutar hasta este sábado.
El género de SALDUIE, que yo, humildemente, catalogaría como prerromanic metal, aunque representado por 8 miembros, hay momentos donde parece llegar a haber 20 en la tarima, y no podemos pasar por alto la maravillosa lección que supone escuchar cada tema, Numancia, Viros Veramos, y el resto de temas basados en la península prerromana, dando voz a historias celtíberas, lusitanas…
Su próximo disco, Ambaxtos, tuvo su hueco, por supuesto, empezando por Caraunios, que tuvo muy buena opinión por parte de todos. Cabe destacar, para que todo el mundo tenga constancia de lo bien que curran estos chicos, que cuando sacaron el crowfunding para financiar este disco, su público superó en 2 días la cantidad que necesitaban, lo cual no hace más que loar su trabajo.
Aunque se echaba de menos en muchos puntos, (sobre todo en los guturales de Diego Bernia) la instrumentación eléctrica, el 90% del concierto fue maravilloso, ya que el tándem de guitarra de 12 cuerdas (Sergio Couto), bajo electroacústico (Daniel Galbán) y la percusión tradicional (Sergio Serrano), junto con las flautas de Nem y David Serrano, y el repertorio de cuerdas pulsadas de Víctor Felipe, hicieron el concierto digno de estar a la vez en un concierto SALDUIE + Amon Amarth, que estar en el Calton Hill de Edimburgo para el festival de Beltane.
Quiero destacar especialmente el momento instrumental de mitad de concierto, donde los vocalistas hicieron un descanso, y nos dejaron con unos minutos gloriosos de música tradicional, de trabajo de mucho tiempo, de un grupo que se ve compacto.
No puedo acabar esta crónica sin mencionar precisamente a los vocalistas: Diego Royo y Bernia, y Nem Sebastián, que supieron amenizarnos y tener ganas de levantarnos del asiento (aunque todo el mundo fue muy respetuoso, y estábamos clavados) con su fuego, sus ganas y su energía.
Buen trabajo chicos, el 29 de mayo, en la Casa de la Prensa, estoy en la puerta como buen fan histérico que me he hecho de vosotros, para el final de la gira.