Los gallegos blackmetaleros BALMOG han vuelto a la carga con la publicación de un disco oscuro que navega por sonoridades que rinden homenaje al terror. Eve (BlackSeed Productions, 2021) es un cóctel explosivo y de sorpresas que no te deja indiferente tras una primera escucha. Es, quizás, su trabajo menos blacker aunque no es por ello menos interesante. Hoy, vienen a Metal Korner a desvelarnos los entresijos de este redondo formado por nueve temas.

 

MK: Buenas chicos, soy Pilar Martínez. Bienvenidos a mi particular embajada del black metal en MK. La primera pregunta es obligatoria, ¿Cómo os encontráis en estos tiempos casi distópicos?

 

BALMOG: Pues en lo que respecta a lo personal, entiendo que como todo el mundo, tratando de sobrellevar la situación como buenamente se puede, ya que bien de forma directa o indirecta, esto acaba por afectar a tu entorno. Creo que la palabra que puede definir todo es incertidumbre. En lo musical, obviamente, la situación ha determinado de un modo u otro la evolución de la banda en el último año. En Galicia ha habido constantes restricciones, bien de manera total o parcial, y eso ha hecho que en un año no hayamos “enganchado” con la dinámica habitual que teníamos, es decir, ensayar todas las semanas, preparar conciertos…pero bueno, lo cierto es que le sucede a BALMOG y a gran parte de las bandas que conozco. Es una situación “rara”, ya que en ocasiones no sabes muy bien en qué punto se encuentra el grupo.

 

Nuestra putada fundamental es que vivimos en localidades diferentes, así que imagínate…entre enero y marzo por aquí no podíamos movernos con plena libertad, así que no es fácil. En todo caso hemos intentado mantener BALMOG activo y ahora nos pondremos a ensayar con mayor normalidad para preparar un set-list y estar preparados ante la posibilidad de que se pueda tocar en directo. Este es quizás el aspecto que más nos está limitando si tenemos en cuenta que somos una banda con un ojo constantemente puesto sobre los escenarios. Así que bueno, no podemos negar que todo esto nos esté marcando, pero igualmente estamos intentando avanzar en cosas nuevas, es algo natural en el caso de BALMOG, no es algo que venga determinado por el contexto pandémico. Por otro lado, en lo que sí que estamos plenamente inmersos, es en todo lo que rodea a la promoción, respondiendo a una ingente cantidad de entrevistas, poniendo al día el material que nos piden, visitando constantemente correos…en ese sentido poco ha cambiado, con la salvedad de que ha aumentado el volumen de trabajo con respecto a ediciones anteriores. En lo más personal, sí que puedo decir que echo de menos los conciertos, de hecho mi vida social a día de hoy es casi inexistente, pero bueno, mientras pueda ver a Iron Maiden un par de veces más en mi vida, seré feliz.

 

MK: Habéis publicado Eve en el año que sucedió a la pandemia. ¿Habéis tenido dudas a la hora de editarlo o siempre lo habéis tenido claro? ¿Os obligó la Covid-19 a retrasar su lanzamiento?

 

BALMOG: No, hemos tenido dudas, es inevitable. Lo cierto es que el encierro condicionó nuestros ensayos, ya que a pocos meses de ir a Terrassa a grabar llegó todo esto. Eso nos impidió trabajar en el local debido a lo que te decía antes, el hecho de que vivamos en localidades diferentes y de que aquí las restricciones hayan sido bastantes. En ese punto sí que llegamos a pensar en retrasar la grabación, pero  finalmente decidimos cerrarnos en el local de ensayo durante varias semanas, conseguimos recuperar el tiempo perdido y dejar todo preparado para entrar en el estudio. Ese fue uno de los puntos que podemos llamar “críticos”. El segundo se produjo una vez teníamos ya el trabajo en nuestras manos. Ahí volvieron a surgir dudas en el sentido de que íbamos a editar un disco bajo unas condiciones que no son las habituales, sobre todo en lo que respecta a la ausencia de conciertos, algo que condiciona muchísimo la promoción de un disco o por lo menos en nuestro caso así sucede. Así que bueno, le dimos unas cuantas vueltas, lo hablamos con los sellos, con otra gente vinculada a la música y llegamos a la conclusión de que debíamos tirar millas y no condicionar la edición. A día de hoy, creo que en ambas casos tomamos las decisiones correctas. El disco está funcionando increíblemente bien. Además este impasse se está haciendo muy grande para muchas bandas y en nuestro caso hemos podido mantener al grupo latiendo con fuerza y energía. Está claro que la defensa del disco sobre las tablas va a estar condicionada, pero creemos que el disco se defiende también por sí mismo. Siendo, además, algo sinceros, creemos que el disco está teniendo incluso más repercusión de lo que esperábamos. Por un lado, la gran avalancha de títulos aún no ha llegado, es decir, hay un montón de bandas que van a editar material de aquí a comienzos de año y ya algún pajarillo vinculado con medios tochos en Europa nos insistía en que sacásemos el disco cuanto antes, que tendría una acogida muy potente que seguramente después de verano no fuese a tener. Por otro lado, y todo desde un punto de vista muy personal, hasta ahora gran parte de las ediciones están siendo una mierda. No hay mucho más de cinco o seis discos que pueda citar este año que me hayan gustado, pero te puedo decir un número importante de grupos que no han cumplido mis expectativas, así que bueno, supongo que eso también nos está beneficiando. Creo que en parte se ha dado cierta tormenta perfecta con Eve pero en positivo. Nunca hemos tenido una respuesta tan bestia. Lo que sí que hemos tenido que lidiar, o más bien los sellos, ha sido con algunos retrasos en fábricas debido a todo esto, pero bueno, la gente ha sido muy comprensiva.

 

MK: Otra de las preguntas recurrentes es acerca de su acogida. ¿Está gustando a vuestros fans convencionales? ¿Y a los medios especializados?

 

BALMOG: En parte ya te contestaba antes. Nunca hemos tenido una cobertura como la actual y nunca hemos tenido una respuesta tan positiva en el pasado con un álbum. Hay críticas en las que claro está, no siempre opinan que sea un gran disco, pero incluso aquellas críticas que son algo más negativas, suelen ser también buenas. También voy a reconocer que nos da un poco igual. Siempre hemos respetado el curro de la gente que hay detrás de los medios y siempre os estaremos agradecidos. Sabemos que además es importante de cara a que la gente pueda acceder de manera previa a nuestros trabajos, pero lo cierto es que las críticas nunca determinarán nuestro proceso creativo y nuestra forma de trabajar.

 

En cuanto a los fans convencionales, pues un poco más de lo mismo. Sabemos que hay gente a la que probablemente no le vaya a gustar el disco, pero de nuevo, nos importa una absoluta mierda, así de claro. Pero volviendo a hacer un ejercicio de sinceridad (hoy te ha tocado ser confesora…) creo que jugamos con cierta ventaja. Hace poco lo contaba en alguna entrevista para un medio de fuera. Hoy en día la escena no es como a mediados o finales de los noventa cuando grupos de black metal o death metal cambiaron su sonido en muchos de sus discos. Yo era el primero que me llevaba las manos a la cabeza, no lo entendía. También es cierto que muchos de esos discos sigo sin entenderlos de todo, pero algún otro sí que creo que ha pasado bien el test del tiempo y se ha ventilado mi visión cerrada e intransigente que quizás tenía hace años. Pero lo cierto es que la escena actual del metal extremo es diferente. Sellos con Van Records o Iron Bonehead, editan bandas de metal extremo junto a otras bandas como Rope Sect, Sweven o yo qué sé, King Dude. Chaos Descends o Hell Over Hamburg son festivales en donde puedes ver un grupo de thrash metal e inmediatamente después un grupo de post-punk, creo que la gente es algo más ecléctica y eso nos hace jugar con cierta ventaja que no existía hace quince años, esa es la realidad. Si hubiésemos hecho esto hace veinte años nos hubiera caído por todos los lados, ha,ha. Además creo que Eve era en cierta medida previsible. Insisto mucho en esta idea de manera un poco tediosa, pero los trabajos de BALMOG tienen sentido desde una perspectiva cronológica. Si uno escucha nuestro primer disco y después Eve, probablemente no entienda nada, pero si unos escucha nuestros trabajos anteriores y ha seguido nuestra carrera (o como lo quieras llamar) es francamente fácil de entender Eve. Lo que sí que tengo la sensación es que estamos llegando a gente a la que no habíamos llegado en el pasado, e reitero lo mismo, tampoco es algo a lo que le demos importancia, pero tengo una sensación que me atrevería a afirmar como constatación. Ahí sí que tendría curiosidad por cómo esa gente puede abordar nuestros anteriores trabajos, es decir, hacer el ejercicio contrario, partir de Eve e ir hacia atrás. Eso sí debe de ser bastante curioso.

 

 

Escudriñando el ojo

 

MK: Eve es una oda profunda y cargada de influencias a la oscuridad, el horror y el miedo. ¿Por qué? ¿Qué os motivó para centraros en este sentimiento y las emociones que provoca en las personas?

 

BALMOG: En más de una ocasión nos han hecho preguntas similares y sinceramente me cuesta encontrar una respuesta. Estoy hablando del hecho en sí mismo de tocar esta música y buscar exprimir esos sentimientos más oscuros. No sé, personalmente cuando accedo a una expresión artística (música, cine, literatura, pintura…) no la condiciono a que trasmita solo ese tipo de sentimientos, pero sí es cierto que en lo que respecta a expresarme de manera artística, siempre ha existido esa obsesión, no soy capaz de ir mucho más allá de esos sentimientos vinculados con aspectos más oscuros, supongo que es algún tipo de problema emocional profundo, ha,ha, pero es así. Pero bueno, por centrarnos un poco, en Eve y en esas sensaciones de las que hablas, sí que hubo una pretensión clara, previa y calculada de buscarlas. Pillars of Salt, nuestro trabajo previo, tenía también la intención de ser oscuro, pero también queríamos trasmitir un espíritu más épico, más vasto y monumental. Eve no pretende eso. Busca la densidad, la opresión y el sentimiento de nihilismo, orfandad y vacío existencial que puede llegar a trasmitir el miedo y el horror, y en concreto, cuando este es creado por la propia humanidad. No sé, teníamos clara esa pretensión de profundizar en la oscuridad más devastadora, pero no sabría decirte que nos llevó a ello. En ocasiones pienso que en parte la creación artística se basa en “ciclos” opuestos, es decir, pasar de algo más sentimental/espiritual a algo más físico/tangible; de lo recargado a lo básico; de la ostentación al recogimiento…quizás de manera inconsciente lo hagamos también, Pillars puede que sea más volátil y etéreo mientras que Eve es más físico, pesado y doliente, pero bueno, quizás se me está yendo la pinza, ha,ha. Lo que sí te puedo asegurar es que había esa determinación por hacer algo oscuro, y que eso debía de estar reflejado en la música, las letras, el concepto del álbum, el arte interior…debía de ser un conjunto total que llevase al oyente/espectador hacía ese punto límite en las sensaciones, hacia ese sentimiento de incertidumbre y pavor. En todo caso, no viene motivado por la pandemia ni nada de esto, sería demasiado cutre.

 

MK: En vuestra presentación comentáis algunas influencias como el autor portugués Pessoa y el poeta gallego Xose María Díaz Castro. ¿Cómo os han inspirado? ¿Dónde quedan reflejadas esas influencias?

 

BALMOG: De Pessoa lo que intentamos plasmar fundamentalmente es un sentimiento, una sensación general que penetra en el disco. Nuestra intención era crear cierto sentimiento de orfandad vital, de incertidumbre ante la vida y la muerte. En la obra de Pessoa se aprecia esa perspectiva existencialista, aunque el portugués lo que trasmite, o por lo menos lo que yo saco de su obra, es el aceptar ese sentimiento y el convivir con él, algo que incluso creo que se puede ver en cierta medida en el pueblo portugués, sin pretender caer en una especie de volkgeist de Portugal, que quede claro si algún portugués lee esto, ha,ha. De Díaz Castro, básicamente, lo que hicimos es tergiversar su mensaje. Su obra poética, fundamentalmente de carácter teológico, es tremendamente interesante. No es una de las principales lecturas que suele tener la gente aquí en lo que se refiere a literatura gallega, pero a mí siempre me ha llamado la atención. Su obra en parte habla del ser humano como una extensión de dios, como una esquirla brillante de la divinidad. Nosotros lo que hacemos es usar sus textos a nuestro antojo, vinculando la existencia (que no la creación) del ser humano a algo opuesto a la divinidad. En las letras de Eve hay fragmentos de los poemas que contiene su obra Nimbos, utilizada en momentos concretos desde el punto de vista tanto conceptual como musical.

 

MK: Acceder a las letras del disco es casi una odisea sin retorno. De entre todas las canciones, ¿Cuál destacarías a nivel letrístico por su composición, emociones u otros factores?

 

BALMOG: No estoy seguro de que lo hayamos comentado en algún otro sitio, pero solemos hacer las letras una vez tenemos toda la parte musical compuesta. No sé, supongo que a alguna gente le podrá resultar curioso, pero siempre lo hemos hecho así. De ese modo podemos tener una perspectiva general de todo y nos da pie a tener cierto hilo argumental y tener un todo homogéneo. Así que bueno, no podría destacar ninguna letra en concreto. Es que incluso me resulta complicado pensar en ellas de manera independiente. Al final están concebidas como un todo y me cuesta muchísimo desgranarlas, de hecho ahora mismo tendría que tenerlas delante para poder hacer ese ejercicio. Quizás, pero más como curiosidad que otra cosa, aquellos temas que contienen partes en gallego nos resultan francamente poderosas, o más que poderosas, nos empoderan en cierta manera. No sabría muy bien cómo explicarlo, pero el hecho de escuchar y pronunciar esas palabras en tu lengua parece que lleva a algo muy primitivo.

 

MK: ¿Se podría considerar que estamos ante un álbum conceptual con el horror como hilo conductor? ¿O podemos encontrar diversas historias y términos ocultos entre líneas?

 

BALMOG: El horror es un elemento, pero no la base conceptual del disco. La tesis de Eve se asienta en la idea de la existencia de una entidad opuesta a la divinidad. El horror, en concreto la capacidad de crear horror por parte del ser humano, es entendido como una extensión de esa entidad, un ataque frontal frente a la patrimonialización de esa capacidad por parte de lo divino. Pero sí es cierto que el horror y el terror aparecen constantemente en el disco, sobre todo en cuanto al sentimiento que queremos crear en el oyente. La idea es establecer un estado alterado de la percepción y el sentir, y está claro que la incertidumbre creada por el miedo es uno de los objetivos que buscamos. Nuestra pretensión es alimentar cierta sensación de vacío una vez se acaba de escuchar el disco. Sé que no tienen mucho que ver, pero hay discos que siempre me ha transmitido cierta sensación de “chunguez”, por usar un término fácilmente comprensible y no andarme por las ramas. Cada vez que escucho Reek of Putrefaction o el Seven Chalices, me trasmiten esa sensación rara. Realmente es una mezcla de todo: la producción, la densidad, las letras…y realmente son discos muy diferentes desde el punto de vista conceptual. Carcass incide en el aspecto físico, en esa carne abierta y la disección material, mientras que Teitanblood lo hace desde un aspecto más espiritual, es una disección del alma, pero ambos discos me dejan un mal sabor de boca cuando los termino de escuchar. Esa sensación, que asumo que es totalmente objetiva y que tampoco tengo claro que esté explicando muy bien, ha,ha, era lo que queríamos plasmar. Eve pretende representar la disección del alma y el cuerpo.

 

MK: A nivel instrumental Lume te desgarra de arriba a abajo dejándote con una sensación de desazón profunda e intrínseca. A nivel instrumental, ¿Qué tema es el que más trabajo os ha costado componer? ¿Y el que más complejo?

 

BALMOG: Todos los temas fluyeron de una manera muy pura a la hora de ser compuestos. Obviamente siempre hay algún momento en el que te puedes atascar algo más, pero creo que ya tenemos tablas a la hora de componer y ya tenemos en el bolsillo un montón de recursos que nos ayudan a poder definir los temas. Lo cierto es que no recuerdo ningún tema que nos costase demasiado. Lo que sí hicimos, como con otros discos anteriores, fue grabar una demo, dejamos reposar esas canciones y después hubo algún detalle que fue modificado, pero quedaron esencialmente iguales. Agnus Dei el interludio creado por Varunian (por cierto, mal acreditado en el disco, así que procuraré recordarlo en cada puta entrevista…) también fue compuesto de una manera muy fluida ya que Rober, su autor, partió del final de Slander para conseguir esa sensación de progresión y continuidad. Sí que a la hora de añadir arreglos hubo algo más de trabajo, pero es un proceso muy creativo en el que nos sentimos muy cómodos. Ahí decidimos probar algunos sonidos y texturas nuevas y hubo cosas que hubo que desechar, pero es un trabajo agradable. No voy a negar que todo el proceso llevase a cierto punto de extenuación, ya que es duro si lo quieres hacer bien, pero no hubo ningún momento de frustración hasta donde pueda recordar.

 

Las estructuras de las canciones están basadas en el rock clásico, así que en ese sentido es cómo andar en bicicleta, es algo que llevas escuchando toda la puta vida, así que casi surge de manera espontánea. Sí que hubo algún riff o parte de batería que tenían algo más de complejidad, pero con ensayos, todo se hizo de manera óptima. Creo que lo más importante dentro de una banda no es alcanzar este u otro límite, por lo menos para una banda como nosotros, sino saber cuáles son tus límites y los del resto del grupo. Eso para nosotros es fundamental. Se puede decir que con Eve tocamos un pelín mejor, pero solo un pelín, no es que hayamos hecho un ejercicio de técnica, eso lo dejamos para los que se molan poniendo un camarita delante y saliendo en Youtube.

 

MK: Estamos ante un álbum completo y revelador, una nueva esencia de BALMOG. ¿Tenéis previsto seguir su estela en los siguientes trabajos? ¿Diríais que estáis abiertos a la experimentación?

 

BALMOG: Nunca hemos puesto un límite claro a la banda. Nos gusta establecer ciertos parámetros en cuanto a cómo debemos de concretar lo que después dejamos reflejado en nuestros discos, pero realmente la banda ha ido mutando y cambiando su piel. Con Eve lo que hemos hecho es dejar la puerta abierta a muchas cosas, pero después, a la hora de concretar todo eso, sí había una planificación y unas ideas previas de cómo queríamos que sonase todo. En ese sentido somos muy meticulosos, ponemos encima de la mesa todos esos elementos, pero después decidimos cómo usarlos y dónde, y ahí sí que de alguna manera definimos muchos más cuál es el objetivo y dejamos el camino algo más acotado. No sé si a eso lo podemos llamar experimentación, pero bueno, es la forma en la que elaboramos Eve y con la que seguimos trabajando. Es algo natural en nuestra forma de hacer las cosas así que no podemos asegurar cómo sonará BALMOG dentro de cinco años o ni siquiera si existiremos, pero no es algo que nos quite el sueño. Puede que suene más crudo, más limpio o que simplemente la banda esté ya enterrada y podrida.

 

 

MK: ¿Cómo fueron los procesos de composición, grabación y masterización? ¿Algún detalle a subrayar?

 

BALMOG: La verdad es que no hubo grandes novedades con respecto a grabaciones pasadas. La batería la grabamos en los B2V de Brais Barreiro, guitarrista de Dantalion y LowMist. Quizás lo curioso es que jugamos mucho con la microfonía de ambiente y no tanto con la más cercana, ya que buscábamos un sonido más orgánico y con ese aspecto de local de ensayo. Desde el principio planteamos el sonido de este disco con una perspectiva algo diferente, ya que buscamos un sonido más denso, opaco y oscuro. Invito a la gente a que escuche el Deshumanizer de Black Sabbath. Tan pronto como uno escucha esa batería del inicio, tiene la sensación de que está en un local de ensayo. En un primer momento puede hasta resultar algo chocante, pero es una genialidad desde mi punto de vista. En ese disco no solo ocurre con la batería, también sucede con la voz de Dio (por cierto, quizás las voces más oscuras que haya grabado nunca) las guitarras, el bajo…es un sonido que puede llegar a ser “raro” cuando escuchas las primeras notas, quizás porque se aleja de los cánones que había en ese momento establecidos para el heavy metal, básicamente el Painkiller de Tsangarides (y alguna cosilla anterior que había hecho) que marca el sonido de los noventa. Pero es un disco que te engulle en esa atmósfera. Con Eve queríamos en parte ese sonido que también se aprecia por ejemplo en el Sister de In Solitude, y el primer paso era la batería.

 

El resto del disco se grabó en los Moontower de Terrassa con Javier Félez, quien es miembro ya de BALMOG (creo que gran parte de la gente que lea esto ya lo sabrá). Javier es ya un referente a nivel europeo, supongo que también gran parte de quien lea estas líneas estará al tanto de que ha grabado en sus estudios el último disco de Destroyer 666. Javi sabía perfectamente cómo debía de sonar el disco y cuáles debían ser los pasos para lograr ese sonido del que hablaba antes. Las sesiones de grabación en sí mismas fueron muy rápidas. Con BALMOG siempre ha sido así. Por un tema económico desde que empezamos a entrar en estudio hemos intentado tener todo lo mejor preparado posible para así ahorrar costes y esa manera de trabajar ha quedado ahí. La batería si no recuerdo mal se grabó en dos horas y pico y el esto del disco en poco más de dos días. Sí que nos paramos un poco en probar texturas con pedales y siempre dejamos algo de margen para improvisar por si algo se nos ocurre, pero el 90% de disco estaba listo cuando entramos en estudio.

 

Hubo algunos arreglos de guitarras y voces que se grabaron posteriormente en los The Ocean Studio en Ferrol con otro colega, Brais Landeira, pero el grueso del proceso (incluida mezcla) se hizo en Terrassa. Lo que sí teníamos claro es que el mastering final era esencial, era el barniz que debía definir el color final del disco. Para ello decidimos contar de nuevo con Jaime Arellano, con quien ya habíamos trabajado en nuestro Mlp Pillars of Salt. Él le otorgó esa capa definitiva que le otorga ese cariz opaco y denso a la producción, de hecho el disco sonaba muy diferente antes de enviárselo, pero creíamos que era esencial que la producción fuese como el disco: oscuro, opresivo y sucio.

 

MK: La portada basada en un cuento gallego es fantástica. ¿Podéis contar la historia a nuestros lectores?

 

BALMOG: La portada está basada en una historia de Alfonso Rodríguez Castelao, probablemente el referente intelectual gallego más importante de los últimos cien años. Aquí es frecuente leer alguna de sus obras en la escuela como fue también en mi caso, en la biblioteca de mis padres. Castelao escribió un relato llamado Un ollo de vidro: memorias dun esquelete. En él se cuenta la historia de alguien que una vez muerto es el único capaz de ver gracias a que posee un ojo de cristal, algo que es bastante paradójico, pues en vida era inservible. Ese elemento de conexión entre los muertos y los vivos, y recalco ese orden y no “entre los vivos y los muertos” nos parecía muy interesante de cara a representar esa imagen de visión del horror humano. Creíamos que la portada debía de ser una especie de antesala de lo que se avecina y ese cuento de Castelao nos dio la inspiración. Realmente no existe un vínculo puro con lo que realmente aparece a nivel conceptual en las letras, pero sí que nos permitía crea esa especie de introducción a lo que uno se encontrará en el disco tanto en lo musical como en lo lírico. Además teníamos claro que la portada debía de tener ese aspecto básico, puro y con pocos elementos. De hecho hay una intención clara por nuestra parte de alejarnos de las portadas típicas del black metal sabiendo que probablemente no vaya a ser aceptada por aquella gente que esperaba algo más black metal, pero como te digo, era algo premeditado. Buscamos una portada icónica y simple, y el talento de Branca Studio consiguió dar exactamente en el clavo del asunto.

 

MK: ¿Hay algo más que queráis comentar sobre el disco?

 

BALMOG: Creo que ya ha llegado, ¿no? A ver si alguien es capaz de acabar de leer toda la entrevista, ha,ha.

 

Extendiendo el terror

 

MK: La situación actual no da pie a muchos conciertos pero, ¿tenéis ya alguna fecha para la presentación y la gira? ¿Os veremos pronto en Murcia?

 

BALMOG: Nuestra intención es dejar en agosto un setlist preparado para poder tocar en el momento que sea necesario. En principio tenemos algunas cosas para después de verano y en 2022 están saliendo muchas ofertas, así que es una cuestión de tiempo y paciencia, pero es importante tener a la banda lista para poder tocar. He sido muy pesimista con respecto a la vuelta a los escenarios y por desgracia hasta ahora he tenido razón, pero bueno, espero equivocarme y que podamos cumplir los compromisos que tenemos a partir de setiembre y sin duda poder tocar en Murcia donde siempre lo hemos pasado fenomenal.

 

Lo cierto es que el último año ha sido un despropósito, hemos tenido que cancelar y posponer cerca de 30 conciertos, y la verdad, ha llegado un punto en el que hemos dejado un poco de lado este tema. Esto no significa que no tengamos intención de tocar, todo lo contrario, de hecho estamos dando ok a las ofertas que estamos recibiendo siempre y cuando no impliquen un gasto previo demasiado alto por parte de quien lo organiza. Ha habido alguna gente que el año pasado ha palmado pasta y eso es una putada. Nosotros estaremos listos para tocar, colaboraremos con los promotores y daremos nuestro cien por cien como hemos hecho siempre, pero es una putada ver cómo hay personas que invierten tiempo, esfuerzo y pasta en algo que finalmente no se puede hacer. Lo que sí hemos desistido, por lo menos hasta que no lo veamos más claro, es a movernos por nuestra cuenta. El año pasado pospusimos una gira y se cancelaron muchas cosas que habíamos organizado, y a pesar de que finalmente no perdimos ni un euro eso acaba por quemar, así que en ese sentido por ahora no nos moveremos mucho. Parece que el horizonte de futuro seguro es 2022, pero es que hasta tengo ciertas dudas con ello. Lo dicho, espero equivocarme y que podamos presentar Eve cuanto antes.

 

MK: Los planes de futuro se han visto truncados pero ¿Qué tenéis previsto para los próximos meses? ¿Cómo esperáis acabar el año?

 

BALMOG: Bueno, quitando la cuestión de los conciertos todos nuestros planes se han mantenido prácticamente intactos. Ahora mismo la intención es, como te decía antes, dejar la maquinaria lista para poder girar en el momento en que sea posible y por otra parte seguir avanzando en nuevas ideas en el local. El disco acaba de salir y aunque la verdad es que hoy en día los discos son editados y olvidados en un abrir y cerrar de ojos, este trabajo nos está sorprendiendo por la continuidad que está teniendo y la “mecha” que sigue manteniendo, nunca lo habíamos percibido así, no sé, es curioso. Así que durante un tiempo tocará seguir promocionando el disco, pero obviamente esa es una parte ínfima del trabajo interno de una banda. Lo esencial para nosotros ha sido siempre comer local de ensayo y tocar para expresar lo que tenemos en nuestras entrañas, así que eso no cambiará, o el día que cambie probablemente se acabará la banda.

 

MK: Sé que acabáis de lanzar Eve pero…¿hay algo cociéndose ya en el horno en aras de un nuevo trabajo?

 

BALMOG: Sí, tenemos nuevo material. Estoy insistiendo constantemente en las entrevistas que nos están haciendo en que no estamos determinando nuestro proceso creativo por toda esta situación. Sinceramente consideramos que sería un error. Somos una banda underground de metal extremo, el hecho de que no haya conciertos no nos pone en la tesitura de tener que editar material por editar. No acabo de entender a las bandas que condicionan su creatividad por toda esta mierda. Si seguimos componiendo y avanzando es porque forma parte de nuestra rutina de trabajo. Cada vez que acabamos de grabar material nos ponemos a elaborar nuevas cosas y Eve no ha sido una excepción. Quedan muchas cosas por definir, pero ya hay algunos temas que serán parte de lo que probablemente vaya a ser un nuevo disco. Además no descartamos otro tipo de material antes de un nuevo larga duración, es algo que cualquiera que nos siga lo podrá prever y ya existen algunas ideas sobre ello, pero iremos poco a poco, ya te digo que no hay necesidad de precipitarse. Simplemente continuaremos el camino que habitualmente seguimos.

 

MK: Pregunta curiosa, ¿creéis que el black metal se ha visto muy afectado por la crisis del coronavirus?

 

BALMOG: No sabría qué decir. Me cuesta entender el black metal como un estilo como otros, quizás me pase de romántico, no sé. Es decir, plantear una pregunta similar sobre las promotoras, las líneas aéreas o la venta de cerveza y cocaína lo puedo entender, pero me cuesta hacer el mismo ejercicio con el black metal, al fin y al cabo es un estilo que ha sido y debe ser marginal. Quizás la respuesta es que si el coronavirus ha afectado negativamente al black metal, eso es bueno.

 

MK: Acabamos, ¿Cómo describirías actualmente a vuestro sonido? ¿A qué se puede deber la evolución en el mismo?

 

BALMOG: Es difícil de decir, la verdad. Sé que puede sonar algo curioso, pero seguimos considerando que tocamos black metal. Desde el punto de vista conceptual, espiritual e incluso musical, tenemos la convicción de que es así. Somos conscientes de que nuestra sonoridad ha cambiado y hay matices que pueden hacer que se desmonte mi argumento, y si alguien defiende el discurso de que BALMOG ya no hacen black metal, lo podría entender, pero nosotros seguimos sintiendo esa energía. Supongo que se podría explicar mejor, pero no soy capaz. En alguna ocasión he recurrido a la comparación con el Mysteriis Dom Sathanas, en el sentido de que cuando Mayhem editó ese disco, la forma de entender el black metal era diferente, es decir, ese disco en cierta medida se consideró novedoso ya que utilizaba recursos que hasta entonces no se habían utilizado. Posteriormente ese disco marco muchos de los cánones del estilo, pero no debemos de olvidarnos de ese hecho: el Mysteriis fue un disco novedoso. Con esto no quiero en absoluto comparar nuestro disco con Mayhem, no llego a ese nivel de pretensión, pero creo que puede ayudar a entender cierta perspectiva con la que curramos. Esa idea de intentar ampliar el espectro de black/death metal, en nuestro caso, recurriendo a la tradición de rock y el metal más oscuro desde el rock psicodélico hasta el post-punk, pero claro esa es nuestra visión totalmente subjetiva y personal. En cuanto a lo que comentas de evolución, ya algo he adelantado sobre esto.

 

Creo que BALMOG ha seguido desde sus inicios un camino de constante cambio y mutación, pero francamente, creo que tiene un sentido fácilmente compresible, o dicho de otro modo, creo que tampoco cogemos por sorpresa a nadie. El motivo sí que me cuesta de determinarlo, pero entiendo que tiene que ver con cierta necesidad de hacer cosas diferentes. Quizás me cuesta más calificarlo como “nuevo” ya que realmente lo que hacemos se podía escuchar en Mayhem, Ved Buens Ende, Fields of Nephilim o Pink Floyd…en este sentido no es nuevo, quizás la novedad o la originalidad radica en haber desarrollado la base del black metal con todas esas nuevas texturas y elementos, así sí que supongo que se puede decir que estamos haciendo algo original.

 

MK: Si queréis añadir algo más este es vuestro espacio.

 

BALMOG: En fin, vaya chapa que he metido. Poco más, simplemente que la gente que decida acceder a Eve que lo haga de una manera activa y con la idea de invertir cierto tiempo (como con este tostón que estoy largando…). Gracias por el apoyo que no brindáis siempre y por haber invertido esfuerzo en realizar esta estupenda entrevista, realmente creo que va a ayudar a entender mucho más nuestro disco y para eso es clave hacer las preguntas adecuadas como ha sido el caso. De verdad que os lo agradecemos. Dejaros inundar por la inmensidad de Eve, si después de ello vuestra alma se ha conmovido aunque sea un poco, habremos logrado nuestro objetivo. Abrid vuestra carne para que vuestro espíritu resplandezca.

Autores:

Redactora y fotógrafa

Pilaria Shephard Djoko