El festival Prisco Rock conseguía un año más erguirse como el festival de rock por antonomasia de las badlands de Purullena. Recuperando su emplazamiento anterior, presentaba un cartel más reducido debido a las restricciones horarias pero con la misma potencia musical inherente en la calidad de las bandas protagonistas.
Los primeros en colgarse los instrumentos fueron LA PARCA, banda granadina de hardcore que con su furibundo directo llenaron el espectro sonoro de todo el recinto a la vez que presentaban temas inéditos que estarán presentes en su próximo trabajo de estudio. Las nuevas composiciones de la banda contienen una mayor densidad instrumental con varios cambios rítmicos que permiten dar rienda suelta al virtuosismo de sus guitarristas Risi y Pumuky. También tuvieron cabida los temas clásicos como Morir de pie u Oscuridad.
El power-trío novel en el escenario del Prisco Rock fue COCAINE. Aunque sus integrantes ya tienen amplia veteranía en la música con otras formaciones, esta reciente unión ha tenido un prolífico resultado. Con la presentación de su trabajo debutante Sounds of Grave, COCAINE salía de la cueva que ha engendrado esta nueva propuesta musical para acaparar la atención del público con diapasones que bailan entre el garage presente en los Fidlar o los Black Lips hasta ritmos más bluseros cortesía de su guitarrista Alex Arcas.
Por su parte CERVEZA GRATIX llevaba un año más su enérgico punk al escenario del Prisco Rock, presentando en esta ocasión su nuevo trabajo Hijos de Perra, que contaba con la producción de Fernando Madina de Reincidentes y que además presta su voz para colaborar en la canción Pal Pueblo, tema dedicado a estas badlands granadinas.
La carismática puesta en escena del cuarteto hacía que el público no pudiese contener el impulso de bailar y conseguía este desaforado clímax con el inesperado tema Cerveza Gratix, perteneciente a la primera maqueta del grupo que fue un homenaje al PGB creado por Carlos Azagra de El Jueves.