Tarde lluviosa y fría en Pamplona, una de las mejores excusas parar refrescar caloríficamente nuestro gargantxon como se dice por estas tierras norteñas con una buena birra THB Natural Beer servida por una gentil camarera acompañada de unas papas bravas no, bravísimas. A solo 5 minutos en coche nos esperan la banda navarra DIABULUS IN MUSICA presentándonos su último trabajo Euphonic Entropy un disco sin estabilizantes ni conservantes, pero profundamente fresco.
Segundo concierto del menda desde ya sabéis cuándo, así pues cámara en ristre, saludos varios y a primera fila. Todavía con el amargor de la cerveza y el picantillo de las bravas empiezo a degustar el espectáculo bien servido a priori, con la intro del nuevo trabajo unida a Race to EquilibriuM, un comienzo con muchas ganas, buenas luces y fantástica presentación con un coro de ocho personas, dos por cuerda vocal atrás en dos líneas paralelas al lado derecho compartiendo la trasera del escenario con la potente incorporación a la banda de Ion Feligreras a la batería. No se cuentan con los dedos de una mano los bolos con DIABULUS y parece que lleva años.
Tengo que decir que el puesto de merchan de la banda estaba preparado al detalle, cosa que se reflejó al final con las visitas y ventas al finalizar el concierto.
Tras una breve presentación de Zuberoa suena Invisible, tema de hace 6 años que suena ya bastante mejor que las tres primeras canciones tras un trabajo arduo del técnico que consiguió que esos coros sonasen claros junto a todo lo demás.
Momentos intensos, aplausos y mucha caña que desprenden estos navarros, me empiezan a recordar a los DIABULUS cañeros de comienzos del 2006. Cambio de guitarra para Alexey, el gran protagonista de la noche, toda la banda rozó el diez, pero el de Larrasoaña se llevó el pleno, de lado a lado del escenario compartiendo el placer de tocar con todos los demás, desde pista sí que un pelín más de volumen guitarrero aclamaba el personal.
Cambio de posición para eso de las fotos y me subo a palco en segundo piso con una vista privilegiada del escenario y lleno de público, en lo que me ha costado subir el coro cambia de atuendo, capas blancas, ropa gótica toda una declaración de intenciones en la que sus fans se sienten muy cómodos.
Scenaries of Hope hace rugir la sala y me reafirmo en la vuelta al sonido más duro del quinteto Pamplonés. Eso sí, sin dejar atrás su mágico sonido orquestal con el glorioso In The Vortex. Cual cerveza en boca, cítricos, flores, coros angélicos dando paso a From the Embers, ya se notan los 5.4% vol. Abanicos de colores, corsés de cuero, voces guturales y más tralla suceden frente al público.
Una nebulosa bajo la niebla de papelitos de colores deja entrever la última parte del espectáculo de esa noche. No me puedo olvidar de David Erro al bajo que supo estar al nivel y junto a Ion sonar precisos y contundentes. Así pues, un buen concierto con sonido excelente y unos músicos de gran nivel.