El pasado miércoles 2 de marzo los cordobeses de VIVA BELGRADO pasaron por Sevilla para continuar con la gira de presentación de su último álbum, Bellavista, que fue lanzado a principios de 2020 pero cuya presentación ante el público tuvo que esperar evidentemente debido a la eclosión de la pandemia, algo que al fin y al cabo no ha dejado indemne a nadie en el circuito musical. El lugar escogido para desplegar su arsenal sónico fue la Sala X, un recinto clásico de Sevilla en lo que a citas musicales se refiere.
Tocar entre semana trae consigo dificultades para registrar una buena entrada y esta no fue una excepción. Aun así, fueron bastantes los que se acercaron a la sala para disfrutar de la fusión de post-hardcore y screamo tan particular de la banda.
El concierto empezó con la demora habitual de todas estas citas respecto a la hora indicada. Sin embargo, eso no mermó la fuerza con la que arrancaron. Una soga fue la elegida para el arranque. No en vano es el tema que abre su último álbum, Bellavista, que seguro que a más de un oriundo de la capital andaluza le trae a la cabeza el barrio sevillano que recibe el mismo nombre.
A continuación, tocaron Bellavista. Sin duda, los temas del último álbum sonaron fantásticamente y fueron un buen reflejo de la evolución coherente que está teniendo el sonido del grupo, pese a que quizá algunos puedan señalar que no son tan cañeros. No obstante, esa afirmación queda refutada con los últimos lanzamientos del grupo.
Tras ello, pasaron a interpretar temas de su álbum anterior, Ulises. Optaron en primer lugar por bajar pulsaciones innegablemente con Apaga la llum, tema cargado de intimismo y buen gusto, y Erida, breve pero intensa con Cándido, como siempre, desgañitándose. De hecho, fue quizá en este lapso donde Cándido dejó su postura habitual postrado junto al micrófono para cantar al unísono con el público.
Buen reflejo de ello fue el siguiente tema que se dispusieron a tocar, Annapurnas. Quizá sea este uno de los clásicos y uno de los temas más distintivos dentro de su catálogo. Un relato, gran tema perteneciente a su EP PARALELOS/MERIDIANOS, Vol. 1.
Sí que habría que decir que el sonido quizá no fue el más óptimo, al menos en lo que se refiere a las vocales de Cándido. Ello implica que las letras tienes que tenerlas aprendidas de casa porque de lo contrario a veces es complicado distinguir lo que se dice. Eso sí, todo lo demás sonó de forma muy óptima con esa fuerza sónica que te retumba en el pecho y te contagia. Al fin y al cabo, lo que no quiere alguien en un concierto de estas características es no salir sordo.
A destacar el nuevo guitarrista de la banda, Jaime, que sustituye a Pedro, el guitarrista habitual, y que tuvo un gran desempeño a lo largo de toda la velada mostrando su buen manejo de las seis cuerdas. Y es que de la alineación original del grupo solo estaban dos, Cándido, voz y guitarra, y Ángel, bajo. Cándido se mostró con el nivel que le caracteriza. Con las letras que compone e interpreta, que pueda defraudar es una quimera. A eso además hay que añadir que mientras tanto está con la guitarra. Ahí es nada. Ángel, por su parte, se mostró también tan solvente y enérgico como siempre. Desde luego no hace falta que mire al público para conectar con él. El otro integrante es Álvaro, que se encarga de la batería. Álvaro también se incorporó más tarde a la banda, pero ya está integrado como si hubiera estado desde el principio. Deleitó con unos impactos en la caja enérgicos y vigorosos.
No se olvidaron de tocar Collar, breve y acústica, una rareza perteneciente a PARALELOS/MERIDIANOS, Vol. 2 que demuestra que lo de los géneros y los complejos no va con ellos.
Tras ello, llega una parte con más revoluciones con el dúo casi inseparable de su primer álbum, Flores, Carne con Báltica, y Carne y Flor, temas que definen muy bien lo que es este grupo al hacer gala de todo lo que les caracteriza. Alguno que otro en la sala se atrevía a denominar su sonido “Salmorejocore”. La verdad es que parece mentira que haya salido un grupo tan potente desde una tierra tan poco proclive a producir artistas de este tipo.
A continuación, tocaron Madreselva, perteneciente a Ulises y que siempre resulta épica y emotiva con ese riff inicial tan potente. Después de ello, tranquilidad de nuevo con Por la mañana temprano, Osario y Amapolita Blues.
Pena sobre Pena fue la siguiente, uno de los últimos temas que lanzaron, con videoclip incluido, y en el cual juegan con sonidos algo alejados de su sonido habitual pero muy acertados y frescos. Puro stoner y partes intrincadas incluyendo lo que parece un riff flamenco. Un tema entretenidísimo que dio pie al que sería el cierre definitivo del concierto, Höstsonaten, tema incluido en Flor, Carne y una gran elección para poner el broche a la velada. Parecía que había terminado la canción debido a que ya se marcharon del escenario los integrantes de la banda. Sin embargo, aún faltaban algunos momentos para que finalizase la canción totalmente. Por ello, Cándido permaneció un poco más en el escenario jugando con los efectos y las modulaciones de sonido requeridas.
Con ello y tras algo menos de una hora y media el concierto llegaba definitivamente a su fin en la noche del miércoles. Viva Belgrado regaló una buena dosis de energía y de emoción a los asistentes en un día quizá poco propicio para congregar a grandes audiencias pero que no fue un impedimento para que hubiese una buena entrada. Tanto fue así que cuando la banda se retiró del escenario la gente se quedó con ganas de más. Quizá falto su clásico cover de Arcarsenal de At The Drive-In. No obstante, ello demuestra cómo esta banda cumple, conecta y entusiasma a sus fans, deseosos de poder seguir con la celebración de las emociones. Esperemos que con el paso del tiempo se amplíe el catálogo de esta banda para poder disfrutar más tiempo de ellos en citas como estas.