Comenzamos con el repaso a lo vivido en la última edición de HELLFEST que celebró por fin su decimoquinta edición tras 2 años de suspensión debido al COVID. Había muchas ganas de disfrutar del festival en formato XXXXL que nos habían preparado.
Aprovechamos que en nuestro viaje de ida teníamos tiempo para hacer una visita a un sitio perdido en la provincia de Burgos. En el término municipal de Santo Domingo de Silos hicimos una visita al cementerio de Sad Hill. Puede que ese nombre no os suene, pero si os digo que es el que sale en la legendaria “El bueno, el feo y el malo” seguro que ya sabéis del sitio del que hablo.
Es bien conocido que la citada película es homenajeada, junto con su banda sonora, por parte de METALLICA al principio de cada uno de sus conciertos. METALLICA era el último grupo que íbamos a ver en el festival así que visitar este cementerio y luego volver a verlo en las pantallas del festival fue algo así como cerrar el círculo. El resto del viaje transcurrió sin nada reseñable.
Una vez llegados a Clisson pudimos aparcar en buena zona (es lo que tiene llegar antes de que restringieran el tráfico) y pudimos acampar de los primeros pudiendo ver que toda la zona de acampada tenía un estupendo césped, fruto de los tres años en que había permanecido a salvo de los campistas.
Avanzamos en el tiempo, para ya sin más dilación comenzar a hablar de música y de los grupos del festival.
Arrancamos esta calurosa jornada delante de los escenarios principales para ver la actuación de LAURA COX, guitarrista de hard rock que se dio a conocer a través de Youtube y que ya tiene un par de discos a sus espaldas. El tema Hard blues shot con el que arrancaron el concierto es una buena tarjeta de presentación si no la conocéis. A pesar de la hora logró concentrar bastante público.
El siguiente grupo que salió a escena fue EGO KILL TALENT, banda brasileña en el que toca el que fuera batería de Sepultura entre 2006 y 2011, Jean Turrer Dolabella. Me pareció que el concierto fue de menos a más siendo el momento más destacado cuando su cantante, Jonathan Dörr, se metió tímidamente en el circle pit. De todos modos, la actuación no pasará a la historia del festival.
El calor estaba siendo intenso por lo que agradecíamos ver a Puyol con la manguera cada poco, aunque a veces se ensañara con alguien de las primeras filas. Puyol es para aquellos que no frecuentan las primeras filas, uno de los responsables de seguridad del festival y un tío bastante majete.
Nos cambiamos de escenario para ver un poco de punk rock de la escuela francesa de la mano de BURNING HEADS. Aunque son más bien punk, a veces como en Fear le imprimen un toque reggae a sus temas. Sin duda, su bajista JYB es el que más miradas atrajo con su buen hacer sobre el escenario.
Con LEPROUS vivimos el primer gran concierto de esta edición del festival. Temas como Running low o Slave con el que finalizaron su actuación sonaron brutales. La voz de Einar Solberg nos puso la carne de gallina en algunos momentos.
Pasamos al otro escenario principal para vivir otro DIRECTO (con mayúsculas) el del dúo francés THE INSPECTOR CLUZO que sonaron espectaculares. Laurent Lacrouts (guitarra y voz) y Mathieu Jourdain (batería) son capaces de llenar ellos solos un escenario tan grande como el de HELLFEST. Nos presentaron algún tema nuevo como Running a family farm is more rock’n’roll than playing rock’n’roll music pero, sin duda, el tema Put your hands up con Laurent tirando un plato al foso y Mathieu perdiendo parte de su batería hasta acabar subido al bombo sin dejar de tocar fue lo más destacado de la actuación.
A continuación era el turno del grupo estadounidense SHINEDOWN que ya han estado en HELLFEST en alguna otra ocasión. Con su último lanzamiento, Planet Zero, han hecho un cambio estético y ahora van uniformados uniformados con monos en distintos colores. El grupo me gusta en disco pero en esta ocasión me dejaron frío con su directo.
Con FRANK CARTER & THE RATTLESNAKES ya sabes lo que te vas a encontrar, un cantante entregado al 100% que se va a meter entre el público a hacer el cafre a la menor oportunidad, poniéndose de pie sobre el público, haciendo el pino o un poquito de crowdsurfing. Como es habitual pidió que en uno de los temas, Devil inside me, solo participaran en el moshpit las mujeres. No podía faltar I hate you, con dedicatoria a su expareja. Ha podido tapar su nombre tatuado en su piel pero parece que no puede borrar su recuerdo. En cada concierto le dedica unas cariñosas palabras.
OPETH hizo un concierto muy sobrio, arrancando con un tema cantado en sueco, Hjärtat vet vad handen gör, de su último lanzamiento que ha tenido dos versiones una en inglés y otra integramente en sueco. El repertorio fue muy variado picoteando temas de 6 de sus discos, por ejemplo The Drapery Falls de su Blackwater park (2001) o Sorceress del disco de igual nombre publicado en 2016.
Vimos THE OFFSPRING un poco más apartados para descansar del intenso calor pero disfrutamos igualmente con estos veteranos. Todas las miradas apuntaban a su rubísimo cantante Dexter Holland y al guitarrista Noodles mientras interpretaban himnos como Come out and play o Gotta get away. Las pantallas mostraban al grupo con múltiples efectos que llamaban mucho la atención. Afortunadamente no nos dieron mucho la lata con su último disco y tocaron solo dos de ese lanzamiento dejando suficiente tiempo para sus clásicos.
MASTODON fue el siguiente grupo en salir a escena. El cuarteto, que en directo cuenta con un teclista, se apoyó en unas imágenes de pesadilla lovecraftiana que se veían en la pantalla que tenían a su espalda. Su último disco Hushed and grim (2021) fue su fuente principal de canciones con hasta 6 de este disco, La otra mitad del repertorio la emplearon en rescatar temas menos recientes como Blood and thunder o Mother puncher. El público pareció irse desinflando durante la actuación porque al final no estaba ni mucho menos lleno.
En DROPKICK MURPHYS decidimos descansar y verlos sentados desde la lejanía. Este grupo de punk celta es muy querido en HELLFEST como demostró el público que atrajo. Aprovecharon para grabar el videoclip de un tema nuevo que presentaron en el festival, Two sixes upside down. No faltaron sus temas más conocidos como Rose tattoo y I’m shipping up to Boston.
Con algo de retraso salieron al escenario los FIVE FINGER DEATH PUNCH en el que la principal novedad es la marcha de uno de sus guitarristas principales Jason Hook por problemas de salud (al que sustituye Andy James). El concierto no me gustó demasiado, la voz de Ivan Moody sonaba regular aunque en la parte final mejoró y en general a la música le faltaba algo ¿pasión? ¿energía? El caso es que tampoco creo que sea un concierto para recordar a menos que seas alguno de los niños que recibieron regalitos por parte de Moody (máscara de hockey, bate de béisbol, etc).
A continuación llegaba la hora de ver a los cabezas de cartel, unos DEFTONES a los que me une una larga relación de encanto/desencanto. Me encantan sus discos, sobre todo los tres primeros pero en directo siempre me han decepcionado. Lamentablemente se volvió a repetir esa sensación agridulce aunque el listado de canciones incluía hasta 8 temas de sus inicios y no faltaron My own summer (shove it), Change (in the house of flies) o 7 words por citar algunas de sus composiciones más famosas.
Acabamos la noche viendo a unos viejos conocidos, VOLBEAT. La verdad es que les vi sin grandes expectativas porque aunque hace años me gustaban bastante, en la actualidad les había cogido un poco de manía. Me sorprendieron gratamente logrando que me quedara a ver toda su actuación. Sonaron bien, tuvieron buena actitud y fueron divertidos. En un par de ocasiones (Wait a minute my girl y Die to live) salieron un saxofonista y un pianista a complementar la banda.
Tras VOLBEAT era momento de retirarse a la tienda. Había sido un día duro por el calor y la falta de práctica festivaleando. Era el momento de intentar descansar para la segunda jornada.
Mientras unos nos freíamos en los escenarios principales, Jaime el fotógrafo de Metal Korner, se refugiaba en las carpas para intentar protegerse del tórrido sol. De los muchos conciertos que vio destaca el de BARONESS, una de sus bandas fetiche. Para él, John y Gina, son un tornado encima del escenario, le transmiten un buen rollo abrumador desde la palestra además de tener un sonido de 10. No quiere dejar pasar la oportunidad de verlos en directo si aun no lo habéis hecho.
Aquí tenéis una recopilación de fotos del resto de grupos que pudo fotografiar en los escenario Valley, Altar y Temple:
ASG
BLACK MOUNTAIN
CADAVER
ELDER
ENFORCED
GATECREEPER
HIGH ON FIRE
MEPHORASH
NECROPHOBIC
PRIMORDIAL
ROTTING CHRIST
SETH
WITCHCRAFT