Entre el cansancio acumulado el día anterior y los diversos aguaceros que cayeron a lo largo de la mañana decidimos tomarnos con más calma esta jornada.

 

Cuando llegamos, a eso de las 17:00 de la tarde ¡lo nunca visto para mi en el festival! pudimos apreciar la gran cantidad de barro que se había formado debido a las lluvias del día anterior y de esa misma mañana. Afortunadamente las zonas más cercanas a los escenarios al aire libre están asfaltadas por lo que se podía estar bastante bien.

 

Llegamos a tiempo para disfrutar del concierto de MYLES KENNEDY & COMPANY. Myles es otro de los músicos habituales del festival, casi cada año podemos disfrutar de su voz, ya sea con Alter Bridge, acompañando a Slash o ahora en su proyecto en solitario.

 

Aunque Myles toca la guitarra en este su proyecto en solitario o con Alter Bridge, y de hecho fue profesor de guitarra, es en realidad su gran voz, la que le convierte en un músico extraordinario. Poco a poco el paso inexorable del tiempo está haciendo que las grandes voces del rock y del metal se vayan apagando, pero afortunadamente tenemos algunos buenos relevos como la persona que nos ocupa.

 

 

Con este, su proyecto personal, busca separarse totalmente de lo que hace en Alter Bridge y de hecho su repertorio se centró en Year of the tiger de 2018 y en el más reciente The ides of march publicado el año pasado. Aunque sí recuperó un tema de su antiguo grupo, The Mayfield Four, y otro de su colaboración con Slash, no tocó ninguna de Alter Bridge.

 

El grupo no sonó mal pero la puesta en escena fue algo sosa, sin nada que destacar. Supongo que solo convenció a los más fans de Kennedy. Para el tema World on fire se quedó solo con su guitarra acústica, aunque luego se le unió el batería. Por un momento pensé que tal vez viéramos una colaboración en directo con Slash ya que estaba presente en el festival esa jornada, pero por allí no hizo acto de presencia. Hubiera sido algo memorable.

 

Nos cambiamos al escenario principal 2 para recibir a la banda holandesa EPICA, que habían dispuesto una decoración de aspecto metálico bastante chula coronada por dos cobras que se alzaban amenazadoramente en ambos márgenes del escenario. Esa decoración ya deja a las claras que estábamos ante uno de los grupos importantes de la jornada.

 

 

Hablar de EPICA es hablar de Simone Simons, su cantante principal y del guitarrista y también cantante Mark Jansen y de sus duelos vocales entre luz/oscuridad o delicadeza/brutalidad. Mientras este duelo se reproducía en cada tema veíamos gran cantidad de llamas saliendo del suelo o de la boca de las cobras dándole mayor espectacularidad a la actuación. El teclista Coen Janssen también reclamó su dosis de protagonismo bajando al foso para tocar delante de las primeras filas del público en Sancta Terra  o correteando con su teclado Revo1 de punta a punta del escenario.

 

 

 

Tras un buen concierto de metal sinfónico de la mano de Epica nos cambiamos de escenario para disfrutar de AIRBOURNE que, por segunda vez en una semana, actuaban en el festival. Si bien el sábado anterior no nos habíamos quedado a verlos, esta vez no pensábamos perdernoslos. Posteriormente comparando el setlist de ambos conciertos pudimos comprobar que tocaron las mismas canciones por lo que muy probablemente la actuación fue calcada en ambas jornadas.

 

La intro con la canción principal de Terminator 2 nos puso sobre aviso de que algo grande se avecinaba. Los herederos oficiosos de AC/DC estaban de nuevo sobre el escenario para volver a descargar su hardrock pleno de energía, buen rollo y cerveza.

 

Con Ready to rock las ganas de fiesta de la gente quedaron patentes y empezó un trasiego de personas por encima de nuestras cabezas que no paró en todo el concierto. Debió ser el concierto en que vi más gente haciendo crowdsurfing. Desde todas partes pasaba todo tipo de gente: hombres, mujeres, grandes, pequeños, franceses o de otras nacionalidades,… innumerables personas se elevaron al cielo para ser llevados en volandas hasta la valla donde el equipo de seguridad no daba a basto.

 

 

El concierto iba avanzando mostrandonos otra faceta de nuestro maestro de ceremonias, Joel O’Keeffe, la de barman. Si en It’s all for rock ‘n’ roll preparó unas copas de Jack Daniels con Coca-cola para la banda y para el mismo, además de un quinto cubata para el añorado Lemmy, en otros momentos de la actuación se puso a servir y lanzar chupitos de cerveza al público.

 

 

Una sirena de aviso de bombardeo hizo acto de presencia en Live it up y se despidieron de nosotros de la mejor manera posible, con su ya clásico Runnin’ wild. Este acabó siendo para mi gusto el mejor concierto de la jornada.

 

Nuevamente nos desplazamos para ver un poco mejor lo que iba a acontecer en el escenario 2 con los finlandeses NIGHTWISH. Tras Epica, recibiamos otra ración de metal sinfónico de una banda que no parece haber notado la reciente marcha de uno de sus pilares, el bajista Marko Hietala, que también aportaba su voz masculina.

 

 

Floor Jansen demostró estar en plena forma captando la atención de los presentes gracias a su gran voz y sus movimientos sobre el escenario. Se percibió buen rollo con el nuevo, un Jukka Koskinen que en ese momento no era considerado miembro oficial aunque recientemente ya ha sido reconocido como tal.

 

 

 

Los momentos álgidos de la actuación no os sorprenderá saber que fueron con canciones como Élan, Storytime o Nemo aunque el más especial se produjo al final de la actuación con Floor Jansen cantando Ad Astra sobre música grabada mientras el resto de integrantes de la banda, ya sin sus instrumentos, permanecían estáticos a su lado.

 

 

A continuación llegó el turno del cabeza de cartel de la jornada, los siempre excesivos GUNS ‘N’ ROSES que contaban con la mayor cantidad de tiempo de todas las bandas del festival, ¡2 horas y media!.

 

Ya les había visto con esta formación en el Download madrileño de 2018 y en aquella ocasión se me hicieron pesados entre otras razones debido a un retraso considerable.

 

 

 

Me sorprendió gratamente que en Clisson fueran bastante puntuales, de hecho comenzaron un poquito antes de la hora prevista. Por primera vez en Hellfest, Axl y Slash compartían escenario y junto con otros dos de sus miembros de la época clásica, Duff Mckagan y Dizzy Reed, además de Richard Fortus, Frank Ferrer y Melissa Reese se dispusieron a recuperar todos los clásicos del grupo.

 

 

Arrancaron con tres temas propios, It’s so easy, Mr. Brownstone y, uno de los más esperados, Welcome to the jungle, antes de la primera versión de la noche, Back in black de AC/DC (grupo con el que como sabéis Axl actuó en algunas fechas de 2016 en sustitución de Brian Johnson).

 

Justo después tuvimos otra versión, esta vez del Slither de Velvet Revolver, grupo en el que estuvieron Duff y Slash. No creo que Axl estuviera en este tema a la altura del difunto Scott Weiland, cantante de los Velvet. Hablando de Axl, su voz estuvo muy lejos de lo que fue y supongo que su evidente sobrepeso no le ayuda.

 

 

A continuación interpretaron una canción nueva, Hard skool, publicada el año anterior oficialmente, que pasó sin pena ni gloria. La gente quería oír canciones que conocía como Reckless life, Live or let die, versión de Wings que los Guns llevan interpretando desde 1991, o Rocket queen.

 

Duff McKagan pasó al primer plano cuando además del bajo aportó la voz en otra versión, en este caso el I wanna be your dog que inmortalizaron los Stooges del ínclito Iggy Pop. Un rato más tarde fue el momento de lucimiento de Slash con un solo de guitarra de unos 5 minutos.

 

 

Tras esto, GnR enfilaban el final de su actuación con Sweet child of mine, November rain, su tributo al Knockin’ on Heaven’s Door de Bob Dylan y por último un Nightrain que nos adentraba en el territorio de los bises.

 

¿Después de los temas citados que le quedaba a la banda? Un par de temas un poco anodinos para empezar, Coma y Patience. Afortunadamente, se despidieron de la mejor manera con You’re crazy en su versión cañera del Appetite for destruction (en vez de la acústica de su disco Lies) y Paradise City.

 

 

 

Decidimos retirarnos poco a poco de la zona de conciertos haciendo una breve parada en el Temple para curiosear algo de la actuación de In Extremo.

 
 

Veamos ahora qué tal se lo pasó Jaime

 

Algo más fresco y con un día más o menos relajado para un servidor, nos dispusimos a hacer el ritual mañanero. Un fuerte desayuno/comida, una buena ducha, aseados y oliendo a un colonia de esas que te caen en Navidad por parte de tu mamá, y cargado con mis dos buenas amigas, comenzaba mi peregrinación hacia el Valley, pues hoy también tocaban varias bandas de las que tenía apuntadas en mi agenda.

 

Hoy era el turno de los suecos HÄLLAS. ¡Qué ganas les tenía! Bonita puesta en escena y una grandísima manera de comenzar la jornada. La banda liderada por Tommy Alexandersson, venía presentando su último trabajo, Isle of Wisdom, otro de esos discos que van a dejar huella dentro de la escena hardrock sueca. Esta joven banda, a pesar de su corta trayectoria, ya se ha hecho un hueco entre las mejores bandas de hard rock de su país. Con un atuendo más que llamativo, la banda abrió su esperado concierto con el tema Repentance, perteneciente a  su primer álbum Excerpts From a Future. Con tan solo un tema, la carpa se vino arriba. Las buenas vibras que la banda transmite sobre el escenario se  hicieron notar tema tras tema, viniéndose poco a poco arriba, pues todos esperábamos su gran hit, Star Rider, que se hizo esperar. Pero señores, llegó y aquello fue el cúlmen de un grandísimo concierto que terminó con Hällas.

 

 

 

 

Todas las bandas que pasaron ese día por el Valley eran de sobresaliente. Los jóvenes SLIFT, banda francesa compuesta por los hermanos Jean y Rémi Fossat y su amigo Canek, son actualmente una de las mejores bandas de space rock y rock psicodélico. El directo que tiene esta banda es acojonante, no hay otra palabra, ¡menuda brutalidad! Es una montaña rusa de riffs y fuzzs. En ocasiones, en lugar de un concierto parece que estás ante una jam improvisada por los tres miembros, pero no es así. Cada nota está estudiada con sumo detalle. Si no les conoces y te mola el género, no dejes de escuchar su álbum Ummon, que les dio reconocimiento a nivel mundial.

 

 

 

 

En el Valley también estuvo KADAVAR. ¿Qué podemos decir de Lupus, Tiger y Dragon? Lo que digamos de ellos no va a sorprender a los que ya les conocen. Ya les he visto en directo, al menos, media docena de veces y puedo decir que he sido de esos que han podido contemplar la gran escalada de esta banda. Kadavar  ya está arriba, más arriba no se puede estar.

 

 

 

Cada concierto que hacen, es un éxito asegurado, con temas que para todos sus seguidores son himnos. Da igual que tema sea el que escojan para abrir sus conciertos, los fans nos venimos arriba. En este caso Lord of the Sky, fue el escogido para empezar el show, una actuación con una ejecución impecable. El polifacético Tiger a la batería, se presentó con un look muy llamativo, cabeza rapada  y mostacho afilado, y golpeaba la batería con una fuerza brutal.

 

 

¡Menudo repaso le pegaron a su discografía! Con temazos como Die baby Die, Black Sun o Come Back Life, nos hicieron gozar minuto tras minuto a todos los presentes, y… ¿¡cómo no!? para finalizar, ¡¡zas!! un cover de los Beatles,  Helter Skelter, bonita forma de cerrar tan majestuoso show.

 


 

 

También tuvimos el placer de disfrutar de los suizos MONKEY 3, otros muy finos sobre el escenario. Nos hicieron vibrar tema tras tema, pero como todo concierto, hay un temazo imprescindible, y el punto álgido llegó con su Icarus. Esta canción nos hizo gozar, soñar, flotar,… incluso soltar alguna lagrimilla a más de uno por lo que el tema llega a transmitir. Se trata de un tema lleno de emociones para muchos de los presentes.

 

 

 

 

 

Uno de los momentos más esperados en el Valley era la presentación del nuevo disco de la banda CONVERGE. Este disco cuenta con una colaboración de lujo, con la diva Chelsea Wolf. Blood Moon es el título del álbum y así se presentaban en el cartel de este año. ¡Qué lujo para los presentes!. Contaron con una formación de alto nivel, estando en esta ocasión al frente de las guitarras el señor Stephen Brodsky, vocalista de la banda Cave In, que por cierto, ya podían haber tocado, pero bueno, esperemos contar con ellos en la próxima edición de Hellfest.

 

 

 

 

En esta ocasión la banda no escogió tocar el disco en orden, tal y como aparecen los temas ordenados en el LP, algo que a muchos nos sorprendió. Fuera cual fuera el orden, la ejecución y la unión de estos dos genios, Jacob Bannon  & Chelsea Wolfe, fue toda una experiencia para los que tuvimos la suerte de disfrutar de este grandísimo directo. Con la elegancia y delicadeza de Chelsea, unida a la brutalidad y fuerza de Jacob, lograron que la presentación de Bloodmoon fuera todo un éxito. ¡Joder amigos! menudo colofón para cerrar la jornada del Valley. Nos fuimos con la sensación de que pocos tendrían el lujo de ver una actuación así y nosotros habíamos sido parte de los afortunados.

 

 

 

En esta jornada mi paso por el Altar fue más bien fugaz, dándole mayor importancia al Temple, en el cual pudimos ver a los noruegos ARCTURUS  o a los franceses IGORRR, una de las bandas actuales más creativas y explosivas del momento.

 

ARCTURUS

 

 

 

 

Igorrr dejó el Altar patas arriba. El grupo venía con una nueva imagen por parte de  Laurent Lunoir. La potencia de esta banda en directo es algo fuera de lo normal, siendo ya poco normal su mezcla de samplers, ópera y voces guturales, acompañados por guitarra y batería. Toda esta amalgama coge forma sobre el escenario dando a luz a una de las puestas en escena más potentes de Francia. Con temas como Paranoid Bulldozer Italiano, Nervous Waltz o Camel dance floor dejaron al público allí aglomerado con el pelo para atrás. ¡Menuda potencia!.

 

 

 

 

Otro de los conciertos que pudimos disfrutar,  fue el de una delicada Amalie Bruun y su banda MYRKUR que venían  tocando su disco más folk hasta el momento Folkesange. Myrkur fue todo sutileza sobre el escenario. Amalie salió acompañada por cuatro jóvenes, los cuales se encargaron de hacer los acompañamientos de los  coros, emplearon instrumentos de cuerda y grandes panderos para la percusión. Escogieron 5 temas del disco escogidos para tocar en directo, pues el tiempo otorgado no daba para el disco entero. House Carpenter, Svea, Gammelkäring, Ramund y Crown fueron los temas que dieron voz y sonido a su concierto.

 

 

 

 

Poco más puedo añadir a este día, en el cual pude disfrutar también del directo de MOONSORROW, DRACONIAN, CONVICTION, SORCERER… si es que el Hellfest siempre es brutal. Sólo nos quedaba hacer una retirada a tiempo para descansar de cara a lo que sería el último de estos 7 días de festival.

 

MOONSORROW

 

 

 

 

 

VILLAGERS OF IOANNINA CITY