Por Víctor López
2022, el año de acabar los proyectos que se quedaron a medio grabar, o por empezar… qué joyas nos has dejado… Os comparto mi selección de discos de este año, y quiero hacer especial hincapié en los dos últimos, que tienen su historia.
POETIC DESCENT – Worry of Wages
Muy coral todo, muy de tranqui, muy emo que ha dejado atrás el rollo y quiere madurar. Me gusta bastante, es música que me pongo para hacer la compra, para estar trabajando, como sonido de fondo que agrada al oído. Hay que decir que es previsible en cambios de ritmo, pero no por ello tiene mala calidad.
ENTERPRISE EARTH – The Chosen
Fuego, vísceras, guturales, política y satanismo. Bastante de lo ya escuchado, pero me sabe fresco el ritmo que tienen. Llevan unos tempos que me gustan mucho por ser complejos, y han cuidado mucho su instrumentación. Quizá agobia un poco que todo el rato esté sonando todo el grupo, pero me asombra que los riffs y el fraseo vaya a la par las guitarras con el bajo, ya me gustaría verlo en directo…
GIRISH AND THE CHRONICLES – Hail to the Heroes
Joder, si esto no es lo que quieres para plato fuerte de un festival. Son completísimos en su hard rock, al nivel de los BLS, o Dead Daisies, o los mismos Black Stone Cherry, incluso me recuerdan a Devil’s Train, pero no sé, mejores. Quizá por ser obviamente más jóvenes, o por el descubrimiento de ser indios, que es algo que no influencia su música para nada.
No puede faltarme nunca espacio nórdico donde se canta en inglés con la “r” bien pronunciada, además de en su idioma original. A este grupo no puedo destacarle álbum porque han sacado dos sencillos, pero tengo que destacar que son totalmente acústicos. Totalmente corales, y respetan absolutamente la inspiración vikinga en todo lo que hacen. Igual es un grupo que quisiera ver en concierto como oírlos en la banda sonora del GoW.
RADEMENT – Elation of Dysmorphia
He tenido la suerte de entrevistar a este pedazo de grupo, y poder oír su música bajo el prisma de quien lo ha compuesto, entendiendo porqué han puesto y dónde. Y sólo tengo que decir que la escena local necesita bandas como ésta. Con energía, con ganas, y con muchísima garra. Son puro fuego, y su disco es simplemente perfecto.
DPH – Dances of fire and rhythm
¿Sabes ese gusto que da cuando estás rebuscando por Spoti, y busca que busca, para al final llegar a una “one-man-band”? (aún existen!) pues es lo que tienes en este disco. Un disco totalmente instrumental, lleno de experimentación, lleno de ideas que cada tema daría para desarrollar un álbum, y sin letra. No tengo nada, obviamente, en contra de los vocalistas (canten o gruñan), pero un disco instrumental da una libertad creativa y un horror vacui maravilloso, que nos deja con joyas como ésta.