Por Chus
Se sentía orgulloso cada vez que transportaba el pequeño saco a hombros. Era la culminación del esfuerzo de meses. No era nada sencillo introducirse en la vida de alguien, ganarse su confianza y en algunos casos incluso fingir que se ama. Todo tenía que parecer fluido y orgánico. En el instante que fallase en su papel, todo solía desmoronarse en pocos días. Pero ay, cuando salía bien, era una delicia. Siempre acababa todo igual. Los llevaba a su casa, los drogaba, y una vez inconscientes los asesinaba. No sentían ni el más mínimo resquicio de dolor. Después los despedazaba y metía los trozos en un bidón con cierto producto químico. En pocas horas la sustancia carcomía carne y músculos, dejando los huesos limpios. Entonces, agarraba el puzzle esquelético, lo metía en el bolsón y lo cargaba con satisfacción al maletero del coche. Media hora más tarde, estaba en el bosque que estaba a las afueras de la ciudad. Agarraba el bulto y no con poco esfuerzo iba a la cueva. Una vez allí, lo soltaba y comenzaba a armar su santuario personal, creado a base de partes de personas. No faltaba mucho para poder acabarlo y poder realizar el primer sacrificio en honor al ente cósmico….
Bienvenidos al universo de RUINAS.
El pasado 13 de mayo de 2022, Spikerot Records lanzó el segundo L.P de RUINAS llamado Resurrekzión.
La alineación del conjunto es la siguiente: Angel (batería), Rober Bustabad (guitarra, bajo, voz, sintetizadores).
Madre del amor hermoso, menudo papelón ha sido escribir la reseña que ahora estáis leyendo. A ver, los gallegos han parido un disco realmente personal. Eso a priori es doblemente bueno, ya que estamos hablando de que se supone que hacen Death Grind. Como es sabido, el género en cuestión tiene una serie de limitaciones. Dichas acotaciones el dúo, para bien o para mal, se las saltan a la torera. Me explico. Podríamos dividir el Elepé en dos mitades. La primera, se basaría en la vertiente más corrosiva. Aquí es donde exceptuando la inicial Eterno retorno que no me convenció demasiado, fue donde más disfruté. De verdad, la fusión de ira sin control y leves pero efectivos toques de dramatismo que exhiben son cuanto menos apabullante.
No obstante, en la segunda parte del redondo, optan por instrumentales atmosféricas pausadas, con mucho sintetizador e incluso algo de Noise. Ahí es donde me quedé a cuadros. Conforme transcurrían los minutos fui perdiendo el interés y preguntándome una y otra vez si era necesario que viera la luz una faceta tan dispar. A decir verdad, por separado, sin tener en cuenta lo anterior, funcionan bien, pero en conjunto, la solidez se diluye peligrosamente.
Ahora bien, si me lo permitís, procedo a comentar por encima las características básicas del digamos, lado salvaje.
Las “hachas” son rápidas y furiosas. Tanto, que, al acabar, os sentiréis como si os hubieran metido una paliza descomunal. No se olvidan de las dobles armonías ni de la melancolía vista desde un prisma furibundo.
Los registros vocales no dan un solo segundo de respiro. ¿Ya os estaréis haciendo una idea verdad? Olvidaos de clean vocals o concesiones a la comercialidad.
La percusión va a mil por hora. El Chaparrón de “golpes relámpago” es letal.
Destacaría Último vector como lo mejor del embiste. No entiendo la razón de cambiar de tercio en última instancia…
Poco más puedo decir queridos lectores de Metal Korner. En conclusión, estamos ante un Larga Duración diferente, que seguro que gustará sobremanera a todos aquellos que vayan con la mente abierta y dispuestos a catar algo que se salga de la norma dentro del “ruido” más extremo.
Nota: 6
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