Fotografías de Alma Peña Rey
A pesar de que la agenda de conciertos de Sevilla no es ni por asomo comparable con la de Madrid o Barcelona, de vez en cuando arriban a la capital andaluza giras internacionales muy interesantes, como es el caso de la de BRAINSTORM, un grupo teutón no tan conocido pero no por ello menos intrigante. Son conciertos que suelen caer entre semana y pasar desapercibidos para la mayoría, pero son los bolos que realmente mantienen viva la escena. En este caso fue la promotora ITP Promotions la que hizo esto posible.
Los encargados de telonear esta velada fueron los vitorienses DELION, que empezaron con una intro instrumental que dio pie a mi canción favorita de ellos: Judas, momento en el que el cantante se sube al escenario. Creo que este principio fue lo que peor les salió del show, ya que noté algún pequeño fallo en un solo de guitarra de la intro y un chillido fuera de tono al principio de Judas. No detecté más errores de ahí en adelante aparte de que la batería y el bajo estaban demasiado fuertes, así como la voz principal. De hecho, los picos de mayor volumen de la voz podían ser molestos para el oído. Por el contrario, el micrófono del bajista estaba demasiado bajo.
Al terminar el tema dieron una breve auto-presentación y tocaron God of Fire, donde trataron de hacer a la gente cantar con escaso éxito, ya que -por entonces- no había mucha gente en la sala, lo que provoca que dé más corte gritar. Después de esta canción, DELION comienza con su repertorio en español, y es curioso, porque las canciones en inglés suenan a power metal y las que están en español suenan más a heavy patrio, tipo TIERRA SANTA o SARATOGA. Las canciones en inglés son power metal típico pero original. No lo relacionaría de manera directa con ningún grupo famoso en concreto. Si eso con GAMMA RAY y el HELLOWEEN de Andi Deris.
El cantante tiene mucha presencia en el escenario, además de un vozarrón y unos pantalones con parches muy guapos. Presenta al bajista antes de que empiece Legado, canción donde hay un punteo de bajo precioso antes de que rompa la canción y se unan todos. Parece que el bajista se emocionó tanto que le dio calor y se quitó la camiseta. Su aspecto es, cuanto menos, imponente.
Poco después sonó Tu Traición, que me gusta, pero no puedo dejar de fijarme en la similitud de su riff principal con el de Princess of the Night de SAXON. La siguiente fue Ganas de Gritar, que tiene un breakdown atronador. Y a su término, el frontman hace “un Freddy Mercury” con el público, haciéndoles repetir su canto; y esta vez sí que se escucha una respuesta del público considerable.
Acto seguido retoman el inglés con la pegadiza Trumpets of Heaven, y un servidor lo agradece. Aunque fue la tercera y última así, ya que terminan con la canción Mentirás, que a pesar de empezar sonando un poco a lo HAMMERFALL, pronto se destapa como otro tema típico heavy español.
Después de un amplio descanso llega la hora de BRAINSTORM. La sala se ve más llena y todo el mundo parece alegre. Sobre todo Pierre, un anciano con larga barba, melena y sombrero que aparece de vez en cuando en conciertos de rock y metal para bailar sin parar, levantando el ánimo de todo el que está a su alrededor.
Su sonido puede recordar al de ICED EARTH o GRAVE DIGGER. BRAINSTORM es un grupo que empezó siendo más speed metal y luego se fue volviendo más power. Lo que más llama la atención de ellos son los potentes estribillos que Andy B. Franck, el cantante, recita a la perfección; aunque no hay que olvidar que todos son virtuosos en lo suyo.
La agrupación germana comienza por el afilado punteo de Where Ravens Fly, una canción de su último disco, el Wall of Skulls, motivo de su gira. Notamos que la mezcla de sonido está muy bien. Nada chirría los oídos. El siguiente tema en aparecer es posiblemente mi favorito de ellos: The Worlds are Coming Through, que tiene un riff y un estribillo increíbles, y la clavaron en directo. Después tocaron la moruna Shiva’s Tears, que no solo destaca por su riff principal tipo epic doom, sino también por un solo de guitarra técnico y furioso que luego pasa a ser lento y pasional.
El resto del setlist estuvo compuesto por lanzamientos del Soul Temptation (2003) en adelante, y aunque eso no sea muy de mi agrado, he de decir que BRAINSTORM sigue haciendo buena música. Glory Disappears es prueba de ello, una canción híper pegadiza que a pesar de ser del 2021 ya parece todo un himno. O eso hizo notar el público, al que el frontman le dio las gracias en un inglés super entendible.
Otro momento destacable de la noche fue el espectacular solo de batería de Dieter Bernert y el solo de bajo de Antonio Leva. Aprovecho para mencionar que estos solos si son demasiado largos pueden llegar a aburrir, por lo que hay que calcular bien su duración, cosa que hizo BRAINSTORM. Y sería complicado destacar tan solo uno de los solos de guitarra de Torsten Ihlenfeld y Milan Loncaric, pero a mí los de Jeanne Boulet (1764) me llegaron al alma.
El quinteto alemán demostró ser capaz de tocar tan bien como en los discos hasta el final, que fue el bis End in Sorrow, donde Andy B. Franck volvió a lucir su amplio rango vocal. Ayudados solo de la portada de su último álbum proyectada en una pantalla de píxeles y, eso sí, de una impoluta ecualización, BRAINSTORM dio un debut en Sevilla que todos recordaremos.