Por Joseph D´Folk

 

Se cumplen casi cuatro años del lanzamiento de su último trabajo de estudio, El baile de los caídos y es que, en esta temporada, no sólo ha habido conciertos, festivales y mucha fiesta, estos músicos también tuvieron tiempo de sobra para seguir bebiendo de ese grifo de creatividad musical que lleva activo desde la fundación de la banda… LÈPOKA lo ha vuelto a hacer. E aquí hoy, viernes 23 de febrero de 2024, su nueva obra: Dios está borracho.

 

 

Imagino que muchos fans estarán de acuerdo conmigo en que, si bien era necesario en su momento un cambio de imagen para adentrarse en la nueva etapa de la banda colgando en el armario las sotanas, en este reciente trabajo creo que les vendrían como jarra en mano de nuevo, a juzgar por el título, la increíble portada, y su contenido.

 

Pero bueno, dejo de andarme con rodeos y me adentro en los entresijos que nos ocupan…

 

Empezamos hablando de la canción que da nombre a este quinto trabajo de estudio de los de Castellón, Dios está borracho. Un tema que recuerda bastante a ese predecesor Bibere vivere por las melodías de whistle, violín y gaita, a cargo de Zarach y Dani Fuentes, así como retomando el contexto religioso, combinándolo con ese sonido tan cañero que nació en El baile de los caídos, pero asentando más la base en el ska.

 

Un trabajo estupendo por parte de Popez y Dionis con un riff bien marcado, guitarras secas y sin filtro, haciendo que el sonido general sea más directo, y consiguiendo que a su vez la letra logre más contundencia de la que ya tiene. Ese cambio de intención en el primer pre-estribillo/puente, más reggae o funky, según se mire; impecable. No muy forzado (pero bien encajado) el cambio de tempo tras el segundo estribillo, volviendo a interpretar la melodía folk principal. Buena apertura para el disco.

 

LÈPOKA siempre ha querido transmitir alegría en todas aquellas canciones que trataban temas algo tristes, y en esta ocasión se repite dicha jugada fusionando una letra que consigue ponerte en la piel de alguien que celebra la festividad mexicana de El Día de Muertos, expresando algo muy profundo y bonito a la vez, con melodías folklóricas bailables. Es el sello personal de esta agrupación, al fin y al cabo.

 

Y es que en Brindo por verte escuchamos notables guiños a la cultura mexicana (que ya se hacían esperar habiendo presentado en directo por primera vez este tema en el propio país) embriagando el estribillo a base de mezcal y tequila, o animando la fiesta para brindar por volver a reencontrarnos con nuestros seres queridos a ritmo de ska folk versionando brevemente La llorona en la sección del sólo.

 

Interesantes modulaciones de voz jugando con las frecuencias; una evolución vocal por parte de Dani Nogués bastante importante. Probablemente sea el segundo tema que más me ha gustado de este álbum.

 

En un disco en el que todas o la mayoría de sus canciones estén enfocadas en los géneros del punk o el ska, es inevitablemente habitual que haya alguna letra de protesta o contrapolítica… Y así es Dónde vas. Tras esa aparición de Pulpul en aquel increíble Pandemonium de su pasado trabajo, han creado una obra que en ocasiones me ha recordado tanto lírica como instrumentalmente a Jaque al rey, de SKA-P. Un estribillo bastante pegadizo y muy animado, aportándole el brillo del ska con los golpes de acordeón. La bajada de la melodía vocal e instrumental en el cierre de cada verso del estribillo, engancha. Muy trabajadas las armonías en los vientos por parte de Zarach en la sección del sólo.

 

 

Continuamos analizando esta creación y es que Antes del amanecer arranca con una melodía muy típica dentro del marco del punk irlandés tradicional, que bandas como FLOGGING MOLLY, THE RUMJACKS o PADDY & THE RATS entre muchísimas otras, han interpretado también. Una base de bouzouki con punteos de banjo y guitarra eléctrica, unos bailes de gaita/whistle y una base de violín, que dan lugar a una canción digna de escuchar en un pub de Dublín. A esta línea instrumental le acompaña una letra que trata de enfocar ese sentimiento de encontrarte perdido. La sensación de, aun habiendo luchado, sacrificado y esforzado por tus objetivos, la vida no te recompensa como realmente te mereces o esperas. Y a pesar de esa incertidumbre, buscas incansablemente una realidad alternativa. Cabe destacar la multitud de capas vocales que presenta el estribillo, haciendo creer que esta pieza haya sido compuesta principalmente para tocarla en directo y fuera el público quien rellenase todas esas capas de las que hablo para conseguir ese sonido de estudio e incluso más épico.

 

Me atrevería a decir que A las calles fue escrita hace años y se quedó fuera de Bibere vivere, ya que es exactamente del mismo estilo de dicho trabajo. Más heavy que cualquiera de los demás cortes. La línea rítmica de batería y bajo por parte de Jaume y Zaph respectivamente, muy atronadora. Una oda a la manifestación que mantiene un sentimiento oscuro y de odio todo el tiempo, quizá eso haya sido un problema en el estribillo ya que me da la sensación de que es un poco plano y no se ensalza tanto. Era necesario un tema así para contentar a los seguidores más antiguos de LÈPOKA.

 

Generalmente con tal de captar nuevos clientes o mantener los que ya tienen, una empresa debe presentar un nuevo producto que le dé un toque diferente e innovador a su imagen, y este es el caso de La nit es nostra. Si bien la esencia instrumental sigue siendo la misma, aunque en esta pieza predomine más un ska-pop bastante melódico, el cambio más notorio se da en la letra, ya que está escrita en su lengua natal, el valenciano. Y no suficiente con presentar esta variación lírica, colaboran dos importantes artistas influyentes de esta formación, como son Adrià Salas de LA PEGATINA y Artur Martínez de LA FÚMIGA, un dúo vocal que junto a Dani Nogués hacen de la escucha de esta, una canción que perfectamente podría ser parte de la discografía de los italianos TALCO. (Mención a mi amiga Náyade, quien me ayudó a traducir la letra correctamente)

 

Puedo decir que en algunos puntos de la estructura me recuerda a Yo controlo, uno de los singles que salió a la luz dentro del marco de su tercer trabajo de estudio.

 

Después de escuchar repetidas veces esta interesante canción, pienso que no sólo es bastante fiestera, sino que han sabido compensar bien la diferencia de intensidades. Funciona como olas en el mar, ya que la melodía principal folk es bonita y agradable, sin embargo, las estrofas son más apagadas, pero entrando al estribillo volvemos a aumentar la potencia. Se hace bastante amena la escucha en definitiva.

 

En el siguiente tema, ese ritmo atresillado tan característico, sumado a unas melodías alegres de whistle y violín, guitarras muy cañeras con clara influencia de hard rock, así como presentando una letra motivadora que recuerda en su conjunto general a Puedes contar conmigo de MÄGO DE OZ, invita con todos los honores a que una leyenda del rock nacional como fue en su tiempo el vocalista principal de la formación nombrada, José Andrëa, militante actual en URÓBOROS y KABRONES!!! ponga voz en este corte. Los fans de LÈPOKA pedían incansablemente este suceso desde hacía bastante tiempo, y por fin se ha materializado. ¿Qué decir de Contando al andar? Una canción que junto con A las calles, denota que la banda sigue conservando su gusto por el heavy metal o el folk rock y no pretenden deshacerse de ello por el momento. De hecho, esta pieza puede lograr convertirse en uno de los himnos de los festivales por los que actúen, aunque quieran darle más protagonismo al ska-punk en este disco.

 

 

Nos relajamos un poco (pero no mucho) escuchando cómo una melodía tenue pero muy agradable, y que realmente transmite un nuevo comienzo, esperanza… Te anima a sonreír y recordar las veces que hemos reído o llorado, para dar el pistoletazo de salida con ese ritmo de verbena pueblerina a Un año más. Igualmente, en las estrofas se siente más progresivo y parece avanzar lentamente, pero cuando poco a poco se intensifica un redoble de batería por parte de Jaume que empieza sutilmente desde el inicio de la estrofa hasta el fin de la misma y llegamos al estribillo, brincamos de la silla.

 

Me encanta que por un lado suene un riff tan cañero con la eléctrica a la vez que en la segunda parte del estribillo añadan la guitarra acústica para golpear unos acordes haciendo que sea más ska (y muy interesante la línea de banjo paneando la melodía principal). Inevitablemente siempre acaban volviendo a la base más usada. Un corte bastante pop/comercial, y aunque no sea rock o metal, percibo aires a la banda MORAT. Este es mi tema favorito de este álbum, ya que al escucharlo me hizo rememorar viejos y bonitos recuerdos.

 

Dinero, falsas promesas, ilusiones perdidas, sueños inalcanzables y una libertad envenenada… El capitalismo se apodera de El dorado. Un corte que a primera apreciación se puede escuchar una clara base punk rock muy pulida que mejora con las diferentes matices instrumentales. Unas melodías folk de transición con tintes árabes quizá, ya que alguno de los giros me ha recordado a Satanael de MÄGO DE OZ. Una vez más juegan con las diferentes intensidades a lo largo de la estructura empezando con una sección reggae, seguida de unas estrofas que recuerdan mucho a LA RAÍZ en A la sombra de la sierra tanto instrumental como líricamente, pasando por un estribillo rockero bastante pegadizo para terminar la canción con una sección muy punk.

 

Estoy ante una pieza que al principio no conseguía encajar dentro del estilo de la propia banda por más que la había escuchado; era extraño. No digo que sea un corte de relleno ni mucho menos, porque me parece un temazo. Pero pienso que se trata más de una experimentación.

 

Nunca sobra una balada, y es que juega un buen papel como broche final para este Dios está borracho.
En La misma habitación escuchamos hermosas melodías que al cerrar los ojos hacen imaginarte conduciendo por una carretera sin fin, atravesando campos coloridos en un día soleado y cantando al fin de las guerras por las que estamos siendo sacudidos, el odio, el dolor y las malas vibras en general que nos ocultan la libertad. Una estructura bastante monótona pero no por ello sencilla, teniendo en cuenta la composición instrumental arpegiada por parte de las cuerdas y la armonización de película por parte de Dani Fuentes y Zarach con el violín y el whistle. Interesante que esta vez la diferencia de intensidad se dé solo en la segunda mitad de la obra al añadir otra guitarra acústica rasgando acordes y caminando. Me ha dado un aire country. Muy del estilo de JOHN DENVER. Un cierre maravilloso para un conjunto de canciones increíbles.

 

En vista general se me ha hecho bastante rápida la escucha íntegra de este LP. La mayoría de los cortes presentaban una duración breve aunque han sabido plasmar perfectamente las ideas y enfoques haciendo que la estructura de cada canción tuviera cohesión, y encaje así con el conjunto completo. Un álbum muy fresco con una gran evolución discográfica, apartando a un lado (pero sin olvidarlo) el folk metal al que han estado acostumbrados desde sus inicios, para rellenar ese hueco incorporando a la mezcla el punk irlandés y el ska en mayor medida, dejando claro que LÈPOKA ha encontrado el camino que más le favorece y gusta al público que día a día sigue disfrutando de su música. Puntuación: 8,5

 

DATOS TÉCNICOS:
Grabación en: La Sucursal (Barcelona)
Producido por: Tato Latorre
Guitarras extra, teclados y programación por: Tato Latorre
Asistencia de producción por: Sinuhé Roldán
Ilustración, diseño y maquetación por: Joel Marco (JMDesign)
Fotografía por: Javier Bragado
Estilismo y maquillaje por: Carmen Polo y Ana Torres

 

Canciones incluidas en Dios está borracho:
1. Dios está borracho
2. Brindo por verte
3. Dónde vas
4. Antes del amanecer
5. A las calles
6. La nit es nostra
7. Contando al andar
8. Un año más
9. El dorado
10. La misma habitación

 

Como diría LÈPOKA… ¡Que os folken!