Fotografías Juan Sánchez Audiovisuales (fotógrafo oficial)
Videos captados por Juan Ángel Martos
Una nueva edición del VINCULA ROCK se llevó a cabo el pasado 17 de mayo en Escañuela (Jaén), con una nueva promotora detrás, OLEOSONICA MUSIC y con cambio significativos comenzando como siempre por la mañana con dos conciertos gratuitos, esta vez a cargo de MEGASCOLIA y THC (Tu Hipocresía Cultural) en la plaza Primero de mayo, para pasar en horario de tardes al Campo de Futbol de la localidad.

Y desde la llegada eran visibles y notables las mejoras con respecto a años anteriores, principalmente la cubrición del césped del campo con unas planchas de goma antideslizante mucho más efectivas y cómodas que el plástico de cubrición de años anteriores que se levantaba con el viento y acababa roto en las zonas cercanas al escenario.
La zona de restauración contó con dos puestos de comida, en la que por primera vez se dispusieron de carpas para evitar el calor, además de mesas y sillas, todo un acierto y una de las reclamaciones por parte del publico año tras año. De igual forma el nuevo sistema de pulseras para pagar en el festival era rápido, intuitivo y fácil, con personal que te atendía amablemente, aunque no era necesario. Unas barras más modernas y siempre bien atendidas, así como una seguridad en todo momento correcta y pendiente además de dar vueltas por el recinto sin parar.
La zona de acampada también ha mejorado por parte del Ayuntamiento, han creado un pequeño parque con su iluminación led, de albero y paseos acerados, los cuales han quedado de lujo, así como dejarle acceso a los servicios de la piscina a todos los campistas que había.
En cuanto a lo musical, un gran escenario dio cabida a todo tipo de bandas, en un festival que cambiaba un poco su estética, pero manteniendo la de todos los años, quizás con un menos punk rock que nunca, pero con una gran variedad musical.
Un par de grupos de la provincia ALIMAÑAS y THE LITRONAS dieron el pistoletazo de salida. Eel primero tuvo mala suerte ya que, en sus primeros pinitos en el mundo musical con su nuevo proyecto, pero con más de 15 años de carrera musical, se encontró abriendo a las 17:30 con muy poca gente por un problema con las pulseras y prácticamente las dos primeras canciones apenas había 30-40 personas, que se fue subsanando rápido y es que esta formación tiene mucho futuro porque lo suyo es el rock más puro y directo.

THE LITRONAS, banda local, dio un gran concierto. Ya lo había visto varias veces y ha cambiado para mejor, introduciendo instrumentos de viento en su actuación lo que le da mayor versatilidad a su rock con tintes punk y urbano, en los que bailar y disfrutar, además de ser el estilo característico del festival.

GRITANDO EN SILENCIO hizo acto de presencia con gran puntualidad. Era una de las bandas que tenía más ganas de ver, porque no había podido verla antes. Venía desde Sevilla y dejó una buena dosis de su rock con tintes blueseros muy bien ejecutado y con un gran sonido. Temas como Mírame Desnudo, Sácame de Aquí, la rockera Estaré en el bar o su aclamada Rock ‘n’ Roll de Barrabás, dejaron un muy buen sabor de boca con gente coreando y bailando.

Uno de los momentos de la noche llegó cuando EL DROGAS se subió a las tablas del VINCULA ROCK para poner su excelencia a la vista del público. Y es que la formación capitaneada por Enrique Villarreal, por todos conocido como el cantante y creador de BARRICADA, dio una lección de rock, de saber estar y de entremezclar temas de su proyecto con grandes himnos en un setlist que no decayó en ningún momento. Se notó que las canciones de BARRICADA como Problemas, Objetivo a rendir, el himno Oveja Negra o En Blanco y Negro funcionaron a la perfección y el público se desmadró cantando, saltando y gozándolo, porque había muchas ganas de recordar de nuevo los viejos tiempos. Mereció mucho la pena. Eso sí sin dejar de lado su nueva faceta siguiendo su carácter reivindicativo y con las cosas claras como Mientras arde tu país o Como elefantes. Un gran concierto que dejaba el pabellón muy alto.


Y de un mítico del rock urbano nacional, pasamos a otra leyenda viva en el apartado de metal. KOMA se subía al escenario para destrozar lo que quedaba. Y es que el cuarteto navarro venía a darlo todo, con un Brígido Duque (voz y guitarra) que disfrutó del concierto a cada segundo junto al enorme Natxo Zabala (guitarra), alternándose protagonismos, sonriendo y dándolo todo para crear un ambiente mágico al que el público se entregó.
Era la parte más dura de la noche y se hizo notar con los primeros compases de Dinamítalos o la bailable El viaje, pero esos clásicos irrefutables como Tío Sam, la contundente Se Donde Vives, El Pobre directa y efusiva creando pogos entre el público para corear el estribillo, Imagínatelos Cagando, cantada por todos los asistentes como Almohada Cervical o con un cierre pedido por todos y esperado por el millar de asistentes, Aquí huele como que han fumao y El Jefe. Un señor bolazo, posiblemente de los mejores de la noche.
Pero si salimos de una, nos metemos en otra, porque cambiando de tercio O’FUNKILLO saltó a la palestra encabezado por Andreas Lutz en la voz y el inconmensurable Pepe Bao, uno de los mejores bajistas del mundo que se notaba en cada corte, en cada minuto, con un toque más en el volumen de su instrumento, que recordaba al gran Flea de RED HOT CHILI PEPPERS, y es que solo por verle a él merece la pena.
Un concierto ameno, dispuesto a hacerte bailar con cada canción de funky embrutesio, desde Riñones al Jerez, hasta Rulando y A jierro, pasando por la dulce Mery Jane con ese toque reggae y ese cierre de directo con A Shuparla y la bestial Esos Cuernos. Quizás se eche en falta tener en directo una banda completa con vientos y percusión que rellena mucho más que los dos teclados encargados de los ritmos sureños, pero no paraban de animar y de bailar, así como de rapear. O’FUNKILLO es eso, fiesta, fiesta y fiesta, con ellos el baile y el buen rollo están asegurados.
El bolo lo cerraría ESKORZO, al cual no pude asistir puesto que al día siguiente trabajaba a las 6 de la mañana y me fue imposible verlo, pero varios de los asistentes me comentan que fue un señor bolazo en otro momento diferente de la noche con el que el mestizaje volvía a pisar las tablas del VINCULA ROCK como hacia ya tiempo que no se daba. Personalmente abogo por este tipo de cartel, en el que la variedad y la calidad se dan la mano. Quizás faltó un grupo más punkarra como se está acostumbrado por estos lares, pero todo se andará para ediciones posteriores, rock, punk, metal y mestizaje, seña de identidad de uno de los pequeños y gran festival de Escañuela, en el que todo el que viene repite.





