Texto por mattogrosso y Julia; fotografías: Julia

 

Noviembre en Madrid comenzaba con uno de los eventos más esperado por los fans del metalcore: PARKWAY DRIVE, THY ART IS MURDER y THE AMITY AFFLICTION; tres bandas australianas muy aclamadas entre los seguidores del género.

 

Las puertas del Palacio Vistalegre se abrieron con algo de retraso y a eso de las 18:30 comenzó el primer espectáculo de la tarde: THE AMITY AFFLICTION.

 

Si algo caracteriza a THE AMITTY AFFLICTION son sus sonidos melódicos y sus letras cargadas de nostalgia y emotividad. Pudimos disfrutar de escuchar en directo alguno de sus temas más bonitos como Drag the Lake, Pittsburgh o All My Friend Are Dead. Merece destacarse la presencia de la voz en directo de Joel Birch, quien fue capaz de transmitir todas esas emociones que rebosan en los temas de la banda: tristeza, nostalgia, amor, dolor…

 

 

 

 

Canciones interpretadas por THE AMITY AFFLICTION:

1. Pittsburgh
2. Like Love
3. Drag the Lake
4. All That I Remember
5. All My Friends Are Dead
6. Death’s Hand
7. I See Dead People
8. It’s Hell Down Here
9. Soak Me in Bleach

 

El siguiente turno fue para THY ART IS MURDER, deathcore en vena, es decir, mucho, mucho ruido, pero del bueno. Unos guturales arrolladores y una banda con calidad lírica y vocal excepcional, de esas que no defraudan en directo. Kares, Godlike, Destroyer of Dreams o Human Target fueron algunos de los temas que destrozaron las paredes de Vistalegre.

 

Como es habitual cuando toca una banda con THY ART IS MURDER, el público se volcó: patadas, puños, two steps… una auténtica fiesta para aquellos que disfrutan cada mosh como si fuese el último; y más siendo una de las bandas más queridas de la escena del deathcore internacional. La emoción nos recorría a todos los seguidores de su deathcore y que por primera vez podíamos escuchar en directo a la banda.

 

A nivel visual quizás no fue un gran espectáculo, y más si lo comparamos con lo que venía después, pero habría que hacer una mención especial a las luces led que colocaron detrás del escenario que consiguieron generar un contraste y una atmosfera visual que realzaba a la banda estéticamente hablando.

 

 

 

 

Canciones interpretadas por THY ART IS MURDER:

1. Blood Throne
2. Fur and Claw
3. Death Squad Anthem
4. Join Me in Armageddon
5. Slaves Beyond Death
6. Holy War
7. The Purest Strain of Hate
8. Keres
9. Puppet Master

 

Llegamos por fin, tras el necesario parón para darle los últimos retoques al escenario, al gran momento de la noche. A eso de las 22:20 unas grandes banderolas se elevaron al fondo de la pista y la banda hizo su irrupción por aquel lado. El quinteto caminó tranquilamente saludando al público y ocupando su lugar sobre la primera parte del escenario. Todo presagiaba que íbamos a ver algo grande. Sobre una plataforma adelantada al escenario, en un espacio bastante reducido el quinteto interpretó Carrion y la grandiosa Prey.

 

 

 

Detrás de ellos el resto del escenario estaba tapado con una cortina negra que cayó antes de Glitch para mostrarnos la batería de Ben Gordon dentro de una estructura circular, unas columnas por el escenario y un grupo de bailarines que los acompañaron en el citado tema y en unos cuantos más durante la actuación. En ese momento también comenzó el espectáculo de fuego que calentó las caras de todos los presentes en Vistalegre durante buena parte del concierto.

 

 

 

 

 

Winston McCall, que iba totalmente de blanco incluido el pelo nos presentó Boneyards como una canción antigua y pidió a la gente que hiciera un circle pit. Por supuesto, le obedecieron mientras Jeff Ling, Luke Kilpatrick (guitarras) y Jia O’Connor (bajo) hacían su propio circle pit en un lado del escenario.  Antes de Cemetery Bloom sacaron un micro con espinas que Winston, ahora totalmente de negro, utilizó mientras los bailarines hacían una coreografía a su alrededor.

 

Ya he dicho que hubo fuego, mucho fuego, pero también hubo agua en forma de lluvía que cayó sobre Winston durante su teatral interpretación de Wishing Wells. Está claro que la banda sabe que además de música tiene que dar espectáculo y desde luego que lo estaban dando. Un ratito después el cantante desapareció del escenario para aparecer entre la gente y luego sobre algunos de ellos para interpretar Idols and Anchors mientras más y más gente se aglutinaba sobre esa parte de la pista.

 

 

 

 

Las sorpresas no acabaron ahí. La excelente Chronos sumó más músicos sobre el escenario. Aparecieron tres músicas con instrumentos de cuerda (chelo y violines) para hacer que el tema sonara todavía mejor. Darker still también contó con el mencionado trío de cuerda haciendo que se nos pusiera la carne de gallina.

 

 

 

 

En los bises tuvimos en primer lugar un espectacular solo de batería de Ben Gordon con la batería girando y poniéndose boca abajo rodeada por las llamas que también afloraron por todo el escenario. En el siguiente tema Crushed, vimos a Winston elevarse en la plataforma mientras las llamas salían de todas partes, ¡Vistalegre estaba en llamas! Fue espectacular. El concierto parecía que se acababa con este tema, pues todos los músicos se unieron en un abrazo colectivo, pero no, todavía había más. Quedaba Wild eyes para que la fiesta estuviera completa. La gente sacó el último oxígeno de sus pulmones para hacer los coros en este tema.

 

 

 

 

Sin duda, este ha sido uno de los conciertos del año en Madrid. Menudo estado de forma el de PARKWAY DRIVE.

 

Canciones interpretadas por PARKWAY DRIVE:

1. Carrion
2. Prey
3. Glitch
4. Sacred
5. Vice Grip
6. Boneyards
7. Sleepwalker
8. Cemetery Bloom
9. The Void
10. Wishing Wells
11. Dark Days
12. Idols and Anchors
13. Chronos
14. Darker Still 
15. Bottom Feeder
16. Bises:
17. Solo de batería
18. Crushed
19. Wild Eyes