SASQUATCH, BURNTENCE y THE MOWERS firman grandes actuaciones en el peor de los ambientes

 

Por suerte el concierto se ha retrasado media hora, con lo que no tan solo podré ver a los tres grupos; THE MOWERS, BURNTENCE y SASQUATCH, si no que tengo tiempo de charlar un rato con la gente y los músicos que hacen tiempo antes de entrar.
De entrada preocupan los alemanes… no dan señales de vida y se dice que han perdido una guitarra en el viaje (hurra por lufthansa) y todo sea dicho… cuando The Mowers arrancan con Mower Meat a modo de introducción, empieza a preocupar el público. Tan sólo 4 personas (7 si contamos al personal de barra y un servidor) acompañan a los de Cornellá, dando a la sala un aspecto irreal, como bien decían ellos mismos, de ensayo.

 

De todas maneras con Kill de Hispters y Mismo Perro, The Mowers cogió ritmo, olvidando o aceptando la ausencia del respetable y consiguiendo que lo que parecía una broma de mal gusto empezara a oler a concierto.

Cabe destacar la actitud del grupo, sobretodo de su vocalista Derone, que afrontó la titanica tarea de actuar como frontman aún sin público, pisando el escenario contadas veces y realizando el grueso de la actuación dando vueltas entre las 13 personas que se habian reunido ya en la sala.

En lo musical la actuación fue sólida, Rocksound siempre suena sorprendentemente bien, y su Punk con toques de Metal más convencional junto con el componente simpático de todas sus canciones casi nos hacen olvidar que la afluencia maxima hasta el momento habían sido las 13 personas de las que hablaba antes. 

Una muy correcta Linoleum de NOFX, temas muy movidos como Hoy es tu día o Insanidad, la colaboración voluntariosa del escaso público y la ya mencionada actitud liante de Derone terminaron por sobreponerse a todo y cerrar con solvencia y gracia su actuación.

 

Mientras The Mowers recogian y Burntence se preparaban, la gran preocupación eran Sasquatch y su guitarra (o mas bien la ausencia de ella)… en condiciones normales el problema no habría sido tal, pero si tenemos en cuenta que de los 3 guitarristas presentes 2 eran zurdos y que la guitarra perdida era de 8 cuerdas la cosa va tomando otras dimensiones. Algo estaba claro, solo Mowy de The Mowers era diestro y aún con 6 cuerdas era el único capaz de solucionarles la papeleta a los alemanes.

 

Burntence arrancaban con B-29 y Learn to Survive, con muchas ganas a pesar de contar con escasos espectadores y si bien no contaban con un frontman claro que aliñara su actuación, encararon su setlist con buena actitud.

Es curioso el directo de Burntence, pues con su maqueta es dificil imaginar la solvencia con la que defienden luego sus temas en directo. Una vez te haces con los dejes punk en la voz de Alejandro y consigues encajarla dentro del marco de speed thrash que siguen Pol y Julen el resultado es muy convincente.

Con temas del calibre de Rotten Rats o Davai se intuyó algún amago de mosh, pero sobraba espacio y faltaba gente. Cabe destacar la labor de Pol a la batería, cumpliendo sobradamente con su papel y aportando movimiento y dinamismo en la puesta en escena desde una posición complicada.

Una adaptación con toques muy personales de Ausgebombt de Sodom cerró su propuesta, coincidiendo con la llegada de Sasquatch (al fin) a la sala.

En definitiva, una actuación muy correcta para los jovenes thrashers, quizá para un futuro habría que intentar pulir el tiempo entre canciones, los enlaces y demás, para dotar el show de un poco más de solidez, pero en lineas generales fraguaron unos 35 minutos de buen thrash punk y dejaron claras sus bases.

 

Entretanto Mowy cumplió de buena gana su papel, se cambió la afinación de su guitarra y Sasquatch salieron al escenario bastante apretados de tiempo y de espacio.

Bad Dreams, Dressed in Black y Untitled fueron las elegidas para abrir su actuación. De entrada quedaron demostradas sus tablas, situandose en la primera fila daba la impresión de estar en una sala abarrotada (siempre y cuando no se mirara atras).

Sasquatch nos sacudieron con su Death Core, de factura muy similar a los aquí reseñados Heboïdophrenie, recordándonos también algunos momentos a los canadienses Kataklysm.
Temas de la talla de Annihilation o Disappear, con una perfecta ejecución y una gran puesta en escena pese a todo, invitaron a que un servidor se olvidara de que estaba dejándose el cuello completamente solo en la sala.
Gran labor la de su frontman Heiko, demostrando una total profesionalidad y una gran variedad de registros a la voz. Es justo también acordarse de Michael Merk a las guitarras, que consiguió realizar el show con un 25% menos de cuerdas como si nada hubiera pasado.
Con Like Machines subieron más si cabe la intensidad del directo y terminaron el espectáculo versionando magistralmente a los anteriormente mencionados Kataklysm con su As I Slither.

En definitiva… el jueves presenciamos tres grandes shows, pero el global del concierto en números fue de fracaso. No exagero si digo que en mi vida había presenciado un concierto con tan poca asistencia.  El cabreo del responsable de la sala era considerable y me parece una absoluta vergüenza que una banda que viene desde Alemania tenga que tocar ante 5 personas.
Nada se les puede decir a las bandas, pero el trabajo de promoción fue pésimo. Ni un mísero cartel en las calles y una presencia prácticamente nula en las redes sociales fueron con total seguridad el motivo de ese despropósito.