Vuelvo a tener en mis manos un álbum de una de esas bandas que no suelen aparecer en grandes festivales, ni suelen ser mediáticos dentro del género Black Metal, hablo de los alemanes OLD PAGAN. Procedo a escuchar y analizar su último álbum al que han llamado Ogdun Jarhar.

En primer lugar y para abrir oído, llega pisando muy fuerte el tema “Ogdrun Jarhar”, el cual da nombre a este nuevo álbum. Un rapidísimo blast beat con al menos 300 bpm de velocidad inicia este tema que se antoja crudo, directo y armonioso. La voz de S.Vollmer viene como anillo al dedo, gutural muy abierto a la par que versátil. Las guitarras muy correctas, imprimen una armonía con mucho brillo, a pesar de que no es la mejor producción posible.

Amon Ramah”, segundo tema del álbum que se inicia con otro juego de bomb blast a medio gas. Melódicamente hablando, es un tema espeso aunque bastante melódico en las líneas frotadas. Se me hace difícil en algunos momentos escuchar el bajo, puesto que la producción de este tipo de bandas no suele ser espectacular, sino más bien cruda. Tema rápido que puede hacerse un poco monótono si no se tiene costumbre de escuchar a bandas de Raw Black Metal.

Adentrándonos un poco más, llega “Dark Chaos”, que por supuesto sigue la línea de los anteriores en cuestión de velocidad y armonía, con una batería intercalando blast beats convencionales con Slow & Trues un poco más rápidos de lo normal. Particularmente me parece más oscuro que los anteriores, aunque siendo sincero, se parece tanto que llega a ser un poco monótono. La voz para este tema, se muestra más ahogada pero sin perder los picos agudos característicos del black metal más primitivo.

Como cuarto corte, aparece “Malditz”. Por fin algo más de variedad instrumental. Guitarras mucho más melódicas, más claras y riffs mejor ejecutados. A la percusión este tema me deja apreciar una buena variedad de blast beats, pasando por el bomb blast, convencional y Stop´n Go a media velocidad, lo que hace este tema más interesante a nivel rítmico. Hecho en falta un poco de variedad en el juego de platillos, continuamente escucho Hi hat y Ride, pasando únicamente por un crash.

Pasando el ecuador de este trabajo y llega el turno de “Christ Termination”, más y más velocidad, si, es Raw Black Metal, pero eso no es sinónimo de que todos los temas tengan que sonar a 260 bpm. Muy presente de nuevo el sonido del Ride para los blast beats, cosa que sería totalmente normal si no fuese porque la el sonido de la caja desaparece casi en algunos momentos. En cuanto a la línea melódica tengo que decir que me parece bastante repetitiva para mis oídos, aunque intento sacarle todo el “jugo” posible a esta parte.

 
Sexto tema titulado “Endless Agony”, cual sonido cortante y seco me sorprende los primeros 15 segundos. Pronto aparece una melodía muy marcada y acompañada con un buen juego de platillos a la batería que decoran de forma sutil lo que también podría llamar un tema monótono. El blast beats es constante con intercalación de doble bombo y hi hat (x4)-caja(x1) que dan un poco de variedad a la percusión de este tema. El bajo sigue desapareciendo constantemente, perdiéndose en una maraña de guitarras cuya producción deja bastante que desear.
 
El penúltimo tema llega por nombre “Seven Gods Of Chaos”, que ya desde el inicio me llama más la atención que todos los que he escuchado hasta el momento. Mucha variedad melódica muy compacta, a nivel de percusión también mucha variedad rítmica, tocando por segunda vez los toms de forma clara en todo el álbum. La voz parece ahora más cruda que nunca, con ligeros atisbos de rabia contenida que encajan perfectamente en la melodía principal. Un tema en general tan rápido como los anteriores pero con un sabor diferente, tal vez por la mayor variedad y variabilidad instrumental de inicio a fin.

Como punto final, nos deleitan con un cover de SECRET OF THE MOON, concretamente con “Leichengott». Lento, pero sin llegar a ser pesado el inicio, como contando compases, aparece la voz con un gutural claro como el agua para dar paso a un rapidísimo blast beats a 300 bpm al menos. Corta en seco para abrir paso de nuevo a la velocidad cuya protagonista absoluta es la batería sin menospreciar el esfuerzo de los guitarras. Este tema deja de ser característico del Raw Black Metal, mezclando un poco más la melodía del Black Metal actual y la crudeza de antaño. Ahora parecen haber dejado de abusar de la velocidad continua y monótona, intercalando partes mucho más melódicas y claras, pero sin dejar del todo de lado la rítmica galopante.

 
En definitiva, este álbum hará las delicias de los “blackers” más clásicos, aunque dudo que los más actuales encuentren algo de brillo en las composiciones de esta banda, sobre todo teniendo en cuenta que la producción es la típica del Black de la vieja escuela, pobre y cruda.

Nota personal: 7/10