El pasado 20 de Agosto miles de fans se desplazaron hasta Himos (Jämsä) en el corazón de la Región de los Lagos, la zona central de Finlandia. El pequeño pueblo se transformó en la capital del metal, acogiendo por segundo año consecutivo el festival Himos Park. En esta edición, contaron como invitados estrella con la mítica banda finlandesa NIGHTWISH, quienes este año celebran su veinte aniversario y a su vez se despiden de los escenarios por un periodo indeterminado. Aunque han confirmado que volverán, no deja de ser una triste noticia que cae como jarrón de agua fría sobre sus seguidores en Finlandia, donde esta banda es muy querida, ya que es uno de los grupos de metal más seguidos tanto fuera como dentro del país.
Pasadas las diez de la noche y con el sol ya escondido tras el horizonte, los de Kitee saltaron al escenario, con una rompedora Floor Jansen al frente, quien se encargó de defender temas tanto anteriores como del último álbum, ‘Endless Forms Most Beautiful’. Arropados por una espectacular puesta en escena, donde no faltaron lanzallamas, pirotecnia ni pantallas gigantes, consiguieron meterse a los fans en el bolsillo desde el primer minuto.
Después de ‘Shudder Before the Beautiful’ y ‘Yours is an empty hope’, llegó el turno de un emotivo ‘Bless de Child’ desde la pasarela que unía el escenario con la audiencia. Siguieron temas como ‘Storytime’, ‘My Wladen’ o Élan’ con los cuales consiguieron que el público se volcara del todo. Tras las archiconocidas ‘Wishmaster’, ‘I want my tears back’ y ‘Nemo’, Sami Vänskä, el que fuera primer bajista de la banda, apareció en el escenario para tomar las riendas del bajo en ‘Stargazers’. Mientras, Marko Hietala y para sorpresa de todos, se fue a disfrutar de la actuación como un fan más, entre el resto de espectadores.
Tras ‘The Poet and the Pendulum’ fue el turno de ‘The Last Ride of the Day’, con otro invitado especial, el querido ex-batería Jukka Nevalainen, quien se vio obligado a abandonar la banda por problemas de salud en 2014.