Texto y Fotografías por José Emilio Paqué

Veinte años después volvían MEDINA AZAHARA por tierras molvizeñas a descargar todo su arsenal musical en el MOLVÍZAR ROCK, convertidos ya en leyenda del rock andaluz. Unas nubes rojas anunciaban tormenta, pero en lugar de lluvia solo derramaron lagrimas de emoción.
 
 
 
Abrieron la noche la banda albaceteña RUDESINDUS, versionando canciones de Leño y Rosendo. Entre ellos cayeron grandes clásicos como “Locos por incordiar”, “Cucarachas”, “Sorprendente” de Leño o “Flojos de pantalón” que contó con un buen solo de batería previo.

Tras un breve paréntesis, después de probar y ajustar los instrumentos saltaba al escenario RAFA BLAS junto a la banda que lleva su nombre, donde destaca el batería Matt de Vallejo y Pepe Herrero al piano y los teclados. El cantante que ha pasado por bandas como Nocturnia, saltó al a fama en 2012 tras ganar el concurso televisivo La Voz en 2012.

Comenzaron fuerte con la clásica “Soy yo”, con unas guitarras y una batería mas dura que cederían su protagonismo a los teclados en la moderna y algo más progresiva”Sigo aquí”. A continuación bajaron un poco el ritmo con la versión “Tengo ganas de ti” y “Brindaré por ti” donde la guitarra sonó un poco alta por momentos, enmascarando la gran voz de Rafa.

Ya arreglados los problemas con la voz le llegaría el turno a “En la oscuridad” con un público que comenzaba a meterse en el concierto haciendo los coros y que sirvió para que Matt de Vallejo se presentara al público con un buen solo de batería.

Le llegaría el turno al bloque fuerte con canciones como “Sin mirar atrás” donde Rafa se colgó la guitarra, seguida de las versiones “Hijo de la Luna”, con los arreglos que hizo Stravaganzza sobre el original de Mecano, y la de “Bohemian Rhapsody” de Queen, donde pudimos disfrutar de la gran voz de un Rafa ya más suelto.

Comenzó a chispear levemente mientras terminaban con “Quijote”, de su último disco “Sin mirar Atras”, seguido de otra versión más, esta vez de la gran “Higway to Hell” deAC/DC, que serviría para presentar a todo el grupo. y despedirse de un público entregado que supo disfrutar del concierto.

 
 
Con un cielo rojo lleno de nubes,  que hizo temer a más por la posible suspensión del festival, le llegó el turno al plato fuerte de la noche: MEDINA AZAHARA. La banda decana del rock andaluz, con casi cuarenta años a sus espaldas, presentaban hace poco su último álbum “Paraíso Prohibido”, del cual encontraríamos varias canciones en su setlist.

Mientras que una bailarina nos embelesaba con la danza del vientre mientras movía los velos al ritmo de la intro”La llave del paraíso”, aprovecharon para saltar al escenario y comenzar a continuación con “Ven junto a mí” ambas de su último disco. Continuaron con grandes clásicos como “Palabras de libertad”, del disco “Donde está la luz”, y “Aprendimos a vivir”, que seguida de la emotiva “Niños” y “Hay un lugar”, hicieron que el público poco a poco comenzara a animarse.

 

Con la inconfundible guitarra de Paco Ventura comenzaba la trágica y tan actual “Tierra de libertad” con la que consiguieron literalmente que el cielo llorase de la emoción. “Sólo un camino” y “Junto a Lucia” precedieron a la famosa “La Tierra Perdida”, del gran disco “Donde está la luz”, donde el público coreaba el famoso Oh Uh Ah con fervor.

 

Tocaron “Ponte en pie” de su nuevo disco, “El día que te conocí” o “Abre la puerta” mientras seguía cayendo una finísima llovizna que sirvió para refrescar el ambiente. Hicieron un homenaje a su querida “Córdoba” para comenzar con la balada “El cielo a tus pies”de su último álbum.

 
 

“Pienso en ti” y “No quiero pensar en ese amor” servirían para bajar un poco la intensidad antes de la parte fuerte del concierto, que comenzaría con “Velocidad”, la versión de Camarón de la Isla “Al Padre Santo de Roma” y terminarían con su gran himno “Necesito respirar”.

Al grito de “¡Eh Medina, así no se termina!”, sonando al unísono por un público que llenó el aforo de la pista, tuvieron que volver al escenario a rematar la actuación, tocando “Paseando por la Mezquita”, “Todo tiene su fin” (cantada a medias con el público), y “Recordando esa noche”. Para terminar escogieron “A toda esa gente”, tras la que a ritmo de “Smoke on the Water” comenzó la presentación de cada integrante: Juanjo Corbacho a ritmo de “Enter Sandman”, Nacho “samurai” Santiago con un gran solo de batería, Manuel Ibáñez a los teclados con el “Jump” de Van Halen, Paco Ventura con la inconfundible “Highway to Hell” y Manuel Martinez despidiéndose al grito de “..LIBERTAD…“.

 

Si sumamos grandes músicos con un público entregado y motivador que lleno el recinto, no podemos obtener otra cosa que una noche mágica para el recuerdo, de esas que dentro de veinte años podamos volver a recordar en otra noche igual.