Por Chus
 
 
Hacía dos horas que estaba andando solo. Nunca tuvo demasiadas ilusiones y jamás se sintió querido, hasta que por fin la encontró a ella. Al término de un largo noviazgo se casaron. Los hijos no tardaron en llegar. Todo parecía que iba a ser maravilloso para siempre. Al fin se sentía completo. Pero su existencia dio un gran vuelco al acabar del día. El encargado lo llamó. De inmediato fue a su despacho y la noticia no se hizo esperar. La empresa ya no le necesitaba, prescindían de sus servicios. Salió de allí cabizbajo. ¿Qué iba a hacer ahora?, sin empleo ¿cómo podría alimentar a su familia? No quería que su mujer trabajase. No por celos o por machismo, si no porque era su reina y las reinas no hacen esas cosas. 
 
La carretera parecía infinita. Las luces de los coches iluminaban momentáneamente el asfalto mientras una idea se implantaba firmemente en su cabeza. Ella no merecía a un fracasado, y menos sus pequeños. Había llegado el momento de dejar de existir. Pero antes de ello acabaría con la vida de aquel chupa tintas. Se giró y comenzó a correr con todas sus fuerzas. En tan solo 20 minutos estaba en la puerta de la multinacional. Aún estaba abierta, y por supuesto el maldito encargado de planta estaba en el edificio. Entró, cruzó el largo pasillo y montó en el ascensor. Sería la última vez que pulsaría el número nueve. Las puertas del elevador se abrieron. Antes de llegar a irrumpir a las dependencias del mandamás, unas pesadas lágrimas cayeron por su rostro. Se las limpió con el dorso de la mano, para seguidamente entrar a tropel en esas fatídicas cuatro paredes. Su superior se sobresaltó. Como le gustó ver esa mirada de sorpresa. Se le abalanzó de inmediato, agarrándolo del cuello. El desgraciado no podía zafarse de él. Eso lo hizo inmensamente feliz durante unos segundos. Cuando el ‘patrón’ pereció lo soltó, abrió la ventana, se subió a la cornisa y se arrojó al vacío. «Os quiero, espero que comprendáis algún día porque he hecho esto» pensó antes de saltar.
Bienvenidos al universo de DEINONYCHUS.
 
El veterano combo de black black doom metal DEINONICHUS, después de un larguísimo parón de diez años vuelven a la carga con su octavo álbum de estudio. Su nuevo L.P «Ode to Acts of Murder, Dystopia and Suicide» fue lanzado vía My Kingdom Music el uno de diciembre de 2017, y ahora este humilde redactor se encargará de ofreceros su reseña.
 
El line-up es el siguiente: Marco Kehren (guitarra, bajo y voz. A su vez componente de Stahlmantel (ex-Malefic Oath, Nihil Novi Sub Sole, ex-Bethlehem), Steve Wolz (batería. Asimismo, forma parte de Halgadom, Imperia, ex-Angel, ex-Dakria, ex-Bethlehem, ex-Kingdom of Salvation, ex-A-Rise, ex-Sahara Dust) y Markus Stock (teclado).
 
Cuando un conjunto, después de cesar por completo sus actividades compositivas decide volver, las expectativas de sus seguidores son altas. Usualmente todo se queda en un «quiero y no puedo». Sin embargo, gracias a Odín este no es ni mucho menos el caso. El redondo es básicamente perfecto. Aquí el metalhead no tendrá la sensación de que oye la misma canción una y otra vez debido a su eclecticismo compositivo. El desarrollo de las tonadas es sorprendente y dinámico, añadiendo el punto justo de teclado para crear el feeling requerido.
 
La producción es orgánica y sucia en su justa medida, añadiendo un artwork nihilista.
 
Los riffs son tan asesinos como depresivos. Los hallamos disonantes, fluidos, a una cuerda, a doble armonía, en limpio y algún que otro palm mute.
 
Las voces son agónicas e iracundas.
 
La batería tiende a la contundencia. Pero, oh amigos, cuando llegan los blast beats y los up tempos os volveréis locos.
 
Ante tan alto nivel, no puedo destacar ningún track en concreto. Pero a pesar de ello, escogeré alguno al azar y lo describiré brevemente, para que os hagáis una idea de lo que os espera cuando le deis al play a este plástico. ¿Preparados?, pues vamos allá.
 
«The Weak Have Taken the Earth» supura pesar por los cuatro costados.
 
«Dead Horse» se origina con un inicio carente de distorsión. Poco a poco avanza hasta convertirse en un monstruo lento pero imparable. ¡Genial!
 
La velocidad llega de la mano de «Dusk«. No os digo más. Tremendo temazo.
 
Eh ¿qué hacéis? ¡id a comprar este disco ya!
 
Nota: 10
 
 
Tracklist:
 
«Life Taker»
 
«For this I Silence You
 
«The Weak Have Taken the Earth»
 
«Buried Under the Frangipanis»
 
«Dead Horse»
 
«Dusk»
 
«There Is No Eden»
 
«Silhouette»
 
 
Enlaces de Interés: