Hay discos que a la primera escucha no te dicen nada, otros que necesitas escucharlos varias veces antes de hacerte una opinión y otros que… bueno, esos casi mejor dejarlos en el olvido.
 
Del que vamos a hablar a continuación, la verdad es que sería difícil englobarlo en alguna de ellas, pues a la primera escucha te suena bien, a la segunda te gusta, a la tercera te engancha, y a la cuarta… corres el riesgo de dejar el equipo encendido las veinticuatro horas en modo repetición.
 
Terapia para melalcohólicos, o lo que viene siendo lo mismo, el cuarto trabajo de la banda TETO es uno de ellos. Grabado en los Anti Estudios de Fuenlabrada a mediados de diciembre del año pasado, tras una exitosa campaña de crowdfunding que superó con creces sus expectativas, acaba de ver la luz, siendo lanzado al mercado de forma independiente por la banda.
 
Nos encontramos con un álbum formado por doce cortes, lo que a primera vista podría parecernos algo largo, pero lejos de la realidad, pues al no superar cada pista los cuatro minutos y medio, le dan al disco una duración perfecta (40.59 min), convirtiéndolo en un disco ameno y agradable al oído.
 
De primeras, en cuanto nos ponemos a escucharlo, nos encontramos con un marcado estilo de rock urbano que hace honor a grupos clásicos como LEÑO o posteriormente ROSENDO, y donde, la inconfundible voz y forma de cantar de Roberto Resino “Teto”, nos trae a la cabeza a grandes grupos como MAREA o EXTREMODURO.

 
Eso sí, queda patente que TETO goza ya de un estilo propio. Tras ocho años de rodaje y cuatro trabajos a sus espaldas, han conseguido esa marca de la casa que los hace únicos, un sonido clásico con una marcada influencia por el buen hard rock de los ochenta que se reinventa con un sonido fresco y actual. Canciones como La rubia nos traen a la mente grupos como KISS o incluso el heavy metal primigenio de grupos como SAXON.
 
Los detalles han sido cuidados al máximo tanto en la grabación como en la composición, consiguiendo un sonido claro y bien acabado, donde el dúo de guitarras formado por Roberto y Alfonso se asocian para dar vida a una máquina de hard rock, que late a golpe de la batería de Javi Carballal y da cuerpo el bajo de Víctor Varas.
 
No solo los seductores y vibrantes riffs de guitarra brillan en el disco, también el omnipresente bajo aporta a los temas profundidad y solidez, cogiendo protagonismo por ejemplo en pistas como Fortuna. O la percusión, que huye de la monotonía para aportar fuerza y ritmo, con sus momentos de gloría en canciones como Rockansineando o La cuarta pared, con ese redoble de batería vibrante.
 
Tan buen trabajo musical se ve enriquecido por unas letras llenas de ingenio y mensaje, como las de Recalculando o La rubia, sin duda para mi, uno de las mejores temas del álbum. Profesioanales, Recaducados o Sin todos mis respetos (con su claro “Tu eres tonto…”) no dejan títere con cabeza, convirtiéndose en auténticas patadas directas a la entrepierna. También tenemos otras más sentimentales como Un gramo de amistad o La voz de mi amo, que van más allá y llegan a convertirse en auténticas poesías urbanas.
 
Cabe destacar también las colaboraciones de Juan Carlos Delgado (ex componente de la banda) en las guitarras de La rubia y Sara García en los coros, los cuales tienen mayor importancia en La paz de tu olvido. Sin duda un trabajo sobresaliente a tener muy en cuenta este año, que pone el listón muy alto por una banda que vuelve otra vez a superarse.

 
Tracklist:
 
1. Intro
2. La cuarta pared
3. Sin todos mis respetos
4. Recalculando
5. Un gramo de amistad
6. La rubia
7. Profesionales
8. La voz de mi amo
9. Rockansineando
10. Recaducados
11. Fortuna
12. La paz de tu olvido
 
duración: 40’59”
 
TETO son:
 
Roberto Resino “Teto” – voz y guitarra
Víctor Varas – bajo
Alfonso Llorente (Lino) – guitarra solista
Javi Carballal – batería.
 
 
Puedes seguir a la banda en: