El trío de post rock instrumental irlandés, GOD IS AN ASTRONAUT, presentan su noveno disco Epitaph hoy 27 de Abril. Realizan una fusión entre rock instrumental, muy intenso, con melodías sutiles que nos generan emociones y nos evocan paisajes etéreos y misteriosos, ofreciendo al oyente un viaje sónico y emocional espectacular. Todo ello sin dejar de ser fieles al sonido que los define desde hace años.
 
Son famosos por sus proyecciones en vivo, que ellos mismos editan y realizan, distinta para cada canción, todo ello combinado con unos arreglos de luces exquisitos, proporcionando un ambiente perfecto para su música.
 
El grupo lo crearon el 2002 los gemelos Kinsella (Niels y Torsten), tomando el nombre de una frase que aparece en la película Nightbreed de Clive Barker (en España se llamó Razas de la Noche). Lanzando ese mismo año su primer álbum The End of the Beginning bajo su propio sello discográfico Revive Records Label. En Epitaph debutan con el sello independiente Napalm Records.
 
En este disco la portada corre a cargo del artista francés Fursy Tessier, recreando perfectamente ese estado melancólico al que pretenden transportarnos. Niels se encarga de guitarra, piano y sintetizadores mientras que Torsten se pone a los mandos del bajo. Les acompaña a la batería Lloyd Hanney (habitual en la banda). También, el ex miembro Jamie Dean participa en los teclados y vemos arreglos de sonido de la banda (también irlandesa) XENON FIELD los cuales giran con ellos como invitados, estos realizan un fusión entre rock instrumental y música electrónica.
 
El el primer tema que da nombre al disco, Epitaph vemos cómo se establece ya el estado de ánimo que nos acompañará a lo largo del mismo, a cargo del piano de Jamie Dean, al cual poco a poco se le van sumando arreglos electrónicos, para ir creando un ambiente más oscuro, ideal para que vayan añadiéndose potentes guitarras y batería que contrastan a la perfección con esa base con la que comienzan, estos se van alternando a lo largo de la canción.
 
Sin embargo en Mortal Coil vemos una música más animada creando un importante contraste con la anterior, ya que el ritmo es más rápido y no es tan oscura musicalmente hablando, en esta se añaden casi al inicio tanto guitarra como batería y los arreglos electrónicos son menos perceptibles. Cuando queda apenas media canción vemos un aumento vertiginoso del ritmo que se mantiene hasta el final del mismo para generarnos una sensación de rabia y desasosiego.
 
Le sigue un tema más tranquilo Winter Dusk/Awakening simulando el despertar tras el invierno, la cual poco a poco va siendo más y más oscura gracias a la batería. Da paso a Seance Room, un tema algo más animado que según el grupo es un viaje hacia un lugar especial donde las estrellas se lamentan por las tragedias ocurridas viendo esta rabia hacia la mitad del mismo donde aumenta significativamente el ritmo y la potencia instrumental.
 
Komorebi es un término japonés que significa “el paso de la luz a través de las hojas de los árboles”, llevándonos a un paisaje melancólico donde anhelamos algo o alguien que está lejos de nosotros y se nos escapa poco a poco. Un tema muy ambiental que nos da un descanso en la escucha del disco.
 
Medea se basa en el mito griego de una sacerdotisa que se casó con Jasón (el líder de los Argonautas), ayudándole en su gesta para conseguir el preciado vellocino de oro, para tras eso matar a su hijo con sus propias manos como venganza contra él, arquetipo de mujer autónoma y poco corriente en la época. Teniendo este una carga importante de melancolía, la cual se potencia cuando al final del tema se vuelve más y más oscuro.
 
Se cierra el disco con Oisín, un tema que dedican al primo de 7 años de los hermanos Kinsella que falleció trágicamente. Con un toque algo más infantil en la melodía y una tristeza profunda que evoca por las razones del mismo.
 
Sin duda en esta entrega nos vuelven a premiar con todo un viaje, tanto auditivo como sensorial, siendo muy recomendable.
 
Videoclip del primer sencillo Epitaph:
 
 
Enlaces de interés: