Por Chus
Hace tan solo una hora que capturaron a aquel rebelde. Su aspecto era deplorable. Sucio y vestido con unos harapos malolientes y destrozados. Los guardias lo encadenaron de pies y manos, disponiéndose de esta forma a llevarlo ante el Rey. El soberano se encargaría de escoger su castigo por intentar restaurar el anterior orden. Al llegar a la inmensa sala, los soldados lo empujaron tirándolo al suelo. El Monarca sonreía complacido. Nadie sería capaz de destronarlo, o al menos eso creía. De repente, el insurrecto comenzó a irradiar una extraña luz esmeralda. Sus ataduras metálicas se rompieron, empezando a levitar. Las caras de los allí presentes, sin ninguna explicación aparente, se desencajaron, literalmente. El sonido del crujir de todos sus huesos atronaba en el inmenso salón.
– ¡Tú mataste a todos y todo lo que quería, ha llegado la hora de mi venganza! Mis conocimientos de magia negra han dado sus frutos. Os estoy destruyendo desde dentro hacia afuera gracias a un poderoso hechizo que he recitado mentalmente. ¡Estáis acabados!
El soberano, aún vivo, aullaba pidiendo clemencia. Mientras, cada centímetro de su ser se retorcía y contorsionaba hasta que sus propias costillas traspasaron sus pulmones. Había llegado la hora de que las cosas volviesen a ser como eran…
Bienvenidos al universo de KENÒS.
Bienvenidos al universo de KENÒS.
El combo italiano de violent death metal KENÒS llevan en activo desde 2002. Desde entonces, han editados dos Demos, dos E.Ps, un sencillo y cuatro discos de estudio. En estas esquelas, nos ocuparemos de realizarle la reseña a su más novedoso Long Play Pest, que será lanzado vía My Kingdom Music el 18 de mayo de 2018.
El line up es: Michele Spallieri (voz. También componente de Grievers, ex-Symmetric Disorder), Giulio Galati (batería. A su vez miembro de Hideous Divinity, Mass Infection, Nero di Marte, Onryō, Blasphemer (live), Bloodshot Dawn (live), Germanotta Youth, ex-Ade, ex-Deceptionist, ex-In Case of Carnage, ex-Voron, ex-Tibia (live)), Domenico Conte (guitarra), Marcello Fachin (bajo).
Queridos lectores, este humilde redactor en el momento que terminó de oír el L.P que hoy nos atañe puede afirmar sin temor a equivocarse que “estamos ante uno de los redondos más brillantes de lo que llevamos de año“. El asalto, tan grandilocuente como ambicioso y feroz, os golpeará sin ningún tipo de miramientos hasta convertiros en una masa amorfa y sanguinolenta. Las tonadas explotan en las narices de todo aquel que se ponga por delante, enarbolando la bandera del dinamismo y la frescura no exenta de buen hacer técnico.
La producción está a la altura de las circunstancias, siendo nítida y contemporánea, añadiendo un artwork que podría ser mucho más llamativo.
Los riffs os subirán peligrosamente las pulsaciones. Mucha culpa de ello lo tiene el punto intrincado que exhiben cuando la ocasión lo requiere. Estos tíos saben tocar y lo demuestran sin tapujos, mas no podríamos considerarles una agrupación de Technical -por muy poco, eso sí-. Por cierto, ojo a los solos.
Respecto a las voces, bueno, ya sabéis, growls por doquier. Asimismo, adjuntan alguna clean vocal aterradora, pero solo de forma anecdótica.
Las bass line son buenas, habiendo la presencia justa de este instrumento.
La batería, oh, chicos qué maravilla. Giulio os taladrará con unos blast beats y unos bombos inhumanos. Lo que aquí predomina es la celeridad. Amantes de la velocidad, prestad atención.
Aficionados a este género de música extrema, si no compráis este CD os vais a arrepentir toda la vida.