El pasado 8 y 9 de junio se celebró la segunda edición del GARAGE SOUND FESTIVAL en la localidad de Rivas-Vaciamadrid. Un festival que reúne rock y motor durante dos días y que el año pasado debutó con éxito. Este año las expectativas eran buenas con un cartel atractivo con bandas como BUCKCHERRY, GLENN HUGHES, DANKO JONES o HARDCORE SUPERSTAR.
 
 
 
El viernes los encargados de abrir el festival fueron STONE BROKEN. Son una joven banda inglesa con un buen primer álbum titulado Ain’t Always Easy y que salieron con ganas de demostrar su buen hacer con un hard rock contundente y enérgico ideal para subir los ánimos del personal en estas primeras horas.

Con el ánimo subido, sobre todo el cantante Mikey Tucker, se presentaron MAMMOTH MAMMOTH. Otra buena muestra de hard rock potente y macarra con buenos riffs de guitarra y un cantante que lo mismo se encaramaba a los andamios del escenario que se bajaba al barro para cantar (y abrazar) entre el público. Los australianos gustaron al escaso público que asistió a esas tempranas horas.

 
 
Con THE TEMPERANCE MOVEMENT sobre el escenario la tarde se tornó algo más elegante y melódica. Sonaron temas como Caught in the middle, A deeper cut o Love and devotion que hicieron llegar su blues rock a un público que iba creciendo a medida que pasaba la tarde.

Llegó el momento de ver a uno de los grupos que más nos interesaba del cartel y no decepcionaron. Los suecos HARDCORE SUPERSTAR salieron a darlo todo como de costumbre ganándose al público asistente. Joakim Berg a la voz no paró de moverse por el escenario contagiando al público con sus estribillos pegadizos. Sonaron temazos como Kick on the upperclass, Electric Rider, Moonshine o We don’t celebrate sundays, que hicieron moverse al público a pesar de la lluvia intermitente y el frío que empezaba a hacer.

Tras una espectacular demostración de saltos de motocross salieron a escena BUCKCHERRY, el supuesto plato fuerte de la noche sobre el papel pero que, como en conciertos anteriores de la gira, fueron una pequeña decepción. La voz de Josh Todd no está en su mejor momento y a pesar del buen desempeño de los músicos, las canciones no acabaron de conectar con el público. Aun así, es un grupo que tiene buenas canciones como Sorry, Rescue me o Tight pants que los asistentes corearon pero que en conjunto pasaron sin pena ni gloria.

Por suerte, el siempre divertido DANKO JONES hizo aparición en escena precedido de la banda sonora de «Los intocables de Elliot Ness» para encender de nuevo los ánimos. El canadiense tiene un show explosivo en el que no deja de dirigirse al público entre canción y canción, presentándose como Danko Jones (tal cual suena en castellano) o a los fotógrafos para que hagan su trabajo porque les estaba dando «poses de un millón de dólares». Sonaron sin tregua canciones como First Days, Full of Regrets o My Little Rock and Roll. Enérgicos, directos y divertidos, no se puede pedir mucho más.

Eran ya alrededor de las dos de la mañana y los pocos valientes que quedaban de público (a pesar del frío) esperaban a MOTORJESUS. La espera fue recompensada con un buen show de los alemanes con su mezcla de stoner y hard rock contundente. Sonaron canciones como Motor Discipline, Fist of Dragon o A New War que pusieron el cierre al primer día de festival.

 



El sábado la jornada empezó con una buena ración de rock madrileño. Los madrileños GALLOS fueron los encargados de abrir la jornada ante un escaso público (eran las 3 de la tarde). Buen rock and roll directo y divertido, con su cantante y guitarrista Nacho Carballo mostrando sus ganas de levantar la fiesta a pesar de lo temprano de su actuación.

Los siguientes en subir al escenario fueron los también madrileños MIRLOBLANCO. El potente trío salió a comerse el escenario y darlo todo, destacando su bajista, que no paró de moverse y tirarse al suelo sin parar de animar al público. Sonido setentero recio que recuerda a los primeros BLACK SABBATH y un repertorio en el que sonaron temas de su reciente Reinas Salvajes.


Los valencianos THE SPLIZZY GANG continuaron con la representación del hard rock nacional con buena presencia en el escenario y entregándose al rock más clásico con un toque macarra.

Más contundentes se presentaron los madrileños HELL’S FIRE que venían a presentar su Rest in Riffs. Big Mario, su vocalista, es capaz de meterse al público en el bolsillo y hacerles partícipes de la energía de su directo. Como anécdota se marcaron una versión del Roadhouse Blues de THE DOORS con bastante mejor resultado que BUCKCHERRY el día anterior.

De nuevo un trío sobre el escenario, en este caso los jóvenes holandeses DEWOLFF que mezclan rock sureño y psicodelia. Sonaron temas de su último disco Thrust como Big Talk, o Double Crossing Man acompañados de un teclado (no había bajo) que hizo las delicias del público.

 

Siguiendo por el sendero de la psicodelia y el blues/rock GRAVEYARD hicieron una buena selección de temas de su discografía. Son excelentes músicos y lo demostraron, especialmente sus guitarristas, sonando casi a la perfección, a pesar de que su música no sea la ideal para grandes espectáculos al aire libre y pudo hacerse largo para los no iniciados.

BLACK STAR RIDERS eran una de las bandas más esperadas, pero apenas tocaron media hora debido a que el show de coches anterior se alargó más de la cuenta y a problemas de sonido en el escenario que no fueron capaces de solucionar. Pese a todo ello la banda ofreció un buen concierto en el que sonaron junto a los temas propios del grupo, dos versiones del pasado de THIN LIZZY: Jailbreak y The boys are back in town que, lógicamente, fueron muy coreadas por el público y que supo a poco.


Y llegó el plato fuerte de la jornada y probablemente del festival, el gran GLENN HUGHES se mostró en plena forma a pesar de sus 66 años. Una de las grandes voces del rock que ofreció un concierto lleno de grandes clásicos de DEEP PURPLE lo cual agradeció el público. Sonaron temazos como Mistreated, You fool no one entre otros y una traca final mágica con Smoke on the Water, Highway Star y Burn. Entre medias otros grandes temas sin faltar deseos de «paz y amor» y palabras de agradecimiento a los fans.

 

Seguimos tirando de memoria, esta vez mucho más cercana, en cuanto pisaron el escenario los escoceses GUN. Aunque poco se parece la actual formación a la que en los primeros noventa diera el salto a la fama, sorprendieron con un directo bastante digno en el que repasaron temas de su discografía como Better days, Steal your Fire o su versión de Word up. Quizá fuera la apuesta más comercial del festival pero convencieron con su actuación en la que pudimos escuchar sus clásicos.

Cerrando el festival IMPERIAL STATE ELECTRIC, consiguió conectar con los cada vez menos supervivientes del festival. Nicke Andersson y los suyos sacaron su rock guitarrero para hacer disfrutar al personal, a pesar de algunos problemas de sonido que mejoraron a mitad de actuación. Tocaron It ain’t what you think (it’s what you do), Empire of fire, Deja vu, Just let me know entre otros animados temas que hicieron bailar al público. Se despidieron con una versión del Beer Drinkers & Hell raisers de ZZ TOP a dúo con la cantante JOHANNA SADONIS, dejando muy buen sabor de boca y rematar los dos días de rock vividos en Rivas.

Si hay que hacer balance del festival, en nuestra opinión la oferta musical era muy atractiva y en general no defraudó (salvo BUCKCHERRY que nos dejaron un poco fríos). Esperamos que el año que viene podamos seguir disfrutando de este buen festival.