Llegó la vigesimosexta edición del festival escañolero VÍNCULA ROCK. El evento, que es uno de los más veteranos de la provincia de Jaén (y me atrevería a decir también de Andalucía), lleva un par de años apostando fuerte por crear un espacio sólido dedicado al rock y metal pero sin olvidar el punk, otro de los estilos más punteros y que más tirón tiene en Escañuela, una pequeña localidad de menos de 1000 habitantes a 30 minutos de Jaén y que está poco a poco creciendo para perfilarse como un festival de referencia dentro de Jaén y Andalucía.
 
Así, este año la organización decidió hacer por primera vez una doble jornada y repartir grupos y estilos entre el viernes 27 y el sábado 28 de julio. Además, el jueves 26, también hubo una fiesta presentación en la plaza del pueblo, con la actuación de PÁPA JÙLU, una banda jiennense de relativamente nueva formación y que practica un interesante blues/rock con instrumentos hechos con latas de aceite de oliva. Pero nos centraremos en las jornadas fuertes del festival.
 
El festival volvió a celebrarse en el campo de fútbol de césped artificial del pueblo, como el año pasado. Sólo que en esta ocasión se acotó más el recinto para dar una sensación más recogida y la orientación cambió, facilitando la comodidad del público y evitando el sol a últimas horas de la tarde. Ambas, grandes elecciones y que mejoraron sustancialmente el evento. El escenario volvió a ser impresionante, muy bien montado y majestuoso. Se volvió a proteger el césped de la suciedad con una amplia lona azul, que, a altas horas de la madrugada y en algunas zonas, se convirtió en una trampa donde si te descuidabas, te quedabas pegado al derramar distintos líquidos (alcohólicos y no). Pero es una muestra más de lo bien que la organización cuida sus infraestructuras.
 
Los precios volvieron a ser bastante económicos respecto a comida y bebida, aumentando sólo unos céntimos respecto del año pasado. La zona de la piscina municipal se volvió a abrir para disfrutar de la jornada del sábado al mediodía con las actuaciones de MÍA TURBIA y RADIO FOCACCIA, aunque no pudimos disfrutar de estos conciertos (que por cierto eran gratuitos). Además, la organización habilitó una zona de acampada, cubierta y vigilada, donde hubo unas 80 personas que decidieron pasar las noches del festival allí. La afluencia total de público fue algo menos de 1000 personas entre los dos días, una cifra nada desdeñable. Comenzamos.

 

VIERNES, 27 DE JULIO

 

 

Si por algo se caracteriza el festival VÍNCULA ROCK es por el apoyo que dan a bandas locales, incluyendo en cada día varias bandas de Jaén y provincia. En esta ocasión, la organización decidió contar con GULAH, una banda que practica un interesante heavy thrash metal. Procedentes de Villadompardo (Jaén), el grupo cuenta en sus filas con Paco, Carlos y Antonio. El power trío, con un aún muy escaso público, comenzó su actuación unos minutos después de la hora programada.
 
 
Con bastante actitud y buen sonido, GULAH escupió sus temas sobre los primeros asistentes del festival. Con una voz rasgada y combativa, fueron interpretando tema tras otro su buen metal. Tal vez el sonido del bajo estuvo un poco por encima de lo recomendable, sonando a petardo en ocasiones. Pero se corrigió relativamente bien y pronto. Sus canciones, que hablan sobre todo del mundo del metal y la violencia, sonaron compactas y correctas. GULAH, formados en 2004, llevan muchos años en la brecha y aunque no se le reconoce su trabajo, teniendo poca repercusión a nivel local, siguen siendo unos guerrilleros que no se rinden. Nos ofrecieron una buena colección de riffs de guitarra rápidos e incisivos, con una buena actitud.
 
 
Su música tiene alta influencia del heavy metal tradicional así como de sonidos más extremos, como el thrash metal. En definitiva, ofrecieron un show muy digno y más teniendo en cuenta la dificilísima tarea que es la de abrir un gran festival como el VÍNCULA ROCK. Les seguiremos la pista de cerca.

 

 

Después llegó otra banda local, que también actuó el año pasado en el festival. MALTABACO es una banda con más de 10 años de experiencia y que practican un rock urbano muy en la onda de la banda que actuaría después: REINCIDENTES. Con una chica al bajo, María del Mar, que hacía las veces de corista también, la banda se ganó al público desde el principio, con su elegante rock. Dinámicos y con energía, Rubén al frente de la banda hace de gran frontman, con una voz más que correcta y con unos rasgados de cuerdas la mar de interesantes, entregando riffs y melodías bien ejecutadas. Además, Rubén estuvo muy activo el resto del festival, participando y colaborando con otras bandas amigas.
 
 
Hay buena complicidad en la banda y lo pudimos ver en continuos gestos y actitudes encima del escenario. El sonido respecto de GULAH mejoró bastante, además, al ya echarse la noche encima pudimos comprobar cómo el sistema de luces que la organización puso a disposición de las bandas era espectacular, regalándonos haces de gran calidad que hicieron las delicias de los fotógrafos que estábamos allí, en el foso.
 
 
Sus canciones, con letras bastante trabajadas, como Abuelo, Las flores de la cantina o Lágrimas de hiel demostraron que la banda, pese a no moverse demasiado en giras o conciertos fuera de la provincia, mantienen un buen estado de forma. El sonido llegó a ser prácticamente perfecto y la gente se entregó a la banda, muy querida en Escañuela. El público comenzaba a ser más numeroso y arroparon a base de bien a MALTABACO, que finalmente terminaron con Desde abajo un muy buen concierto que sirvió de calentamiento para lo que venía después, el plato fuerte del viernes.
 
 
Setlist:
 
Muerte y humo
Lagrimas de hiel
Perro barruntero
Las flores de la cantina
Yo nunca lo haría
Maldito rock’n’roll
Hoy
Bárbara
Abuelo
El campanario
Desde abajo

 

 

Más tarde era el turno de los de Sevilla. Con una carrera extensa de más de 30 años, es una banda muy querida entre el público de Escañuela. La gente lo gozó con su actuación cargada de punk rock y llena de himnos como Vicio o ¡Ay, Dolores!. Estaban en un terreno muy apropiado, ya que el público estaba entregado por completo y los sonidos punkis son muy populares por la zona. Era la primera vez que veía a la banda en directo, así que no puedo comparar esta con otras de sus actuaciones. Lo que sí me pareció fue que dieron un concierto cargado de emotividad y profesionalidad. El sonido en general fue bastante correcto, aunque las luces y el excesivo humo deslucieron su actuación visualmente, complicando la labor de los fotógrafos hasta un nivel exasperante.
 
 
Su líder, Fernando Madina, llevó la voz cantante (nunca mejor dicho) durante todo el concierto, apoyado por unos músicos de altísima calidad. Comunismo, antifascismo, derecho al aborto, anticapitalismo y demás crítica social es la bandera de REINCIDENTES que poco a poco fue caldeando el ambiente hasta explotar en un éxtasis de rock urbano en toda regla. Aunque actualmente no están en la cresta de la ola, estábamos presenciando un muy buen concierto de una de las bandas nacionales con más éxito y longevidad. Su puesta en escena, sobria y con poco dinamismo contrastó con las canciones que ya forman parte de la cultura popular rockera nacional. Tal vez faltó algo de intensidad en su concierto, pero el público lo suplió muy bien, retroalimentándose con la banda de una manera pasmosa.
 
 
El último tramo del concierto es donde el público más lo disfrutó, ya que la primera parte de su actuación se basó sobre todo en temas de sus más recientes trabajos y que no tienen tanto tirón entre sus fieles. Con Vicio, Escañuela estalló y se vino arriba, creando un ambiente festivo donde todo el mundo no paraba de saltar, corear y agitar los brazos.
 
 
Resumiendo, fue un concierto muy aceptable, donde la gente lo pasó en grande y donde yo, a título personal, tengo que decir que esperaba más intensidad por parte de la banda, que la noté un poco a medio gas. Por lo demás, gran actuación de los sevillanos.

 

 

Después llegaría la que, para mí, fue la mejor actuación de la jornada. Se subía al escenario de Escañuela la mítica banda granadina, con más de 20 años de experiencia. Fue en 1996 concretamente cuando se formaron y desde entonces, no han parado de dar guerra y ofrecernos su interesante propuesta que mezcla numerosos estilos musicales como el ska, rock, funk, latino o ritmos africanos, entre otros. Podríamos decir que teníamos ante nosotros una de las bandas nacionales de mestizaje y fusión más importantes y relevantes. Su experiencia en las tablas es enorme y su calidad musical también.
 
 
Estuvieron presentando su más reciente trabajo discográfico, Alerta Caníbal, de 2017. Este supone su octavo (8º) álbum de estudio y que en directo, lo defendieron con sudor y sangre. Y es que los músicos de ESKORZO lo dieron todo en su actuación. Con pies de micros aderezados con hiedras y enredaderas verdes y un enorme telón colorido y visualmente llamativo, aportaron el toque fresco y diferente al festival. Muchos fueron los que pensaron que los de Granada sacarían los pies del tiesto y que no aportarían nada al festival, centrado en sonidos más duros, rockeros y metaleros. Pero nada más allá. Su actuación nos divirtió muchísimo.
 
 
Tony Moreno, su frontman, fue un rabo de lagartija durante toda la actuación. No paró de moverse, animar y gesticular, creando una atmósfera muy positiva y optimista con el público. Como frontman no tiene precio, no se corta en ningún momento en hacer malabares con el pie de micro, saltar, gritar y usar su micrófono a modo de reclamo para que el público no pare de moverse y disfrutar de su música fusión. A la voz estuvo realmente bien y pudimos escuchar los numerosos registros que salían de su ya curtida garganta. También se colgó la guitarra en algunos temas, defendiéndose la mar de bien.
 
 
En total, pudimos disfrutar en el escenario de 7 músicos que lo vivieron y entregaron su arte sin pedir casi nada a cambio. Sólo el apoyo y los bailes del público. Manuel a la guitarra aportaba ese toque eléctrico y rockero a la banda. Estuvo muy simpático durante toda la actuación y se le vio muy implicado, sobre todo por los gestos de complicidad hacia Tony. Por otro lado, José Gustavo al bajo fue más discreto y aunque su ejecución rítmica fue prácticamente perfecta, se mantuvo en un segundo plano, cediendo el protagonismo al resto de músicos. Prudencio al trombón y Jimi a la trompeta estuvieron espectaculares y no pararon de moverse por el escenario y acercarse al filo para animar y soplar sus instrumentos. Por otro lado, Zeque a la percusión aportaba el toque tribal y africano y Jose a la batería fue un reloj suizo. Este tándem fue de lo que más me gustó de la actuación, junto a la sección de viento y por supuesto de Tony como frontman.
 
 
En resumidas cuentas, ESKORZO nos menearon el esqueleto a base de bien con su mestizaje de sonidos. Pese a que un servidor no es nada proclive a este tipo de sonidos, lo disfruté mucho, ya que la calidad musical y la ejecución era de un altísimo nivel. Sin duda, me acercaría a verlos de nuevo en directo, fue un concierto tremendamente divertido y variado.

 

 

Para finalizar la jornada del viernes, la mítica banda de punk rock se juntaron en una reunión exclusiva para el festival. Siendo una de las bandas más míticas de Jaén, Frank Pancorbo como frontman estuvo exultante y muy simpático durante toda la actuación. El público, pese a la pequeña espantada de público que hubo tras REINCIDENTES y ESKORZO seguía siendo numeroso, y es que Escañuela no se quería perder el concierto de “los Resaka”. No faltaron gritos, saltos, jaleo… el ambiente estaba caliente y el público devolvió a RESAKA PERMANENTE todo lo que han recibido durante todos estos años.
 
 
Fueron llamando uno tras otro a varios músicos. Jaime de TUICIÓN LIBERAL (que tocarían al día siguiente), Rubén de MALTABACO e inclusive el mismísimo Fernando Madina de REINCIDENTES se subieron al escenario para interpretar junto a los Resaka varios temas aportando su granito de arena y engrandeciendo la leyenda de los punkrockeros jiennenses. Fue un concierto muy especial donde los ya extintos Resaka, volvieron a brillar una vez más (y tal vez la última) en Escañuela, su tierra.
 
 
Entre el público se notaba el cariño y la nostalgia por la banda. Fueron muchos años de rebeldía y protesta en activo y esa noche era especial, con una reunión que hacía las delicias del público allí presente y que tienen a la banda como unos amigos más, como unos vecinos a los que jalear y vitorear. Una banda auténtica, con un sonido personal y con letras cargadas de pasión, rabia y orgullo por el punk y el rock. Sus acordes de guitarra hicieron resurgir el espíritu punk de Escañueña. Un broche de oro para la jornada del viernes, donde brilló el punk rock con luz propia. Una luz que devolvió nostalgia e hizo emocionarse a todos los escañoleros.
 
Nos vamos a dormir con muy buen sabor de boca. Mañana será un día intenso, hay que descansar todo lo que se pueda.

SÁBADO, 28 DE JULIO
 
Renovada la energía para afrontar un día nuevo de este festival, llegamos al recinto donde ya estaban sonando los de Andújar. La asistencia, como el día anterior, se planteaba algo fría y escasa en su comienzo. No obstante, las previsiones eran buenas, no hacía apenas calor, así que todo apuntaba a que iba a ser una noche mejor, si cabe, que la anterior.

 
Como ya mencionábamos anteriormente, en la sección “Mójate con el Víncula Rock” los asistentes disfrutaron de dos conciertos en la piscina municipal, junto al recinto del festival, algo bastante agradecido para la fecha y que dieron como resultado un lleno absoluto donde todos disfrutaron de un festival que, en vez de a las 19.30, empezaba a las 14.00. 
 
Así que a las 19.30 RADIO STONE subieron puntuales a las tablas. Los valientes supervivientes de la tarde ya estaban esperando escucharles, animándose y alzando sus cervezas a la sombra que regalaba el enorme escenario.

 
Ellos son una banda de hard rock y post grunge de la vecina localidad de Andújar. “Los Sôber de Andújar”, que oigo mencionar a alguno de los asistentes. Y no es para menos. Su sonido fue denso, contundente y bien trabajado, si bien es cierto que su puesta en escena se quedó algo fría en la difícil tarea de abrir una gran lista de conciertos. Comprensible, teniendo en cuenta la, por entonces, escasa participación del público, que necesitaba un poco de tiempo para calentar. Por tanto, podemos concluir que dieron un gran concierto con un sonido mejor que aceptable, pero deslucido por los detalles que hemos comentado anteriormente.
 
 
 
Los siguientes en abrirse paso fueron los chicos de BOLU2 DEATH, que vinieron decididos a empezar con fuerza y arrancarle al público toda su energía. Por motivos personales (o laborales) de miembros de la banda se cambió de orden su actuación, pasando a tocar antes de lo previsto y cambiándose de puesto por la banda CATORCE, pero eso no impidió que hicieran su show completo como es habitual. Se notó que parte de los asistentes venían a disfrutar de ellos, pues incluso el cantante compartió algunas palabras cómplices con caras conocidas.

 
Pese al intenso comienzo, la fuerza que imprimía el baterista no pareció ser acompañada por el resto de la banda, que necesitó unos cuantos cortes para terminar de arrancar. No obstante, una vez engrasada toda la maquinaria y baquetas de alto calibre arrollando con violencia a su paso, la banda funcionaba con todo su potencial presentando su nuevo disco Spiral, del que realizamos una completa review hace relativamente poco tiempo y que podéis leer en este enlace.

El amplio registro de Mario, el vocalista, cubre todo el espectro que necesita la banda para funcionar. Eso sí, al estilo electrónico y la música pregrabada a la que nos tienen acostumbrados, se añadieron no sólo una guitarra de refuerzo sino muchos coros, lo que me hizo reflexionar sobre los límites de la música no puramente en directo. No obstante, este detalle no pareció perturbar en absoluto al respetable, que siguió gozando tema tras tema.

Iba terminando su actuación y no podía faltar su Dance-core Party con la que el público termina de enloquecer, hicieron su sprint final y terminaron de presentar de manera majestuosa su nuevo trabajo con el corte I Am Doomed. Pese a que la hora para tocar no fuese la perfecta para el estilo de los onubenses, dejaron el terreno perfectamente caldeado para dar paso a la siguiente banda.

Escasos veinte minutos más tarde, los locales TUICIÓN LIBERAL irrumpieron con su punk rock en español, el de toda la vida, sin más pretensiones que el punk rock en el que estás pensando ahora mismo.

La banda tiene la frescura del género y no inventa la rueda con respecto a su sonido, letras o actuación, pero dudamos que eso importe lo más mínimo. Sus coros consiguieron convertirse en un muro sónico donde cada tema se transformó en un himno fácil de corear. Arrancaron entre el público algún que otro baile y no fue trabajo difícil, pues sus letras son frescas y festivas y consiguen una buena conexión con los oyentes.

Para el corte Un mundo nuevo se subió a colaborar Rubén de la banda MALTABACO, que estuvimos viendo el día anterior y en esta ocasión fue el bajista el que regaló grandes momentos en su actuación.
Cerraron con Vuelvo a caer Voy pedo ya y se despidieron dando paso a un descanso prolongado para preparar la siguiente banda, momento en el que el público aprovechó (aprovechamos) para cenar.

 
Setlist: 

Otra Cerveza 
Habemus papa 
Pisando charcos 
Malos tiempos 
Y cada vez que miro 
Estimado amigo 
El agua
Joder 
Un mundo nuevo 
Parar al militar 
Tranquila mujer 
Tu vales más 
Vuelvo a caer 
Voy pedo ya
 

La siguiente banda venía con todo su equipo técnico propio y no esperábamos menos. Los vascos, que venían presentando su último disco Sistema antisocial, fueron uno de los platos fuertes de la noche.

Con treinta años repartiendo potencia y mala leche cargados a la espalda, la banda ha sabido convertirse en referencia nacional y un claro ejemplo de admiración dentro del panorama musical.  Saltándose las barreras de la censura y de la crítica, podemos decir que la constancia y perseverancia de SOZIEDAD ALKOHÓLICA trasciende, en muchos aspectos, por encima de lo meramente musical.

Desde el foso de fotógrafos se podía escuchar cómo el público alababa a la banda y coreaban todos los temas y no fue para menos. Su puesta en escena, impecable, como no esperábamos de otra manera, convirtió a los asistentes en puro éxtasis y es que trajeron un espectáculo preparado para convertirse en algo inolvidable (aunque un quebradero de cabeza para los fotógrafos). No faltaron detalles visuales de luz, humo o cualquier recurso que no explotaran esa noche.

La potencia no cesó ni un sólo momento y se podía sentir cómo tu cuerpo vibraba a ritmo de la batería y el muro de sonido que generaban. Personalmente, fue una montaña rusa de sensaciones donde casi todo momento estuve boquiabierta, disfrutando por primera vez un grupo que ya por 2005 intentaba ver, sin mucho éxito por las continuas cancelaciones.

Hicieron un recorrido por su último disco pero no faltaron temas más clásicos, como Ratas Piedra contra tijera, momento en el que iluminaron al público, numerosísimo, que no paraba de alimentarse de su música. Cerraron con Nos vimos en Berlín, dejando un listón altísimo y demostrando una vez más, que si siguen en primera división, es porque se lo merecen.

Los sevillanos tenían una tarea harta difícil. SOZIEDAD ALKOHÓLICA había dejado la temperatura de los suelos del recinto ardiendo y el peso de las horas de festival y el cansancio de los asistentes de repente se hizo notar.

El power trío protagonizado por Jaime Ladrón de Guevara (voz y guitarra), José Miguel Ocón (bajo) y Luis Manuel Terán (batería) hacen una mezcla de post rock con matices core y alternativos. Ellos fueron los que se ofrecieron a cambiarse de puesto en el horario para que BOLU2 DEATH pudiesen participar en el festival (recordemos que, por motivos que no vienen al caso, no podían tocar si no era temprano).

Pero las comparaciones son odiosas y ellos lo sabían, cohibidos por la inmensa presencia de la banda predecesora y la que le seguía, andaban empequeñecidos entre dos titanes, cosa que no debía haber afectado lo más mínimo a su directo, estático en exceso. Hablando con otros asistentes que sí habían visto a los sevillanos tocar en otras ocasiones, comentaban que no era un concierto usual de CATORCE, así que dejaremos el margen de la duda para verlos en otra ocasión.

No obstante, musicalmente se comieron el escenario y eso no restó para que los asistentes bailaran con sus temas. Hacen un repaso por su último disco Agua. Naufragio. Equilibrio (2016) y aprovecharon para decir que éste sería su último concierto alrededor de este trabajo antes de sumergirse en estudio para grabar otro.

Terminaron así un concierto que se planteó musicalmente correcto y con muy buen hacer, pero que resultó insuficiente después del recorrido que llevábamos de noche.

 
Siguiendo la estela de SOZIEDAD ALKOHÓLIKA después del paréntesis de CATORCE, la banda asturiana continuó, a punto de cerrar una gran noche, haciendo recorrido de su rock que no escatima en mezclar con hardcore y punk.

 
El huracán que generan estos cinco músicos fue la gran sorpresa de la noche para muchos que no los habían visto nunca en directo. Es difícil a veces que los grupos del norte hagan incursión por el sur de España, donde normalmente pasan de puntillas, pero DESAKATO decidió pisar fuerte y arrasar con todo.

Aun con un batería que no era Nano, miembro original de la banda (le sustituyó de forma sobresaliente Luis, de la banda ORIGEN, por motivos laborales del primero), hay que recalcar, de entre todos, la magistral actitud del vocalista Pepo, que desde el minuto uno ya decidió conectar con el público sin dudar, no sólo en acercarse a éste, sino en traspasar la frontera del foso y subirse y fusionarse, literalmente, con los asistentes.

Venían presentando su nuevo trabajo editado por Garaje Producciones Antártida, un EP de cinco cortes cuya temática principal gira en torno al cambio climático. No obstante, de este trabajo sólo tocaron para abrir Humo negro y posteriormente Salvajes La cura. 

 
Indudablemente tienen un directo que no deja indiferente. La simbiosis entre Pepo y Pablo a la guitarra, también voz principal junto al primero, convierte el directo de DESAKATO en un equilibrio constante donde la banda consiguió conquistar Escañuela y todos los que estuvimos allí presentes.
 
Setlist:

Humo negro
Trompetes de Xericó
Animales hambrientos
Héroes
La ira de los hambrientos
Estigma
Salvajes
Pasajeros
Sonrisa certera
La cura
Heridas abiertas
Carta de un paria
La hoguera
Cuando salga el Sol
Tiempo de cobardes 
Pánico en Frankfurt
Cada vez

 

Y el postre de la noche, la guinda del pastel que cierra este VÍNCULA ROCK, lo puso Pipi (ex SKA-P) desde Vallekas con su banda.

Escenario ataviado, listo para la música y con la presencia de un enorme grillo hinchable, la mascota de la banda (entre el público se escuchaba debate sobre qué bicho podría ser), empezó a sonar la introducción del “Inspector Gadget” y con eso ya teníamos asegurados que el concierto iba a merecer la pena.

Su repertorio es de lo más divertido y no falta reivindicación, ideales revolucionarios y crítica social. Si conoces SKA-P, no dan ningún giro de rosca significativo con respecto a éste, salvo por tener un ritmo algo más vivo (¿Era posible?) y algunos temas que se acercan más al hardcore punk, pero esto es por ponernos puntillosos.

Entre sus temas encontramos versiones de lo más variopintas que abarcaban diferentes estilos, como Song 2 de BLUR o I Like To Move It al más puro ritmo de ska, donde ya un público entregadísimo se dejaba llevar por la ola de buen rollo que llevaba por bandera la banda completa. Tampoco faltó el tema El gato López, todo un clásico que no hubo quien se resistiese a cantar y bailar.

La energía que parecía faltar esa noche estaba aquí, con la sección de viento metal y con los demás instrumentistas, que no paraban de interactuar entre ellos y con el público que respondía mejor a cada minuto. Los que quedamos nos dejamos contagiar con ellos y toda esa comunicación entre asistentes y músicos daba un broche mágico a una velada redonda.

THE LOCOS son el grupo perfecto para cerrar cualquier festival. Arrancan energía de donde no la hay, polvo hasta de un suelo de plástico y sonrisas donde sólo hay ojeras, y es que tener a Pipi sobre las tablas es siempre garantía de una buena fiesta entre el público.

Como conclusión, podemos decir que el festival VÍNCULA ROCK se proclama, en su XXVI aniversario como un festival sólido y con una afluencia que promete crecer con esta apuesta fuerte por el rock, el punk y el metal en Andalucía. Y el año que viene prometemos no perdérnoslo.