La del sábado en Sevilla fue una de esas noches que crean escena y que dan que pensar que igual esto no está tan muerto. Una
Sala Even a reventar dio cobijo a un evento que colgó el cartel del
sold out con un mes de antelación, un hecho totalmente inusual. Muchas ganas pues había en la capital hispalense de disfrutar de un grandioso cartel para los amantes del thrash y el metal en general, formado por tres bandazas que bien podrían estar dentro de un
big four nacional:
SOLDIER,
TRALLERY y
ANGELUS APATRIDA, y que fue bautizado como PALACIO WAR THRASH haciendo referencia a la localidad donde se asienta la promotora responsable de este evento, que por supuesto no es otra que la que se encarga de organizar cada año el ya clásico
Palacio Metal Fest. Por supuesto,
Metal Korner no quiso perderse esta cita, que además contó con una amplia representación del
staff de la web.
Una multitud con camisetas negras se congregaba en los bares de la zona desde un buen rato antes de la hora fijada para la apertura de puertas, que finalmente se retrasó una media hora. No obstante, la primera banda de la noche, los asturianos SOLDIER, quienes
volverán a Sevilla en marzo en el marco del V Palacio Metal Fest, comenzaron su actuación con puntualidad ante una sala hasta arriba desde el primer momento. El grupo formado por Phil González a la guitarra y voz, Dmitry Ocunschi a la guitarra, Pei García al bajo y Lucas Díaz a la batería desplegó todo su arsenal de thrash metal con toques sureños y presentó su tercer disco:
The Sleeping Of Reason, publicado este año vía
Maldito Records. Este es su primer trabajo no auto producido.
Los de Oviedo contaron desde el primer momento con un gran sonido desde las primeras filas, aunque nos comentaron que desde la zona más alejada del escenario el volumen se percibía algo bajo, un hecho que pudimos comprobar de primera mano en el siguiente concierto. La actitud de la banda fue inmejorable, con un Phil muy activo ejerciendo de líder, que no paró de gesticular y alentar al personal. Sin duda, se notaba que estaban felices sobre el escenario ante la tremenda respuesta del público sevillano.
La banda hizo una selección de temas de su último trabajo sin olvidar sus discos anteriores. El corte que introduce The Sleeping Of Reason dio lugar a su primer tema como tal: Exterminate White People, a la que le siguieron el tema homónimo de The Great Western Oligarchy, Corrupted (Sex In Prison) o Christoholic. Tienes que creer mucho en lo que haces y sobre todo tener mucho amor por este oficio cuando, como se encargó de recordar Phil, te recorres 2000 kilómetros en furgo en una semana, ya que la noche anterior tocaban en Guadalajara. Algo digno de admiración.
No Child Left Behind, con unos dejes muy a lo METALLICA, la electrizante Tunguska Mosh, que finaliza con los acordes del himno de la antigua Unión Soviética, o la homónima The Sleeping Of Reason sirvieron para seguir presentando este último trabajo, antes de realizar un nuevo receso con Axis Of Evil, para la que el vocalista asturiano ordenó un wall of death que fue gustosamente ejecutado por buena parte de los asistentes, que ya habían entrado en calor tiempo atrás. Con Revolt, circle pit incluido, la banda nos decía adiós, pero no se fueron sin antes interpretar una versión de PANTERA que no podía ser otra que Cowboys From Hell, a mitad de la cual Phil se lanzó a los asistentes y estos lo llevaron en volandas por toda la sala antes de devolverlo de nuevo al escenario. Un cierre de actuación perfecto con un público rara vez tan entregado con la banda que abre un cartel. Algo más que denota que se trataba de una noche especial.
Tras un merecido descanso por parte de todos tras la locura que se acababa de vivir, le tocaba el turno a una de las bandas con más proyección del país, recientemente confirmados para tocar en el próximo Resurrection Fest y a la que personalmente más ganas tenía de ver: los mallorquines TRALLERY. Por lo que pude comprobar no era el único en estas circunstancias, pues la respuesta ante su show fue propia de los cabezas de cartel del evento, y eso que no veníamos de una obra de teatro precisamente.
El trío de Palma de Mallorca visitaba Sevilla por… ¿tercera vez? El caso es que le han cogido el gusto últimamente a la capital de Andalucía y no es para menos, pues es muy evidente que son muy queridos. Se encontraban presentando aún Spiritless, su segundo larga duración del que dieron buena cuenta para deleite del público, pues no cabe duda de que se trata de una joya de disco (podéis leer la reseña que hizo nuestro compañero Rubén Montejo en este enlace). En el inicio de su concierto fue cuando más problemas noté con el sonido, demasiado bajo (se podía hablar sin gritar) y con una guitarra casi inaudible. No obstante, fui avanzando posiciones hacia el escenario y estos problemas se minimizaron lo suficiente como para poder disfrutar a tope el bolo.
Spiritless, tema homónimo que abre el disco, fue la elegida para dar también el pistoletazo de salida al concierto con un público, no me canso de decirlo, verdaderamente entregado a los tres músicos capitaneados por Humberto Pol Castañeda al bajo y las voces. Completan la formación Biel Gayà a la guitarra y coros y Sebastià Barceló a la batería. Unknow Confusion y Evil Pride mantuvieron el listón en lo más alto, con la gente botando y cantando los temas como si fueran verdaderos clásicos del metal.
También hubo tiempo para realizar algún receso a su anterior y primer disco: Catalepsy, con una White Shadow ejecutada a la perfección. Scavenger Crow puso la nota más melódica de la actuación junto con The Attraction Remains, con el siempre sonriente Humberto buscando constantemente la interacción y la complicidad con un público que respondía entre canción y canción con gritos de “¡Trallery! ¡Trallery!…”.
Ya para ir acabando, nos sorprendieron con una versión de Creeping Death de METALLICA interpretada de forma especialmente cruda, pero sin hacer que echásemos de menos a James Hetfield y los suyos sobre el escenario de la Even. Antes de retirarse nos regalaron un último tema, Hunt To Kill, que dedicaron a sus compañeros de gira ANGELUS APATRIDA y agradeciendo por enésima vez el curro de la organización y la respuesta de los asistentes. Concierto casi soñado por cualquier banda cuando te pegas una barbaridad de kilómetros de viaje para ir a tocar lejos de casa. Lo de los mallorquines es para estar muy pero que muy satisfechos.
Se acercaba el plato fuerte de la noche. Tras el descanso de rigor para tomar aire y echar un trago antes de lo que se nos venía encima, los albaceteños ANGELUS APATRIDA salieron a la palestra y sabíamos que, como siempre, no venían a hacer prisioneros. Después de tres años de su última visita a la ciudad de Sevilla (no así a la provincia), tocaba volver a pasarse para presentar nuevo lanzamiento, habiéndolo hecho ya el pasado verano en los festivales de más renombre a nivel estatal. Un disco que, además de aclamado por la crítica (reseñado por nuestro compañero Pif Picón en
este enlace), ha calado pronto entre sus fans, como es
Cabaret De La Guillotine.
El cuarteto formado por Guillermo, David, José y Víctor hizo gala del espectacular nivel que atesoran y nos regalaron un concierto de primerísimo nivel mundial. No cabía un alma en la Even para ver a los manchegos atronar con su thrash metal tan influenciado por el sonido de la Bay Area. Con un canto a la unión como es One Of Us, de su reciente último trabajo, el “queso mecánico” se puso en funcionamiento para nuestro deleite. Esta vez el sonido decidió respetar el show y al menos desde donde estábamos no puedo poner pegas. Ya sólo quedaba disfrutar.
La fiesta continuó con el trallazo Inmortal, corte que abría su anterior Hidden Evolution y el single Sharpen The Guillotine, altamente celebrado por el público. Entre tanto, algunos problemas con la guitarra de Guille, de la cual una cuerda dijo “basta” nos mantuvieron en vilo unos pocos minutos, pero afortunadamente el show prosiguió con normalidad. La banda también agradeció la respuesta del público sevillano después de 900 kilómetros de viaje desde Pamplona, donde tocaron el día anterior.
Dos clásicos como Vomitive y Of Men And Tyrants desataron la locura en la sala entre mosh, circle pits y crowdsurfers y, aunque contradiga al dicho, en este caso después de la tormenta vino la calma y uno de los momentos más emotivos de la noche. La banda decidió tocar para la ocasión un tema inédito en directo de su último Cabaret De La Guillotine que, como no podía ser de otra forma, sí, se trataba de Farewell, canción que Guillermo dedicó a Alberto, seguidor de la banda tristemente fallecido por cáncer. The Hum y la antifascista Downfall Of The Nation finiquitaron la selección de temas de este último trabajo con un receso a The Call entre medias le la mano de Violent Dawn, a las que siguieron de dos más de Hidden Evolution: la ya clásica End Man y una eléctrica Serpents On Parade.
Nos encontrábamos ya superando la hora de concierto y encarando el final de la actuación. Por supuesto, lo que quedaba era crema. Give ‘Em War, del homónimo, dio lugar a un improvisado wall of death antes de regalarnos Blast Off, de su tercer álbum Clockwork. Versus The World fue la elegida en representación de su primer disco Evil Unleashed, mientras que Thrash Attack dio una alegría a los fans más acérrimos. Solo quedaba un tema y no podía ser otro que el himno You Are Next, con el que terminamos de agotar las fuerzas que nos quedaban en un concierto apoteósico.
Noche histórica la que nos regalaron SOLDIER, TRALLERY y ANGELUS APATRIDA, y es que el ambiente que pudimos vivir el sábado sin duda quedará para el recuerdo de los allí presentes por un largo, largo tiempo. En ese sentido, es obligado destacar el papel de la organización del evento. Toda una lección de cómo se deben hacer las cosas. Mientras aguardamos por nuevas citas metaleras de nivel en la ciudad de la Giralda, recordaremos esta como la noche en la que Sevilla fue, por unas horas, la capital mundial del thrash metal.