Crónica: ANIMA AETERNA + DEATH AT DAWN + KOBEN (Granada, 15-12-18)

Por Jacques-Marie Bat y José Emilio Paqué

 

Volvemos una vez más a la Sala Petite de Granada para un nuevo festival metalero en el sentido más extenso de la palabra. Programa de la noche: Metal mélodico, death metal y hardcore. 

 

Lo primero es lamentar la caída del cartel de ESKOBULA por problemas de salud, pero una vez pasado el disgusto, dejamos sitio a las bandas presentes. La sala presenta un estupendo aspecto, con notable cambio en la iluminación, en este caso para mejor, algo que en este caso no supieron explotar del todo los grupos. Hablando con ANIMA AETERNA antes de la apertura de puertas, ellos me dicen que el sonido es aún mejor que hace un mes cuando estuvieron en la misma plaza. El público entra poco a poco, y nos preparamos para recibir la primera banda. 

Los motrileños de ANIMA AETERNA abrieron la velada. Y era cierto: ¡Sonido espectacular! El bajo retumba como pocas veces lo he escuchado. Cada nota de Rosqui es una puñalada en el pecho, nítida, seca. Rafa destila los ritmos de manera efectiva, aunque como en las otras veces, para mi gusto le falta contundencia, pero quizás sea solo su aspecto relajado que confiera esta sensación. 

Las guitarras están bien afiladas, con José a la rítmica que va cada día ganando protagonismo, y Esteban a la solista dando un verdadero espectáculo lleno de poses y mucha actitud. La base sinfónica la pone Germán detrás de su teclado, variando sonido y ambientes. Y como siempre Noe a la voz, dejando buena muestra de su voz y su calidad a la hora de ocupar las tablas. 

Es notable la evolución de la banda que en cada salida mejora y aporta algo nuevo a su espectáculo. Los temas encajan cada vez mejor, el sonido es grueso y compensado, y su setlist cada vez mejor pulido. Canciones como El rito y Tu dios se ven enriquecidas por los coros de Germán, eso sí, demostrando por qué es teclista y no cantante. Como siempre el punto de máxima expectación se produce durante la versión de Desátame, permitiendo al público menos familiarizado con el setlist de la banda poder participar también.

Y el concierto va poco a poco apagándose con Irracional y Superbia. Otra notable actuación de ANIMA AETERNA que demuestra que el trabajo y la constancia dan sus frutos. Destacar que durante su actuación la banda sorteó varias entradas para el JACK METAL FEST II, festival que tendrá lugar en Sevilla el 13 de abril del próximo año con bandas del calibre de SERENITY, TEMPERANCE e INXIGHT.

 

 

 

Los siguientes en subirse al escenario fueron DEATH AT DAWN, una banda malagueña que desde su formación ha evolucionado desde el groove con toques death hasta el death metal más clásico. No dejaron indiferentes a nadie, sobre todo a los amantes del sonido más extremo. El primer impacto es sonoro, siempre me ha parecido increíble que un trío pueda producir semejante muro de sonido, riffs potentes, guturales desgarrados, y una batería potente, de las que te hacen palpitar el corazón. Algo que me llamó la atención fueron los pies descalzos de Olivier, no debe haber calzado que aguante su trabajo con los pedales.

El sonido tan limpio de la primera banda dejo paso a otro mucho más sucio, más bruto que se adapta perfectamente a ese género. Fenrir es un portento en la voz y con la guitarra. Su buen humor contrasta notablemente con su voz de ultratumba, consiguiendo que con su “corazoncito, aunque sea de metal podrido”, como él nos lo describió, consiguiera animar ese “bosque de estatuas” que en un principio era el público.

Seba, el bajista, complementa el sonido de la banda a la perfección con su profunda línea de bajo, al igual que a los screams de su vocalista con sus growls. Pero el verdadero espectáculo lo da Olivier detrás de la batería, su pegada es increíble, no falla una, se divierte, y parece que a pesar de que los ritmos sean frenéticos, él toca como si fuera una simple balada. Como en muchas ocasiones el público reaccionó de manera positiva durante las versiones, pero en general estuvieron arropados durante toda la actuación.

Un potente repertorio que nos pasó como una apisonadora por encima, en el que no faltaron un par de covers como son Sadistic o I Hate You de SLAYER. 

 

KOBEN

Cerraba la velada la banda granadina KOBEN, que con su música nos hizo pasar del metal extremo más clásico al sonido más moderno de su metal alternativo. En la formación pudimos ver caras ya conocidas, pues en ella militan algunos integrantes del también grupo de Granada IN SITU, del cual también vimos a alguno de sus integrantes entre el público. 

 

Técnicamente la banda es impecable, y su manera de ocupar las tablas es perfecta. La energía que desprende Jorge el bajista hace contraste con la suma tranquilidad de Javier, quien con sus pausas parece venido directo de una banda de música más clásica. El trabajo de Kike a la batería es encomiable con fuerza y potencia, aunque se le notó a veces perdido ya que es el último a entrar en el grupo. 

Completa la banda Juan Pablo su vocalista, como antes decíamos ya conocido dentro de la escena local. Su voz melódica se torna brutal en giros guturales que aportan a su sonido un toque distinto e interesante, que junto con su veteranía sobre las tablas, sabe llenar el escenario a la perfección, consiguiendo centrar toda la atención de todos los oyentes, algo que consigue dejar un poco en un segundo plano al resto de la banda. 

 

Desafortunadamente no puedo entrar a valorar la música, ya que personalmente dicho género me deja bastante frío, por no decir indiferente. Aún así no puedo sino aplaudir las ganas demostradas por la banda sobre el escenario.

Mi lado oscuro

En fin, se cerró una noche navideña muy amena. Y en eso consiste el rock, juntarse con buena música de por medio y disfrutar con personas cercanas y queridas. Y como el hombre no solo vive de música y música, ANIMA AETERNA y el equipo de Metal Korner se fueron en busca del shawarma perdido en Armilla, del cual nunca se supo de él. Suerte que Pedro Antonio siempre está ahí, así que acabamos en Granada comiendo y contando las anécdotas de la noche junto otras batallas… Tan solo por ratos así merece la pena ir de concierto. ¡Feliz Navidad!