Review: HÍBRIDO debuta a lo grande con “I”, un viaje progresivo y psicodélico

 

Desde Algeciras nos llega el nuevo trabajo y debut de una banda repleta de una mixtura tan musical y psicodélica como su artwork realizado por Antonio Ramírez bajo el nombre de “Mentes de ácido” y editado por un nuevo sello andaluz que irrumpe con fuerza, Spinda Records. Hablamos del supe rgrupo HIBRIDO y su I, con miembros de VIAJE A 800, MIND!, ATAVISMO, MEDICINA y LOS BRADLYS, donde la variedad es tal que los poliedros de una realidad progresiva se entrelazan para regresarnos a una música hipnótica con reminiscencias setenteras y un rock elegante con toques pop y psicodélico.

Y es que a través de sus cinco canciones nos introducen en un particular viaje alucinógeno que comienza con la introspección de Pensando en un eco de instinto interior, donde unas melodías de guitarras con toques arabescos a cargo de Jose Ángel y Zoa Rubio, una base de bajo que perdura a lo largo del minutaje continuo e impasible por Jose Pot, se engarzan en la elegante voz tan enigmática e hipnótica como su percusión a manos de Sandri Pow, que tras varias escuchas ya no podrás salir de la espiral, donde Nada, nadie continuará de forma progresiva situando los puntos sobre las íes, aletargada y cíclica, pero con un vibrato y una energía en el estribillo que se apoderará de tu alma; un inicio de álbum de 10.

Tras un salto y dos cortes más directos, entramos en una fase ROM, donde las composiciones juegan con ritmos bluseros, andaluces y psicotrópicos, Escarlata bebe de los primeros, llevándonos al pasado, donde los delicados matices en las guitarras, trabajan la base férrea creada por bajo y batería, jugando a entrelazarse con las ondas sonoras junto a una voz muy mental, apunten la parte instrumental central, una maravilla. Les Pilules Vertes tiene ese toque distorsionado andaluz, que a lo largo de sus casi 14 minutos te atrapa en su atmósfera psicodélica y progresiva, un juego con mucha luz interior y con mensaje en su lírica, que acompañan con unas ambientaciones variables jugando con los tempos donde los teclados aportados por Koe Casas les da un toque diferenciador, haciéndote que escuches el tema una y otra vez apreciando cada una de sus partes teatrales.

 

Cerramos este trabajo con Ente, quizás el tema más complejo de escuchar, donde también colabora en las voces Jorge García. Y cuando digo complejo, es por el juego con los silencios, por su estructura donde cada instrumento en el inicio parecen ir cada uno por su lado, como si de un experimento se tratase, donde la parte vocal me encanta cuando se doblan los tonos, con una parte final desgarrada, con toques post black en la voz; distinto e interesante.