Fotografías de Jorge de la Cruz
El pasado sábado 23 de febrero asistimos a un concierto en el que tres bandas de diferentes puntos de la geografía peninsular dieron un golpe encima de la mesa y pusieron a vibrar a todas las personas que, desafiando pereza, internet y televisiones varias, se acercaron a pasar una tarde noche de metal en pleno corazón del pijerío madrileño, en la sala Nazca Live, una discoteca reconvertida antes de la medianoche en recinto de conciertos, con unas instalaciones y un sonido más que dignos, y unos precios no excesivos para la zona en la que se encuentra. Eso sí, como si de la carroza de Blancanieves se tratara, el metal se convierte en calabaza a partir de las 12, por lo que a esa hora la sala tiene que estar libre de cueros y melenas.
A las 19:30 estaba programada la apertura de puertas, así que un rato antes ya estábamos en los alrededores sondeando el ambiente y saludando a alguno de esos personajes imprescindibles de la escena metalera, los que cada día se dejan la piel haciendo fotos y crónicas de conciertos con una profesionalidad impresionante, y todo por amor a la música.
Con puntualidad absoluta accedimos al local y a las 19.44, con unas cuarenta personas en la sala, aparecía en el escenario el quinteto navarro MOSH, procedente la localidad de Azkoien – Peralta, cargados de energía, vestidos completamente de negro y dispuestos a darlo todo sobre el escenario tan pronto como acabó la Intro.
Arrancaron con la contundente Entrégate al momento, de su último trabajo, El filo, para enlazar con La fiera, tema que arranca con una intro de batería a la que se unen rotundamente el resto de instrumentos, y que cuenta con una serie de cambios de métrica que hacen que sea de mis favoritos del álbum, último de la banda hasta ahora y que data de 2017.
El público sigue entrando en la sala y se va aproximando al escenario cuando Iñaki, cantante del grupo, presenta Estrella del cartel, dedicándola a todos aquellos que «quieren parecerse a la mierda que sale en televisión». Después es el turno de Eraztuna, homenaje al euskera y la represión que esta lengua ha sufrido sistemática e históricamente.
Llega el momento de tomar un breve respiro, presentar a la banda y recordar al personal que es su primera visita a Madrid y que hay merchan de la banda disponible, antes de continuar con el siguiente tema, Con el agua al cuello, al que precede una pequeño intro siguiendo el hilo de la que abrió el concierto. Este tema está incluido en el EP homónimo de la banda, editado en 2014, en el que también se incluía el siguiente tema en sonar, Esta vez, dedicado a los impresentables maltratadores y durante cuya interpretación los músicos hacen una parada a modo de flashmob que sorprende a más de uno.
El frontman se baja del escenario y se une al público pidiendo un pogo al tiempo que comienza Impune, otro cañonazo imprescindible del último trabajo de los navarros. Al acabar este tema, agradecimientos de la banda y entramos en la recta final del concierto con El salto, temazo con un estribillo de esos que se te quedan en la cabeza. La sala se ha ido llenando poco a poco y el concierto está en todo lo alto cuando suenan los últimos cañonazos, Miedo al despertar, tema directo al pecho tras el que la banda anuncia que esto se acaba, con Iñaki nuevamente abajo del escenario y cantando entre la peña Vais a caer rodeado de un público cada vez más entregado. Finaliza la canción nuevamente sobre el escenario y tras un grito inacabable enlaza con Lazos de sangre, que será definitivamente el último corte del concierto, que llega a su fin exactamente cincuenta minutos después de comenzar.
Como resumen, un concierto muy serio y con un gran sonido de una banda que no acusó en absoluto su debut en Madrid y que repartió una buena dosis de caña y grandes temazos, y a la que auguramos (y deseamos) muchísimo éxito, algo que sin duda se merecen. ¡¡Aupa MOSH!!
Setlist
Entrégate al momento
La fiera
Estrella del cartel
Eraztuna
Con el agua al cuello
Esta vez
Impune
El salto
Miedo
Vais a caer
Lazos
Siguiendo con la puntualidad reinante en el evento, a las 20.55 comenzaba el show de los onubenses afincados en Madrid BOLU2DEATH. Tenía ganas de ver a esta banda autodenominada de «flamencore», sobre todo porque en ella milita a los tambores Francisco Llévenes, un músico al que admiro y al que conocí cuando militaba en mis queridos Goddamn. Y la experiencia he de reconocer que, sin ser un estilo que me llene, no me decepcionó. Pero la gente que a estas alturas del concierto llenaba la sala he de decir que lo pasó de miedo con la actuación de los chicos, y al fin y al cabo eso es lo que cuenta, y no el estilo que a este aprendiz de cronista le guste más o menos.
Tras empezar a sonar la intro, el cuarteto enlazó con su primer tema de la noche, Nace, crece y muere, corte cañero con el que ya se hizo evidente que jugaban en casa, con un público entregado y deseando fiesta. A lo largo de la actuación se sucedieron los temas en castellano y en inglés, como en el caso del que sonó a continuación, We Bleed, We Fight, incluido en su álbum Spiral del pasado año 2018, en el que hay mucho de electrónica y también mucho de himno, por lo que en directo funciona perfectamente. Pese a algún ligero problema con uno de los platos de la batería, el show continuó con Jugando a ser dios (Dualitas, 2016) y Love Song, otro corte en el que se hace notar el toque electrónico y en el que se produjeron los primeros pogos entre el personal.
Los de arriba arranca con una grabación de guitarras clásicas y un cantaor, en lo que es el primer momento flamencore de la noche. Mario, cantante de la banda, se muestra como un gran frontman y en todo momento adapta su voz de manera brillante, tanto a las partes más melódicas como a las más guturales.
Nuevo cambio de registro para atacar Smells Like 90’s Spirit (tema en el que se mezcla el inglés y el castellano), en el que se pide al público un poco de ruido, a lo que este responde atronando la sala, para seguir a continuación con Statues (también con mezcla de idiomas) y un bloque de nuevo de flamencore con Hasta fallecer, en el que se pide un poco de «street fight» al público, y Flamencore Hate Crew, con el personal acompañando con palmas al comienzo.
Vuelve la caña más metalera con #Shit y a continuación una versión del Smack My Bitch Up de The Prodigy, durante la que un cantante improvisado del público toma el micro durante algunos momentos dándolo todo. Después suenan Dance-Core Party, un tema con arranque «maquinero» acompañado de cañonazos de confeti que pone patas arriba la sala, con el personal saltando y disfrutando al máximo, y Todo y nada, que sigue la misma dinámica «dance».
Llegamos a la recta final del concierto, en el que apenas ha habido respiro, con Dualitas, La estamos liando y para terminar I Am Doomed, con el público completamente entregado y en completa conexión con la banda, cuando exactamente una hora después de comenzar finaliza el concierto.
Como resumen, concierto potente a la vez que fiestero, en el que el personal ha disfrutado mucho de la mezcla de estilos que los chicos de BOLU2DEATH proponen y que en directo funciona como un reloj, con unos músicos que saben exprimir sus instrumentos al máximo.
Personalmente, me llevo una grata sorpresa, así que sin duda repetiremos.
Setlist
Nace, crece y muere
We Bleed, We Fight
Jugando a ser dios
Love Song
Los de arriba
Smells Like 90´s Spirit
Statues
Hasta Fallecer
Flamencore Hate Crew
#Shit
Smack my Bitch Up
Dance-Core Party
Todo y nada
Dualitas
La estamos liando
I Am Doomed
A las 22.20 empieza a sonar la intro que da paso a la última banda de la noche, los gallegos APHONNIC que acaban gira en este concierto en Madrid. El sonido sigue siendo fantástico cuando el cuarteto arranca con Amarga despedida (Héroes, 2013), con Chechu conectando con el público desde el primer momento como el gran frontman que es. Es él quien arranca a pelo el siguiente tema, Osos color salmón (Indomables, 2016), antes de saludar al público y dar las gracias a la organización del concierto y al resto de bandas y arrancar con Aquellos maravillosos, tema celebrado y coreado por un público que desde el primer momento está entregado a la banda.
Un teclado da paso a Amantes, y los músicos se ve que están a gusto en el escenario, disfrutando de cada tema y de la conexión con el público, que se acentúa con Mi capitán, en el que los estribillos resuenan con todo el mundo cantando a pleno pulmón. A continuación suena Luz y Fer, con el que sale a relucir el lado más metalero de la banda.
Para presentar el siguiente tema, Chechu reparte un poquito de estopa a esa «prensa» que siempre da bola a las mismas bandas, a las mismas canciones que suenan y resuenan una y otra vez, según sus propias palabras, «a la misma vaca que ya no da leche». Se trata de Ombligos, temazo con una letra ácida y reivindicativa y con unos coros que ponen la piel de gallina.
El concierto va avanzando sin prisa, la banda no va a contrarreloj y se toma sus respiros, lo que después de tres horas de directos se agradece. El siguiente tema en sonar es La deseada, que en algún instante me recuerda a Héroes del Silencio, y al finalizar y tras un pequeño diálogo con el público, dedican el siguiente tema a los amigos que siempre están ahí y no fallan: Cunfía, otro temazo con una buena dosis de emotividad. A este le siguen el muy cañero Honrada avestruz y, cuando ya llegamos a las once de la noche, Fruta fresca, homenaje al pueblo palestino y que habla de cuatro niños asesinados por el estado genocida de Israel mientras jugaban al fútbol.
El público sigue disfrutando con cada una de las canciones cuando la banda, después de dar las gracias a los asistentes, a los organizadores y al resto de bandas, anuncia que la fiesta está llegando a su fin. Suena Jerry y antes de acometer el que sería último tema de la banda, Chechu vuelve a agradecer al público su presencia y a reivindicar menos redes sociales y «más puta calle». Suena Cíclopes y finaliza un concierto de algo menos de una hora que a mí personalmente me deja con ganas de más, así que estaremos pendientes de todas las novedades que surjan entorno a la banda para volver a disfrutar de su directo.
Setlist
Amarga despedida
Osos color salmón
Aquellos maravillosos años
Amantes
Mi capitán
Luz y Fer
Ombligos
La deseada
Cunfía
Honrada Avestruz
Fruta fresca
Jerry
Cíclopes
Nos despedimos de algunos de los amigos y conocidos que hemos ido viendo a lo largo del festival, y me apunto para que no se me olvide uno de los detalles que más me han gustado, y es que todas las bandas han contado con una absoluta igualdad de condiciones, tanto en tiempo de actuación como en sonido, luces, etc., que es algo que por desgracia no siempre sucede, y que hay que agradecer, además por supuesto del hecho de montar este evento con tres bandas de tanta calidad, a la gente del SHIKILLO FESTIVAL y a AF SONMUSIC.
Sólo queda desear que se celebren muchos más conciertos como este y ¡¡que no pare el metal!!
ROCK ON!!!
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