Fotografías de Fátima Caballero
 
 
¿Qué podemos decir a estas alturas de una banda como HAMLET que no se haya dicho ya mil veces? Un servidor, seguramente nada. Los madrileños, comandados por el incombustible Molly, acumulan ya más de 30 años de carrera, que se dice pronto. Pero lo más increíble es que parece que es en los últimos tiempos cuando mejor momento de forma han alcanzado. Y eso es lo que volvieron a demostrar el pasado viernes en la céntrica Sala X de Sevilla, en la primera de las dos citas andaluzas que tenían ese finde. Al día siguiente sería el turno de Málaga y otra buena parte el equipo de Metal Korner (el boss incluido) tampoco se lo quiso perder.
 
Pero vamos a lo que nos atañe. La capital de Andalucía vistió sus mejores galas para recibir a la banda con un lleno. Y es que si algo tienen también HAMLET, es que logran mantener a sus seguidores más old school sin dejar de atraer nuevas huestes con cada álbum que lanzan. El endurecimiento de su sonido a través de sus últimos trabajos les ha dado una frescura de lo más renovadora. Podría decirse que disfrutan de una segunda juventud, algo que se nota también en la sobrada confianza que mantienen en sus nuevas composiciones. Berlín, producido en Sandman Studios y lanzado a finales del pasado año, se ha convertido en el duodécimo disco de estudio de los madrileños. Un álbum que venían tocando prácticamente al completo en el inicio de esta gira de presentación (aquí puedes leer cómo fue el primer concierto). No fue diferente en esta ocasión.
 
 
Sin banda telonera alguna y directos al turrón. Así entramos en una sala que antes del inicio ya presentaba un aspecto tremendo. La gente guardaba mucha expectación. Aunque parezca que no, realmente la banda llevaba tres años sin pasar por Sevilla, cuando estuvieron precisamente en el mismo escenario presentando su anterior y notable obra La ira. Me llamó la atención la ausencia de foso entre público y escenario, pues no fue así la última vez. Sin duda, eso contribuyó a que la comunión con la banda fuese mayor aún. Comenzó a sonar Mirislou, la canción de los créditos iniciales de la película Pulp Fiction (cuyo autor, Dick Dale, casualmente falleció poco después) y comenzaron a subirse a las tablas los cinco miembros de HAMLET, siendo Molly el último en aparecer con su cabeza cubierta por el gorro de su sudadera.
 
 
Rápidamente, la banda comenzó tocando los tres primeros temas de Berlín, Persiste, insiste, repite, Tu destino y Eclipse, tras la cual el frontman agradeció por primera vez la asistencia al público y la acogida que está teniendo este último trabajo. La primera parte del concierto estuvo protagonizada por los nuevos temas, que recibieron un feedback brutal por parte del público. Ni medio año en la calle y la gente ya se sabía las canciones y lo daba todo con ellas. Una anomalía donde las haya donde solo cabe darle todo el mérito a la banda. Se colaron en este primer tramo, eso sí, clásicos como Vivir es una ilusión o Denuncio a Dios, ambos de El infierno, con bajada del escenario incluida de Molly (no sería la única), que ordenó a la gente que se fuera al suelo antes del final del tema, con lo que se terminó de activar del todo a unos asistentes que formaban los primeros pogos en la parte frontal al escenario, dando lugar a un logrado wall of death para El principio de un comienzo.
 
 
La banda, que cuenta sobre el escenario con las tablas de la experiencia, gozó de un gran sonido para alegría del público. Molly se encuentra en un estado impresionante no solo físico, sino también vocal, como demostró con un espectacular nivel tanto con las voces guturales como limpias. El vocalista decidió subirse a la barra de la sala mientras la banda tocaba Mi religión, desde donde no dudó en dar algún trago y ceder el micrófono al público. Uno de los momentos más locos de la noche. No sé decir adiós, de los temas más lentos y sentidos del último disco, puso un poco de pausa una vez que la sala saltó por los aires con Limítate y Antes y después. Tu medicina devolvió el caos a la multitud y Un mundo en pausa recordaba aquel Amnesia, para finalizar con el himno Irracional antes del bis protocolario. A la vuelta nos regalaron la balada Imaginé, el único tema interpretado de Syberia y tres trallazos de Revolución 12.111 de la talla de J.F., coreada hasta la extenuación, Habitación 106 y, cuando parecía que la cosa terminaba ahí, Egoísmo, con el enésimo wall of death por parte de un público que se quedó pidiendo más, pero sin suerte.
 
 
Dábamos así por concluida la visita triunfal de HAMLET a Sevilla, después de dos horas de show que pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Un consejo: no os perdáis a la banda en esta gira, pues se encuentra en estado de gracia. Y tampoco os perdáis la crónica de su concierto el día siguiente en Málaga de la mano de nuestro compañero José Emilio Paqué.
 
Por último, señalar que en la sala de al lado, la Even, se estaban disputando a la vez las semis de la WOA Metal Battle (Metal Korner también tuvo presencia allí), de la cual nos alegramos de que contara igualmente con una buena afluencia de público. Exitazo doble, por tanto.
 
 
Setlist
 
1. Persiste, insiste, repite
2. Tu destino
3. Eclipse
4. Vivir es una ilusión
5. Denuncio a Dios
6. Salvajes
7. Abandonáis
8. El principio de un comienzo
9. Libertad
10. Imperfección
11. Mi religión
12. Héroe
13. Limítate
14. Antes y después
15. No sé decir adiós
16. Tu medicina
17. Un mundo en pausa
18. Irracional
19. Imaginé
20. J.F.
21. Habitación 106
22. Egoísmo