Crónica: DIRTY DOGS llenó de rock El Mercado (Jaén, 7-3-19)

 

 

DIRTY DOGS. Unos sucios perros. Perros del rocanrol. La banda de Linares (Jaén) visitó el escenario de El Mercado el pasado 7 de marzo, en la céntrica plaza Deán para una potente descarga de rock. Variado y en su medida, ecléctico. Aunque la afluencia al concierto de DIRTY DOGS fue mucho menor que la semana anterior con SANTO ROSTRO, unos 30 fanáticos de la música en directo nos dimos cita para escuchar a Pablo (bajista), Faya (voz y guitarra), Leo (guitarra) y Paco (batería).

 

Sin duda DIRTY DOGS tienen potencial, de sobra. Su rock, garajero, con reminiscencias bluseras y sobre todo funkys, no duda en juguetear algún que otro momento con el stoner más árido y sorprender a propios y extraños con una variedad rocanrolera curiosa y fresca. Pablo al bajo supone una gran parte de la base rítmica, con una técnica segura y precisa. Su sonido empacó todo el conjunto perfectamente. Paco a los parches estuvo también preciso y a tiempo, con una batería que, sin deslumbrar, irradia energía y fuerza. Las distorsiones de las guitarras son sucias y poderosas.

 

 

Todo ello, envuelto del humo y las luces leds, creó una atmósfera de garaje rock cálida y acogedora. Ya los había podido ver anteriormente, en el concurso de Villargordo ‘Rock La Púa’ hace un tiempo, y creo que su mejora sonora es bastante palpable. Además, Pablo, que se incorporó recientemente a la banda ELECTRIC BELT, aporta esa experiencia y sonidos más cercanos al blues. Faya con su voz sureña y sensual ofrece une toque gamberro que se suma al sonido roto de las guitarras, que junto a Leo hace un dúo ‘guitarril’ magnífico. Sin duda son las protagonistas, esas guitarras rotas y llenas de distorsión que no paran de escupir riffs y más riffs. 

 

 

Para terminar, Faya se deshizo de su guitarra e interpretar un tema agarrando el micrófono con desmesura; sin la guitarra colgada también demuestra que puede ser un gran vocalista y frontman. Cuando uno se puede mover con libertad la cosa cambia. ¿Qué puedes encontrar en un concierto de DIRTY DOGS? Estribillos pegadizos, con una picardía y actitud notables. En resumidas cuentas, un concierto ‘en familia’, con poca gente pero que sin que fuese problema para disfrutar del rock de los linarenses. Jaén, esa tierra llena de rock y blues. Por muchos más conciertos en El Mercado. ¡Larga vida al rocanrol!