No puedo ocultar ese cosquilleo que me produce el álbum del que voy a hablar a continuación. Cada vez que escucho estas canciones siento un revoloteo en el estómago y una sensación de paz y caos al mismo tiempo, podría decir que incluso se trata de amor (musicalmente hablando, claro). Lo cierto es que desde que salió este disco el pasado 25 de octubre, no he dejado de escucharlo en ningún momento.
Espero poder transmitir con mis palabras lo que se puede llegar a sentir con la música de THORNHILL si contáis con la sensibilidad necesaria (y por supuesto, si os gusta el estilo). El trabajo del que estoy hablando se titula The Dark Pool¸ y consta de once pistas, con una duración total de 42 minutos que se pasarán volando, porque cada canción tiene un toque especial que la hace única. Para aquellas personas que nunca han escuchado nada de esta banda australiana, podría decir que tienen vibes de la banda sonora de Stranger Things, de NORTHLANE, de TESSERACT, incluyendo melódicos angelicales y guturales equilibrados, instrumental versátil y sutil dependiendo del momento, que se adapta a la voz de Jacob, letras puras y profundas que van acorde con las emociones que transmite la música, y otro sinfín de cualidades que dejo que vayáis descubriendo a través de esta review.
El quinteto de Melbourne está formado por Jacob Charlton (vocalista), Ethan McCann (guitarrista), Ben Maida (batería), Nick Sjogren (bajista) y Matt Van Duppen (guitarrista), chicos jóvenes que, desde sus comienzos, allá por el 2016 con su primer EP 13, están integrándose cada vez más y más en el mundo del metalcore, con sonidos renovados y diferentes que, desde mi humilde opinión, merecen ser más reconocidos dentro del mundillo. THORNHILL se hizo más popular con Butterfly en 2018, más feroz pero dentro del mismo estilo de The Dark Pool, aunque igualmente se ha visto una evolución musical que denota un crecimiento personal y profesional de los integrantes, desarrollando la esencia a la que tan fuertemente se han aferrado y la que hace que realmente sea un sonido diferente e innovador.
Tras esta introducción, creo que es momento de empezar con la review en sí, de este álbum, que, desde mi punto de vista, se ha convertido en uno de los mejores del género del 2019. The Dark Pool comienza con Views From The Sun, con un sonido atmosférico electrónico que da paso a un riff gracias a la transición que ofrece la batería y que ayuda a su perfecta sincronización. Jacob se estrena en este disco con un gutural agudo convertido en screamo en diferentes puntos, y que muestra su versatilidad en el estribillo gracias a esa voz melódica que recorre una gran variedad de rangos vocálicos. El riff que comienza en el minuto 2:43 muestra la conexión que tiene este grupo con el djent, género que aparece durante todas las canciones en menor o mayor medida.
Lo que ocurre con Nurture es que, además de ser uno de los singles que sacó el grupo, es un tema realmente impetuoso, ya que tiene un riff pegadizo nada más empezar, que se va desvaneciendo para volver a aparecer en diferentes ocasiones a lo largo de la canción, mientras la voz de Jacob hace acto de presencia. Un punto a destacar es el breakdown que tiene lugar en el momento 2:15, rasgo que le da un aspecto más carismático, buscando ese contraste dulce y amargo que se acaba convirtiendo en música.
La tercera canción es The Haze, introducida por una batería rítmica y suave que manifiesta esa concordancia instrumental y vocal tan bien estructurada, donde se superpone la voz para darle más importancia a esta, que en ocasiones aparece como susurros que se desvanecen. Por otra parte, la electrónica juega un papel importante que ayuda a abrir los horizontes musicales para imaginar y sentir, tal y como la parte final de The Haze y el comienzo, algo más largo, de Red Summer, canciones embriagadoras de una atmósfera cuya esencia se respira en series como Stranger Things y Dark. Como he dado a entender, Red Summer es una continuación de la canción anterior, sigue en el estado ambiental y elegante donde el progresivo toma protagonismo de forma grácil, pero nunca ocultando la voz angelical de Jacob, que regala en tonos agudos una estrofa mágica “Well, I know someone somewhere is meant for you, drowning in the dark pool. Body and mind not ready for love, buried in ravens, hoping for doves. If someone somewhere could pick me up. I’m drowning in a pool of blood, into the deep end, ready to swim. I’m ready to let the water in”.
El quinto tema, In My Skin, más enérgico, pero dentro del mismo estilo, se presenta con una base más oscura, en la que a pesar de tener en su mayoría una voz melódica, cobra protagonismo el instrumental, con influencias progresivas en el que ningún momento se exagera ni se ve artificial. El batería sigue el ritmo que se va prolongando hasta el final de la canción, donde todos los instrumentos se agrupan, generando una melodía uniforme en modo de conclusión que va desapareciendo. A continuación, nos encontramos ante All The Light We Don’t See, la canción más corta de todo el álbum, fluye como un simple nexo de unión por su delicadeza, ya que presenta de forma elegante a la séptima pieza, Lily & The Moon, de la que hablaré tras una leve pausa.
Simplemente quería comentar que el pasado día 15 de enero, tuve la suerte de poder ir a Leeds y verlos de teloneros, ya que THORNHILL iba acompañando a DED y a WAGE WAR por su gira por Reino Unido y Europa. Como teloneros, tocaron los primeros, y su duración en el escenario fue más corta de lo que me hubiera gustado, tal y como le comenté al batería, Ben Maida, tras el concierto. Las canciones que tuve el placer de disfrutar fueron las siguientes: 1. Views From The Sun, 2. Nurture, 3. The Haze, 4. Reptile, 5. Lily & The Moon, 6. Coven y 7. Where We Go When We Die, temas tanto de The Dark Pool como de Butterfly. Para mi sorpresa, el público no estaba tan entusiasmado porque no son tan conocidos como los otros dos grupos que actuaban después, pero sí despertaron más y más curiosidad a medida que iban tocando más canciones; lo importante es que yo lo disfruté como una niña pequeña. Tocaron muy bien, a pesar de que se escuchaba notablemente más el instrumental que la voz, una pena, porque no se podía apreciar del todo la voz de Jacob, aunque no se le puede culpar a la banda por esto.
Lily & The Moon también tuvo su momento en el concierto, ya que siempre me he preguntado cómo se inspirará el grupo para escribir letras tan profundamente mágicas, a lo que Jacob me quitó la duda rápidamente: “Ahora vamos a tocar Lily & The Moon, la escribí para alguien muy especial, mi perra”. La cosa es que, si yo tuviera un perro, también le escribiría y le dedicaría canciones. Volviendo al aspecto musical, es un tema que habla sobre la pérdida y sobre mantener y cuidar lo que tenemos, mientras lo tengamos: “Take me to the moon, so I can get away. There must be more than what they say. Lily and the moon, I see you everywhere. If there’s another world, I will meet you there”. Para mostrar esta letra y todo lo que significa, se utilizan diferentes ritmos que generan diferentes estados mentales, predominando la angustia y la calma, que se enlazan gracias a los riffs rápidos y a la estabilidad de la batería. Creo poder decir que es una de las canciones que más destacan del álbum.
Coven fue el primer single que publicó el grupo de este disco, en el que predomina el progresivo de nuevo, y, además, es el tema que, en cuanto al estilo, se encuentra más próximo a su disco anterior, Butterfly. La energía que se puede sentir con Coven parte del instrumental, que llama la atención desde el primer momento, y con el que llega a hipnotizar gracias a los coros y al riff cambiante y efusivo que se desata cuando Jacob decide hacer gala de su gutural, volviendo a demostrar su versatilidad. Recuerdo que en directo, se me erizó la piel por culpa del breakdown, que se quiso convertir en doble para acabar la canción.
En cuanto a Human, empieza con un ritmo simple de batería que acaba aumentando al unirse con un riff armónico. Ese efecto seductor que tiene la melodía de este tema, parece haberse creado para formar parte de un sueño, donde todo parece real, pero es simplemente una fantasía, predominando los cambios para ser transformados en estructuras completamente diferentes que se acaban alternando al unísono, creando un ambiente totalmente mágico. Cada vez que escucho Human, descubro una nueva forma de sentirla: “I’ve been keeping my distance. I don’t pity your anger, just give me your heart. What makes you human; what sets you apart?”. Por otro lado, Netherplace¸ esta pieza musical nos indica que el final está próximo con su instrumental suave y delicado, donde predomina la melodía regalada por un piano que nos envuelve en añoranza y tristeza.
El último tema, Where We Go When We Die es uno de mis favoritos del álbum (aunque parezca que lo son todos). Antes de comenzar con la parte musical, quiero comentar el tema que se ve a lo largo del disco, y más concretamente aquí, como podréis comprobar cuando veáis el videoclip más abajo; el caso es que las fuerzas superiores, bien invasiones alienígenas, o bien, la propia sociedad y los humanos, nos destruyen, “nos abducen” para convertirnos en seres insensibles que lo pierden todo, incluyendo aquello que amamos.
Where We Go When We Die nos transporta a ese mundo del subconsciente, al terror de la vida y al deseo de la muerte, con una alternancia de ritmos procurados por los riffs oscilantes y los agudos melódicos, que se susurran con el acompañamiento de la batería para acabar en screamo y en guturales proporcionados. En el verso quinto se produce el cambio definitivo para dar paso al bridge, momento en el que es inevitable que se erice la piel, por la armonía eterna que se ha conseguido, dando por finalizado el álbum con el outro: “You speak of Paradise, like it exists forever. They all made you believe, but I don’t think I want to. Well, what’s the point of life if we can’t be together? I need you here with me, I need you to remember.”
Espero que con mis palabras, os haya contagiado parte de lo que llego a sentir cuando escucho The Dark Pool, ya que para definirlo como un sonido indescriptible, he intentado describirlo lo mejor que he podido y he sabido. Simplemente, espero que con el tiempo, THORNHILL sea reconocido como uno de los nuevos sonidos del metalcore y del progresivo, ya que creo que son cinco chicos muy jóvenes que están haciendo un gran trabajo. Para finalizar, me gustaría dedicarle esta review a alguien muy especial que desde hace unos días ya no está aquí, pero que estará vivo siempre en el recuerdo.
Tracklist
1. Views From The Sun
2. Nurture
3. The Haze
4. Red Summer
5. In My Skin
6. All The Light We Don’t See
7. Lily & The Moon
8. Coven
9. Human
10. Netherplace
11. Where We Go When We Die
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