Por Bea Lawless (fotografía y texto)

 

El Blood Dynasty Tour llegó al Palacio Vistalegre con un cartel tan atractivo como variado. Cuatro bandas, cuatro estilos y una misma idea: celebrar el metal en todas sus formas. A pesar del despliegue, el recinto no llegó a llenarse; las gradas mostraban bastantes huecos y la pista tampoco rebosaba. Aun así, los que fueron lo dieron todo desde el primer minuto.

 

Poco después de las seis, GATECREEPER abrieron la jornada sin presentaciones ni parafernalia y su mezcla de death metal clásico con toques modernos funcionó bien como arranque. Chase Mason lideró el set con mucha actitud y una voz que llenaba el Vistalegre. En apenas media hora dejaron claro que su papel era calentar motores, y lo cumplieron sin esfuerzo.

Con AMORPHIS llegó el primer cambio de tono. Los finlandeses apostaron por un sonido más melódico y envolvente, muy bien equilibrado. Tomi Joutsen alternó sus registros limpios y guturales con soltura, mientras el resto del grupo mantenía esa elegancia tan característica. El repertorio combinó distintos momentos de su carrera, con The Bee, Silver Bride o House of Sleep como los más celebrados. Fue un concierto sereno y sólido, que conectó sobre todo con los que llevan años siguiéndoles.

ELUVEITIE subieron el ánimo al instante. Con un despliegue de instrumentos que iba del violín a la flauta, los suizos convirtieron Vistalegre en una fiesta folk-metalera. Fabienne Erni se ganó al público con una voz impecable en The Call of the Mountains y A Rose for Epona, mientras Chrigel Glanzmann manejaba el ritmo y las transiciones sin perder energía. Hubo saltos, coros y esa sensación de que cada tema traía una historia distinta. Fue el momento más participativo de la noche.

Pasadas las nueve, cayó el telón del Blood Dynasty Tour y ARCH ENEMY tomó el escenario. Arrancaron con Deceiver, Deceiver y desde ahí todo fue más y más intensidad. Alissa White-Gluz dominó cada rincón del escenario, moviéndose sin parar y dejando claro por qué es una de las frontwoman más carismáticas del metal extremo.

 

Fue también una de las primeras veces que el público de Madrid pudo ver a Joey Concepcion, el guitarrista que sustituyó a Jeff Loomis en 2023. Se le vio cómodo y con una gran conexión con Michael Amott, repartiendo solos y armonías que mantuvieron el sello inconfundible del grupo.

 

El repertorio equilibró novedades de Blood Dynasty, como Dream Stealer o Liars & Thieves, con clásicos imprescindibles como My Apocalypse, War Eternal o The Eagle Flies Alone. Nemesis convirtió el recinto en un coro unánime con ese “We are one!” que sigue siendo uno de los grandes momentos de cualquier concierto del grupo. Y el cierre con Fields of Desolation fue un guiño a sus inicios, el único tema que rescataron de su primer álbum, Black Earth (1996), y una forma elegante de recordar de dónde vienen.

 

ARCH ENEMY no necesita adornos: su sonido es nítido, el ritmo no decae y la banda funciona con una compenetración que sólo dan los años.

Setlist de ARCH ENEMY:

1. Deceiver, Deceiver

2. Ravenous

3. Dream Stealer

4. Blood Dynasty

5. War Eternal

6. My Apocalypse

7. Illuminate the Path

8. Liars & Thieves

9. The Eagle Flies Alone

10. First Day in Hell

11. Sunset Over the Empire

12. No Gods, No Masters

13. Avalanche

 

 Encore:

14. Snow Bound

15. Nemesis

16. Fields of Desolation

 

Madrid recibió una noche larga, intensa y variada. Cuatro bandas, cuatro maneras de entender el metal y una misma pasión compartida con el público. Aunque el aforo quedó lejos del lleno, lo que se vivió en Vistalegre fue una muestra de fuerza, de oficio y de estilos que pueden convivir sin pisarse. Desde la crudeza de GATECREEPER hasta la teatralidad de ARCH ENEMY, pasando por la melancolía de AMORPHIS y el espíritu celebrativo de ELUVEITIE, fue una velada para disfrutar sin mirar el reloj.