Los canadienses THE VEER UNION nos traen su sexto álbum de estudio, Decade, una obra que ofrece la conjunción en casi todas las composiciones de las voces de Crispin Earl (voces) y Dan Sittler (voces y guitarra), siendo el resto de componentes Ryan Ramsdell (guitarra rítmica), Amal Wijayanayake (bajo) y Tyler Reimer (batería). Estamos ante una banda de rock alternativo, por lo que si te gustan los ritmos y sonidos clásicos, claramente definibles, quizá este no sea tu disco. Pero si quieres oír algo diferente, que pueda recordarte a bandas como LIKIN PARK, THE VEER UNION será un grato descubrimiento si todavía no conocías su existencia.
  
La obra se abre con “Defying gravity”, que trae un grito poderoso, de desafío, tal y como indica el título.
Un estilo que puede recordar, como ya he indicado, a LINKIN PARK, con diferentes juegos de voces intercalándose en este primer tema que habla de las luchas interiores, concretamente del enemigo que todos tenemos dentro.
 
Continuamos con “Watch you lose”, que habla sobre (lo que creo) es una relación donde nuestro protagonista queda colgado, atrapado y dañado… hasta que llega la hora de romper con esa cuerda que le sujeta, para dejar de verse como perdedor y ver a la otra parte perdiendo lo que él ha perdido. El ritmo, con una cadencia muy marcada, acompaña a la voz de Crispin sin solaparla en ningún momento, siguiendo con el juego de voces comentado al inicio y que, sobre todo en el estribillo, ayuda a reforzar el mensaje de liberación.

You can’t have it all” sigue la temática de la canción anterior, hablando de un pasado conjunto y de una persona que se lleva todo lo que ha dado, 
 
You can’t have it al right now
All I had you took away
 
Pero que ahora ha comprendido su error y debe echar a andar solo. 
 
Seguimos con “I said”, que baja el ritmo general del disco con una cadencia lenta, donde sobresale la voz que, de nuevo, nos cuenta una historia de desamor… pero esta vez con un punto de vista más negativo, sin el mensaje positivo y de recuperación de las canciones anteriores, dejándonos un Now I’m nothing para concluir. 
 
El ritmo vuelve con los inicios electrónicos de “Make me believe”, un tema donde se toca un nuevo aspecto de las relaciones de pareja: hacerle creer al otro que vas a cambiar o que algo que has hecho (y no deberías haber hecho) no volverá a ocurrir. De ahí que Crispin grite que le hagan creer que eso va a cambiar, añadiendo una gran ejecución de la parte instrumental, como si un vendaval acompañara al vocalista para hacer su mensaje más alto, aunque igual de claro.
 
“We all will rise from the fall” es el primer verso de “We all will”, que tiene un comienzo ideal para ponernos todos a dar palmas y cantar el estribillo. Una llamada a todos los que, escuchando esta canción, se sientan tristes, solos…y que necesiten un pequeño empujón para venirse arriba. En mi opinión, la canción que mejor se puede llevar a un directo de todas las que componen el disco.
 
 
En “I don’t care” pasamos al episodio de la aceptación de que la otra persona no está pero, en vez de volvernos locos llamándola a las 4 de la mañana tras tomarnos unas cuantas copas, nos decimos a nosotros mismos:
 
You’re not there and I don’t care
 
Bueno, más bien le hablamos al espejo imaginando que ella (o él) están delante. 
La ejecución de la canción otorga gran protagonismo a la batería, presente y constante durante todo el tema; llevando en volandas al resto de grupo en la canción con más fuerza del disco.
 
Encaramos la parte final del disco con “The unwanted”. Una amarga canción donde Crispin deja claro a la otra persona que se aleje de él, ya que tiene muchos defectos que, por una u otra razón, esa persona no quiere ver (cosa que nos pasa en muchas ocasiones), aunque espera que algún día, esa oscuridad que ahora hace no desear a esa persona, desaparezca algún día. 
 
“Heart attack” es también una canción triste, no por el ritmo, sino por su letra: un aviso de que alguien se está echando a perder, mientras nuestro protagonista ve cómo va desarrollándose el proceso, sin que él pueda (¿o quiera?) hacer nada para evitarlo. El ritmo es constante durante toda la canción, sin apenas subidas o bajadas en su ejecución.
 
El trabajo se cierra con “The underrated”, tema que devuelve la esperanza a un nosotros después de todo un disco hablando de la tristeza, de la lucha, abandono… Con un comienzo parecido a “We all will”, enseguida el ritmo se vuelve rabioso, como si el grupo quisiera sacudirse todo lo negativo del disco y, como he comentado al inicio del párrafo, hacer borrón y cuenta nueva.
 
 
En resumen, un disco que repasa las diferentes etapas del amor, desamor, desánimo…pero que también contiene mensajes de ánimo, de esperanza. Y como dije al inicio, musicalmente presenta ritmos que podemos identificar como alternativos, con juegos de voces y partes apoyadas en la electrónica. El mayor interés del trabajo lo he encontrado en las letras, debido a la insistencia en los temas de la relaciones personales, quedándome con la duda de cuánto de experiencias personales hay detrás de ellas.

 
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