Por Chus
 
 

Durante toda mi vida tuve aptitudes para la pintura y una inquietud latente sobre las artes oscuras. Al llegar la adolescencia, se podía decir que era un experto en magia negra. Mis aficiones hicieron que cada vez me encerrara más en mi mismo. Al poco tiempo, mis propios temores se hicieron cada vez más fuertes, y acabaron por dominarme. Me convertí en un ser irascible y solitario. Acabé apartándome de todo y todos. Finalmente, me confiné en una casa abandonada a las afueras de la ciudad. Mi estado mental empeoraba por días. Las pesadillas se llegaron a hacer insoportables. Tenía dos opciones; suicidarme o intentar volcar mi demonios en el lienzo literalmente. El peligro era inmenso, ya que cabía la posibilidad de que al hacerlo se abriera mi propia caja de pandora. Solo que el devastador efecto unicamente sería para mi persona. Moriría automáticamente en el mejor de los casos. En el peor, éstos dominarían mi cuerpo y consumirían definitivamente mi alma, viviendo un tormento eterno. En mis cada vez más escasos momentos de lucidez mental conseguí desarrollar a duras penas el encantamiento que solucionaría mi estado actual. No podía esperar más, tenía que realizar aquella macabra liturgia lo más rápido posible. El paño lo confeccioné a base de pieles de animales abandonados que asesiné y despellejé para este menester. Su sangre sería la pintura, y los pinceles fueron creados con los huesos y pelos de las desdichadas bestias.
Finalmente había llegado el momento. La noche era absolutamente desapacible. Llovía con fuerza y los relámpagos iluminaban el lugar. Me dispuse a iniciar el ritual. Allí estaba yo, delante del pellejo cosido de las alimañas. Mi capacidad de concentración ya era nula, pero tenía que hacer el último esfuerzo para salvar mi psique y mi ánima. Cerré los ojos y conforme pintaba recitaba el sortilegio. De mis orificios corporales emergió una neblina negra que no solo se extendía por todo mi brazo arropando la totalidad del cerdamen acumulándose expresamente ahí, si no también por toda la habitación. Entré en un estado de trance profundo. En aquellos momentos sentía como todos y cada uno de mis engendros personales iban estampándose. Mientras esto pasaba, percibía que a pesar de estar deshaciéndome de ellos también me iban arrancando mi fuerza vital. No se cuanto tiempo transcurrió hasta que por fin salí del lance. Al abrir los ojos mi obra póstuma ya estaba acabada. Caí de rodillas, para terminar tirado completamente en el suelo. Mientras que sentía como estaba pereciendo me percaté, ya demasiado tarde, que al deshacerme de mis horrores también lo estaba haciendo de mi mismo. Conforme fallecía, contemplé como aquellas aberraciones que me martirizaban se retorcían en aquel trozo de carne muerta….
Bienvenidos al universo de MORTHUS. ¿Dominas a tus temores o ellos lo hacen contigo?

MORTHUS es un combo de melodic death black metal procedentes de Polonia. Se formaron en el año 2012. En 2013 editaron su primera demo “Legacy of Astaroth“. En 2014 apareció su E.P “The Abyss” continuando con el legado que habían dejado con la anterior maqueta. A partir de entonces, sus seguidores sufrieron una espera de dos años hasta que finalmente lanzaron su primer Larga Duración “Over the Dying Stars“. Arropados por el sello Witching Hour Productions, este L.P vio la luz el 3 de junio de 2016, siendo obviamente el culpable de que existan estas purulentas esquelas.

El line up es el siguiente: Hellwolf (bajo), Rageblast (batería), D. Cardinal (guitarra solista), P. (voz y guitarra).

En este primer asalto los polacos nos ofrendan un gran debut, carente de fisuras. Básicamente estamos ante un redondo malévolo, donde se pone de manifiesto que estos tipos al crearlo estaban en un total estado de gracia. Su estructuración en general es trepidante y dinámica, donde los cambios de dirección son una constante. Estas cualidades hace que el oyente disfrute todos y cada uno de los temas que lo conforman, manteniendo durante todo su minutage el interés en el susodicho.
La producción es nítida a la par que real. Aquí no se pierde ni una sola nota, pero tampoco se queda atrás la fuerza.

El escaparate de riffs es impresionante, poseyendo un buen número de ellos por canción. Los encontraremos disonantes, a una cuerda, a doble armonía y una sorpresa de guitarras carentes de distorsión. Todo ello lo aderezan con un gran sentido de la melodía, que está impregnada en todos, y cada uno de ellos. Además preparaos para unos puntuales y asesinos solos de guitarra que te quitarán la respiración.

En cuanto a registros vocales se refiere, nos topamos con inhumanos growls, e ínfimos toques de voces limpias y coros siniestros.

La batería es todo un vendaval donde lo que predomina de manera clara es la velocidad. El trabajo de Rageblast es realmente loable, y si no me creéis echadle un oído.

Atentos a las buenas líneas de bajo. Siempre es de agradecer cuando este instrumento deja de ser un mero acompañante de la base rítmica y toma personalidad. Así sí.

Al termino de esta descripción global pasemos a comentar brevemente las mejores tonadas de esta acometida.
Personalmente destacaría “Gospel for Evil and Chaos”, “Revelation Hunt” y “Chant of the Blazing Breath” por las siguientes razones:

“Gospel for Evil and Chaos”, te desmembrará sin contemplaciones gracias a su inicio oscuro, sus innumerables cambalaches de dirección y a sus guitarras. Gran composición.

Si deseáis saber cual es la tonada más sanguinaria de todas, la respuesta sería sin ningún tipo de duda “Revelation Hunt”. Bestial de principio a fin.

“Chant of the Blazing Breath” se origina a mid tempo arrastrado y agónico , donde se muestra claramente la cara más insidiosa del grupo.

Si sois afines a este tipo de metal extremo, os garantizo que disfrutareis sobremanera con este plástico. No lo dudéis y echadle el guante lo más pronto posible.

Nota: 8,5

Track list

Vastness Above (Intro)
Unholy Cult of the Ancient One
Gospel for Evil and Chaos
Revelation Hunt
Across the Void
Hate & Pride
Chant of the Blazing Breath
Sons of Black Fire
Doomsday Below (Outro)