Texto y fotografías por Rubén Montejo y José Emilio Paqué

 

Este año la afluencia de público fue enorme, y ha sido el año con más público desde que en 2010 la organización apostó por encauzar el festival desde un punto de vista más underground. De sus muchas ediciones ya celebradas, no se veía tanto público en un Skulls, solamente visto en bandas como por ejemplo Saratoga. Esta jugada a la organización le está saliendo muy bien y poco a poco y año tras año, la afluencia va incrementándose, hasta llegar a ser hoy día uno de los festivales de metal undeground más importantes de todo el estado español.

  
 

De sobra es conocido el apoyo que la organización del festival hace siempre sobre la escena local, incluyendo 1 o 2 bandas de Jaén y provincia.

De hecho, las actuaciones comenzaron con la banda local GULAH, llegados desde el municipio de Villadompardo (Jaén). Formado por Paco, Carlos y Antonio, este power trío ofreció a los escasos asistentes en esos momentos una buena dosis de thrash/heavy metal, con una voz rasgada y guerrillera, aparte de ritmos bastante rápidos e incisivos.

 
Aunque la banda comenzó con 5 componentes allá por 2004, tras varios cambios de lineup y demás, finalmente optaron por la fórmula de trío, que, de momento, les está funcionando bastante bien. Con un CD reciente, el llamado “Caballero del Rock“, GULAH brindaron su mejor hacer al poco público que allí estábamos, bajo un abrasador sol. Tema tras tema, hicieron un show muy correcto y completo, y es que su música tiene tintes e influencias tanto del heavy tradicional como sonidos más extremos como el thrash metal. 
 

Un buen concierto para ir “calentando” aún más el excelente y festivo ambiente que tuvo el festival durante toda la jornada. 

 

Tras un breve descanso les llegó el turno a los madrileños NEXT STEP, que siendo ganadores semanas antes de la batalla de bandas del hermanado Barcia Metal Fest (Torreperogil) habían tenido como premio tocar en el escenario del SKULLS OF METAL.

Con un set lleno de canciones de su último disco “Legacy” comenzaron con “Follow”, tocando un rock moderno que nos recuerda a bandas como Alter Bridge o Soundgarden, donde Guillermo García además de cantar se encarga de acompañar a la guitarra a Paco Sabido, sustituto temporal de Irene Génova, que desgraciadamente no pudo estar en el festival.

Nada más terminar nos sorprendieron con una versión de la canción “Rolling in the Deep” de la gran Adele que sonó fresca, casi como si del propio grupo fuera. Volvieron otra vez a dar un repaso a su último trabajo con canciones como “Wounds Become Scars”, “Nature Calls” o “Price we Pay” disfrutando de Jesús Hernando al bajo y a los coros, y un Diego Solana que disfrutaba como un enano machacando la batería, con una actuación tan enérgica que acaparó gran parte del protagonismo durante el concierto.

Para terminar interpretaron “Eternal” con un estribillo pegadizo que puso el broche a una gran actuación, que por desgracia por culpa del retraso inicial tuvo que acortarse para poder cumplir el horario, quedándose fuera dos grandes canciones como son: “Echoes of Life” y “Something to Fight For”.

Con un público todavía reducido que huía del sol cuando hacía acto de presencia entre el mar de nubes para pegar con fuerza, subían al escenario CENIZAS DEL EDEN. La joven banda venía desde Huelva para presentarnos su último disco “Sententia”.

Tras “Juicio Final” la breve intro con la que comienza su último disco, rápidamente los hermanos Muiño comenzaron a hacer sonar sus guitarras con duros riffs, dando paso a “Perder el control”, canción de su disco “Adamantium”, que se colaría dentro de un setlist mayoritariamente con canciones de su nuevo disco.

 
Con Joaquín aporreando la batería muy metido en el concierto le siguió “Oportunidad” y “Jaula de Poder”, donde hizo su debut Jorge, que los acompañaría en la base rítmica al bajo. Lamentablemente no se encontró del todo a gusto en el escenario por culpa de unos problemas técnicos, los cuales se solucionaron en cuanto le cambiaron el amplificador.
 
 
A partir de ese momento fue cuando pudimos ver a los verdaderos CENIZAS DEL EDEN, que cerraron su actuación con las potentes “Sententia” y “Sangre”, descargando toda la rabia y fuerza que llevaban dentro. Incluso por fin pudimos ver disfrutar en el escenario a Jorge.

Después de la intensa descarga de CENIZAS DEL EDÉN llegaría el turno de otra banda local, WITCHTOWER. Ya totalmente consagrados dentro de la escena metálica underground, los jiennenses hicieron las delicias del público, con su sonido puramente NWOBHM. La afluencia de público se incrementó de una manera notable para presenciar el show de la banda. Con un gran ambiente, Víctor de la Chica al frente, hizo aparición en el escenario de espaldas al respetable, así como el resto de miembros para interpretar los primeros compases de su show.

 
Hay que recordar que su baterista, Jose, sigue de “baja laboral” por un problema físico en uno de sus brazos, por lo que la banda sigue con su guitarrista Álex en la posición de percusionista. Y por supuesto volvieron a contar con Antonio en la segunda guitarra, cada vez más suelto y engranado con el resto de miembros. “Better Run” fue uno de los temas más coreados de su aclamado segundo trabajo discográfico “Hammer of Witches“. La banda se encuentra actualmente dando los últimos retoques a su nuevo álbum de larga duración, que podremos disfrutar pronto.

El sonido old school de WITCHTOWER encandiló a todo el público, que lo vivió de una manera intensa, con mucha energía. Y es que la banda en el escenario mantienen una actitud encomiable, con un show visualmente clásico, solos por doquier y guitarras dobladas, que recuerdan en parte a la época dorada de JUDAS PRIEST o DIAMOND HEAD. También muchísima influencia de IRON MAIDEN, con ese poderoso bajo ejecutado por Daniel Martínez, muy influenciado por Steve Harris.

 
Resumiendo, un show cargado de nostalgia y buen hacer, con una ejecución muy profesional y con un Víctor de la Chica crecido y con una actitud positiva y enérgica. Está claro que WITCHTOWER es Víctor de la Chica, pero sin duda, ha sabido rodearse de una serie de músicos que leen las líneas de sus composiciones de una manera clara y concisa. Excelente concierto.

Setlist Completo:
 
“Intro”
“Salem / F. Broomsticks / Heavy Metal S”
“November of 1786”
“Night of the witch”
“Better run”
“Stronger than you / don´t turn off”

Ahora era el turno de una de las bandas con un sonido más extremo del festival, que este año se ha centrado en sonidos y bandas algo más clásicas y tradicionales. PERCUTOR hacían aparición para destrozar las cervicales de todos los presentes. Pese a que tienen muchísimo deje de metal tradicional, su sonido se centra en el speed y thrash metal más afilado. La banda madrileña, con su frontman ecuatoriano Luis Zabala, hicieron un show demoledor, debajo de un cielo nublado y que amenazaba con lluvia. Finalmente sólo fueron 4 gotas mal contadas, menos mal.

 
La banda, formada a finales de la década de 2000, han editado varios trabajos discográficos, siendo su EP “Marginados” lo más reciente, editado el pasado año de 2016. La actitud thrasher y agresiva estuvo presente durante todo su show, destacando la voz y técnica al bajo de Luis, que es un excelente frontman, cargado de actitud y energía. 

 

Ataviado con una camiseta de los míticos MURO, Luis deja muy claro las influencias de la banda, que beben de ese metal old school rápido y agresivo de los 80. Aunque su puesta en escena diría que es más extrema de lo que realmente su música es, visualmente su show es muy poderoso, recordando un poco a Tom Araya de Slayer. El parecido físico es innegable y su actitud encima de las tablas también. En el show de PERCUTOR el gran número de público que se había congregado para el concierto anterior se dispersó un poco, para tomar algo fresco o aprovechar para descansar un poco. El sol y el calor, pese a que no era tan abrasador como otras ediciones, hacía mella en la gente.

Buen concierto de PERCUTOR, a los que habrá que seguir la pista de cerca y ver cómo evolucionan ese sonido speed thrash.

Setlist Completo:
 
“Al Gaucho”
“Nom”
“Rebelión”
“Barriobajero”
“Evitando el ablande”
“América”
“Patria en venta”
“Vientos del pueblo”
“De metal pesado”
“Escapa”
“Marginados”

 

Bajo nuestro punto de vista, fue uno de los mejores si no el mejor concierto de esta edición. El guitarrista de 76 años Manny Charlton, nacido en tierras andaluzas y fundador de los míticos NAZARETH visitaba el Skulls of Metal. Imprescindible no perdérselo. Además rodeado de una impresionante banda, con el vocalista cordobés Manuel Escudero (Sacramento, Santelmo) al frente. Además de otros músicos de calibre como Charly Rivera, Manuel Reyes y Maikel de la Riva, todos músicos muy experimentados y en otras formaciones como El Hombre Gancho o Trilogy 666 por poner un ejemplo.

 

Un show impresionante con una calidad técnica en todos los sentidos apabullante. Recordemos que el impecable estilo “bluesy” de Manny Charlton llevó a su banda NAZARETH a girar junto a DEEP PURPLE a principios de los 70. Que se dice pronto. Y no sólo eso, Charlton fue elegido por Guns’N’Roses para producir su debut, incluso llegó a trabajar con ellos en algunas demos, aunque finalmente la banda eligió otro productor. Estamos hablando de una total institución dentro de la historia del rock y metal.

El show fue impecable, disfrutaron del mejor sonido del festival. Manuel Escudero mostró sus dotes a la voz, que son casi de otro planeta. Continuamente teatralizando los temas, se metió a la gente en el bolsillo tanto por su presencia en el escenario como con su prodigiosa voz, que nos dejó atónitos a más de uno de los que estábamos presenciando tal espectáculo. Un registro variado y amplio, siempre dentro de la homogeneidad del resto de la banda y con algunos agudos altos, altísimos, hasta niveles insospechados. Una delicia.

 
Charlton, con casi 80 años a sus espaldas demostró que el rock se vive por dentro. Pese a que, lógicamente, no se movió mucho, su técnica en la guitarra y buen hacer encandiló a todo el público, que disfrutó de lo lindo con los acordes y riffs de una leyenda viva de esto, de lo que más nos gusta. Impresionante.

No todos los días se ve un concierto de este calibre, con verdaderas estrellas del ROCK, así, con mayúsculas. Un concierto inolvidable, gracias SKULLS por traernos estas golosinas. Difícilmente olvidables. Grandes.

 
 
Setlist Completo
 
“This month´s Messiah”
“Razamanaz”
“Lady Luck”
“Signed, sealed & delivered”
“Somebody to roll”
“Doom”
“Mis Misery”
“Family”
“Boys in the Band”
“Dream on”
“Hair of the dog”
“Rocking in the free world”

 

Llegamos a la propuesta más extrema de esta edición. VIOLENTOR, banda italiana de puro thrash metal, con Rot, Dog e Iago Bruchi en sus filas. Un trío al que no le hace falta mucho más para sonar demoledores y brutales. Resaltar que Dog e Iago son miembros de la banda de Peter Hobbs: Hobbs’ Angel Of Death, toda una institución del thrash metal mundial underground.

 

Formados en 2014 y con 2 discos de larga duración bajo el brazo, VIOLENTOR es una banda que garantiza no dejar títere con cabeza. A destacar la brutal batería de Iago, que es rápido como un trueno y con una pegada propia del thrash más extremo. Blast beats a mansalva, ataviado de una cresta y gafas de sol, dio un auténtico show y demostró cómo hay que hacer thrash metal. Impresionante.

Prescindiendo de líricas innecesarias, muchos de sus composiciones son casi instrumentales al completo, pudiéndose hacer quizás un poco monótono a veces, aunque como los temas no fueron excesivamente largos, este aspecto negativo no tuvo la mayor importancia.

 
VIOLENTOR practican un thrash metal muy violento, crudo y sin florituras. Ni melodías, ni partes sin distorsión ni medios tiempos. Aquí todo el sonido va a todo trapo y te taladra el cerebro sin compasión ninguna. Un gran concierto del que acabé con un muy buen sabor de boca. 
 
Seguiremos de cerca las andaduras de este trío thrash italiano, porque sin duda merecen la pena.

 
Setlist Completo:
 
“Intro”
“Italian bastards”
“Schizophrenics Paraonic”
“Intro II”
“Dismiss the Evil”
“Maniacs”
“Rot”
“We hate all”
“Intro III”
“The great deceiver”
“Tormented”
“Power of lust”
“Sign of the cut”
“Intro IV”
“Cunts must die”
“Rabid dog”
“Go to hell”
“Outro”

Con la noche ya entrada y los motores calientes salía a escena otra gran banda de thrash-speed metal que ha tenido un nuevo renacer, como es WARRANT. La banda alemana  (no confundir con los hard rokeros americanos WARRANT), formada en 1983 grabó un ep y un disco (“First Strike” y “The Enforcer”, 1985) antes de separarse a mediados de los ochenta y, tras un intento de reunión en 1999, se consolidó sobre los escenarios en 2010 hasta nuestro días grabando dos discos: “Ready to Command” (2010) y “Metal Bridge” (2014).

 
Con el batería Thomas Rosemann con la cara tapada con un pañuelo y haciendo sonar una sirena antiaérea de forma manual anunciaban su salida al escenario. Salieron fuerte y con ganas, abriendo con la pegadiza “Come and Get it”, con un Jörg Juraschek al mando demostrando su buen estado de forma tanto con el bajo como a la voz. Mientras tanto el verdugo encapuchado de “The Enforcer” hacía acto de presencia en el escenario.

 
Siguieron con una tanda de cañonazos de su última etapa como “Ordeal of Death”, “The Rack”, “Cowards and Martyrs” o “Asylim” donde Michael Dietz nos dejó claro que con tan solo su afilada guitarra, el grupo se bastaba y se sobraba para hacer las delicias del público.
Fueron intercalando grandes canciones de sus dos últimos discos como “Torture in the Tower”, “All the Kings horses” o “Scavenger´s Daugther” para hacer una parada en un gran clásico como es “Satan” de su primer EP, con un gran Thomas a la batería, una bestia parda con las baquetas a punto de sufrir un orgasmo mientras tocaba, sin duda su actuación de las mejores cosas de la noche.
 
 

Con “Nums have no fun” entonamos la recta final para terminar con la gran “Inmortal” y otro clásico imprescindible en cualquier concierto de la banda como es “The Enforcer” donde volvió a hacer acto de presencia el verdugo con su hacha para dar por terminada una gran actuación, quedando fuera por desgracia “Antisocial” por problemas de tiempo.

Tras su paso por este verano por festivales como el Bang Your Head o el Headbangers Open Air en Alemania hacían escala en el SKULLS OF METAL los cabezas de cartel RIOT V. La legendaria banda neoyorquina fundada en en 1975 y conocida antiguamente como RIOT, fue rebautizada levemente tras la trágica muerte de su mítico líder Mark Reale en 2011.

 
Comenzaron los cambios de backline, que se prolongaron bastante haciéndose casi eternos, donde se colocaron dos paneles a los lados de la batería con el artwork de su último disco “Unleash the Fire”. Cuando creíamos que no comenzaría nunca el concierto, apagaron las luces y saltaron al escenario los toda la banda salvo el cantante Todd Michael Hall, que saltaría cuando ya estaban estaban tocando “Ride Hard Live Free”de su último disco, que el sonido melódico de los ochenta de sus guitarras nos abrirían el hambre de más metal “clásico”. Rápidamente este hambre comenzó a saciarse con clásicos como “Fight or Fall” de su aclamado “Thundersteel”, un gran disco que estaría presente a lo largo de la noche, con canciones como “Flight of the Warriors” que tocarían posteriormente.

Hicieron un repaso a continuación de su “The Privilege of Power” con la rápida “On your knees” para luego bajar un poco el ritmo con “Metal Soldiers”, del mismo disco, con ese heavy metal clásico de los noventa. Más adelante la presencia de ese disco sería más amplia con canciones como “Black leather and glittering steel”

No podría faltar otra obra de arte en su discografía como es “Don´t hold back” o “Hard Lovin´Man”, dos clásicos de los ochenta, así como un emotivo homenaje a la memoria de Mark Reale por parte del grupo. Tras este Frank Gilchriest con la batería y después Don Van Stavern cogerían el protagonismo comenzando dos grandes canciones del grupo “Wings are for angels” y “Johnnys Back”, otra del “Thundersteel” indispensable en cualquier concierto de la banda.

 
“Return of the outlaw”, “Outlaw” y “Heavy Metal Machine” servirían de preludio para el plato fuerte de la noche. Con canciones como “Bloodstreets”, “Take me back” o “Road Racin” con un público multitudinario entregado que hizo que el equipo de seguridad se empleara a fondo para que no saltaran al foso.

Con “Swords & Tequila” y “Warrior” cerraron una gran actuación, donde pudimos disfrutar de unos experimentados Frank Gilchriest a la batería, Mike Blyntz y Don Van Stavern, a la guitarra y bajo, cuya sobriedad contrataba con un Nick Lee incombustible, que no paró de moverse en toda la actuación, saltando sobre los altavoces del foso para tocar la guitarra lo más cerca del público, cosa que emuló también su compañero Todd Michael Hall.

 

Dejaron el escenario para volver por la insistencia del público y cerrar su actuación con un clásico que no podía ser otro que “Thundersteel”, rematando una noche con un setlist muy amplio y completo donde discos como “Unleash the fire”, “Thundersteel” y “The Privilege of Power” tuvieron bastante peso. Sin duda como cabezas de cartel que no defraudaron a nadie y que nos hicieron disfrutar a todos, prensa y fotgrafos incluidos.

HITTEN

 
El cansancio y el retraso de casi una hora y media comenzó a hacer mella en el público que disminuyó considerablemente. La organización estuvo trabajando en todo momento para retrasar la salida de los autobuses de vuelta a Jaén, pero lamentablemente solo consiguieron retrasarlo hasta las cuatro de la mañana, impidiendo que mucha gente pudiera ver la última actuación.

 
A casi las tres y media saltaban al escenario la banda murciana HITTEN. Los encargados de convertir el final del festival en toda una fiesta no lo tuvieron nada fácil ante un público que había disminuido a menos de la mitad.

Comenzó a sonar la batería y los primeros acordes de “State of Shock” con  Johnny y Danny acribillándonos con sus guitarras. Sin tiempo a terminar siguieron con con “Don´t be late” otro tiro rapido, duro y certero directamente a nuestros oídos.

Bajaron un poco el ritmo con “Victim of the Night” con un John Sinx a la batería imparable, mientras que Satan se turnaba con Aitor para sumarse a la pareja de guitarras, regalarnos varias poses y coreografías junto a ellos. También cayó alguna canción nueva como “On the run”, que cualquiera podría decir que es de su último disco “State of Shock”, porque sonó igual de bien y con ese sonido propio marca de la casa.

Delante de un público más pequeño pero igual de entregado que en las actuaciones anteriores se unieron guitarras, bajo y batería para sacar su lado más duro en “Can´t bring me down” y meternos luego de lleno en una carrera con “Endless Race”.

Metidos ya de lleno en el concierto y con Aitor dándolo todo le llegó el turno a “Liar”, otro clásico ya en los directos de la banda que precedería a uno de los momentos más especiales e irrepetibles de la banda, cuando Todd Michael Hall, cantante de Riot, saltó al escenario para formar dúo en “Eternal Force” junto a Aitor.

Para cerrar hicieron una muy buena versión de “Iron Maiden”, quedándose fuera “Running over fire”, para rematar una actuación, que aunque fue buena, le faltó esa chispa que han tenido en otras actuaciones anteriores para pasar como un ciclón por el escenario. Quizás el horario y la afluencia de público les pasó un poco de factura, pero como siempre no defraudaron a nadie.

La organización fue en general muy buena, aunque hubo algunos problemas técnicos y todas las bandas arrastraron un cierto retraso, haciendo que todas tuvieran que recortar al menos una canción. La más damnificada fué la encargada de cerrar el festival, HITTEN, de la que solo disfrutó la mitad del público, ya que los autobuses organizados estaban contratados para una hora concreta, y no se pudo retrasar más. Fue el único aspecto negativo del festival. Como estas últimas ediciones, hubo zona de sombra con aspersores de microclima, buenos precios de bebida y comida y un ambiente festivo y en familia. Un festival muy a tener en cuenta el de los escoleños.