Este año la afluencia de público fue enorme, y ha sido el año con más público desde que en 2010 la organización apostó por encauzar el festival desde un punto de vista más underground. De sus muchas ediciones ya celebradas, no se veía tanto público en un Skulls, solamente visto en bandas como por ejemplo Saratoga. Esta jugada a la organización le está saliendo muy bien y poco a poco y año tras año, la afluencia va incrementándose, hasta llegar a ser hoy día uno de los festivales de metal undeground más importantes de todo el estado español.
De sobra es conocido el apoyo que la organización del festival hace siempre sobre la escena local, incluyendo 1 o 2 bandas de Jaén y provincia.
De hecho, las actuaciones comenzaron con la banda local GULAH, llegados desde el municipio de Villadompardo (Jaén). Formado por Paco, Carlos y Antonio, este power trío ofreció a los escasos asistentes en esos momentos una buena dosis de thrash/heavy metal, con una voz rasgada y guerrillera, aparte de ritmos bastante rápidos e incisivos.
Un buen concierto para ir “calentando” aún más el excelente y festivo ambiente que tuvo el festival durante toda la jornada.
Tras un breve descanso les llegó el turno a los madrileños NEXT STEP, que siendo ganadores semanas antes de la batalla de bandas del hermanado Barcia Metal Fest (Torreperogil) habían tenido como premio tocar en el escenario del SKULLS OF METAL.
Con un set lleno de canciones de su último disco “Legacy” comenzaron con “Follow”, tocando un rock moderno que nos recuerda a bandas como Alter Bridge o Soundgarden, donde Guillermo García además de cantar se encarga de acompañar a la guitarra a Paco Sabido, sustituto temporal de Irene Génova, que desgraciadamente no pudo estar en el festival.
Para terminar interpretaron “Eternal” con un estribillo pegadizo que puso el broche a una gran actuación, que por desgracia por culpa del retraso inicial tuvo que acortarse para poder cumplir el horario, quedándose fuera dos grandes canciones como son: “Echoes of Life” y “Something to Fight For”.
Con un público todavía reducido que huía del sol cuando hacía acto de presencia entre el mar de nubes para pegar con fuerza, subían al escenario CENIZAS DEL EDEN. La joven banda venía desde Huelva para presentarnos su último disco “Sententia”.
Después de la intensa descarga de CENIZAS DEL EDÉN llegaría el turno de otra banda local, WITCHTOWER. Ya totalmente consagrados dentro de la escena metálica underground, los jiennenses hicieron las delicias del público, con su sonido puramente NWOBHM. La afluencia de público se incrementó de una manera notable para presenciar el show de la banda. Con un gran ambiente, Víctor de la Chica al frente, hizo aparición en el escenario de espaldas al respetable, así como el resto de miembros para interpretar los primeros compases de su show.
El sonido old school de WITCHTOWER encandiló a todo el público, que lo vivió de una manera intensa, con mucha energía. Y es que la banda en el escenario mantienen una actitud encomiable, con un show visualmente clásico, solos por doquier y guitarras dobladas, que recuerdan en parte a la época dorada de JUDAS PRIEST o DIAMOND HEAD. También muchísima influencia de IRON MAIDEN, con ese poderoso bajo ejecutado por Daniel Martínez, muy influenciado por Steve Harris.
Ahora era el turno de una de las bandas con un sonido más extremo del festival, que este año se ha centrado en sonidos y bandas algo más clásicas y tradicionales. PERCUTOR hacían aparición para destrozar las cervicales de todos los presentes. Pese a que tienen muchísimo deje de metal tradicional, su sonido se centra en el speed y thrash metal más afilado. La banda madrileña, con su frontman ecuatoriano Luis Zabala, hicieron un show demoledor, debajo de un cielo nublado y que amenazaba con lluvia. Finalmente sólo fueron 4 gotas mal contadas, menos mal.
Ataviado con una camiseta de los míticos MURO, Luis deja muy claro las influencias de la banda, que beben de ese metal old school rápido y agresivo de los 80. Aunque su puesta en escena diría que es más extrema de lo que realmente su música es, visualmente su show es muy poderoso, recordando un poco a Tom Araya de Slayer. El parecido físico es innegable y su actitud encima de las tablas también. En el show de PERCUTOR el gran número de público que se había congregado para el concierto anterior se dispersó un poco, para tomar algo fresco o aprovechar para descansar un poco. El sol y el calor, pese a que no era tan abrasador como otras ediciones, hacía mella en la gente.
Buen concierto de PERCUTOR, a los que habrá que seguir la pista de cerca y ver cómo evolucionan ese sonido speed thrash.
Bajo nuestro punto de vista, fue uno de los mejores si no el mejor concierto de esta edición. El guitarrista de 76 años Manny Charlton, nacido en tierras andaluzas y fundador de los míticos NAZARETH visitaba el Skulls of Metal. Imprescindible no perdérselo. Además rodeado de una impresionante banda, con el vocalista cordobés Manuel Escudero (Sacramento, Santelmo) al frente. Además de otros músicos de calibre como Charly Rivera, Manuel Reyes y Maikel de la Riva, todos músicos muy experimentados y en otras formaciones como El Hombre Gancho o Trilogy 666 por poner un ejemplo.
Un show impresionante con una calidad técnica en todos los sentidos apabullante. Recordemos que el impecable estilo “bluesy” de Manny Charlton llevó a su banda NAZARETH a girar junto a DEEP PURPLE a principios de los 70. Que se dice pronto. Y no sólo eso, Charlton fue elegido por Guns’N’Roses para producir su debut, incluso llegó a trabajar con ellos en algunas demos, aunque finalmente la banda eligió otro productor. Estamos hablando de una total institución dentro de la historia del rock y metal.
El show fue impecable, disfrutaron del mejor sonido del festival. Manuel Escudero mostró sus dotes a la voz, que son casi de otro planeta. Continuamente teatralizando los temas, se metió a la gente en el bolsillo tanto por su presencia en el escenario como con su prodigiosa voz, que nos dejó atónitos a más de uno de los que estábamos presenciando tal espectáculo. Un registro variado y amplio, siempre dentro de la homogeneidad del resto de la banda y con algunos agudos altos, altísimos, hasta niveles insospechados. Una delicia.
No todos los días se ve un concierto de este calibre, con verdaderas estrellas del ROCK, así, con mayúsculas. Un concierto inolvidable, gracias SKULLS por traernos estas golosinas. Difícilmente olvidables. Grandes.
Llegamos a la propuesta más extrema de esta edición. VIOLENTOR, banda italiana de puro thrash metal, con Rot, Dog e Iago Bruchi en sus filas. Un trío al que no le hace falta mucho más para sonar demoledores y brutales. Resaltar que Dog e Iago son miembros de la banda de Peter Hobbs: Hobbs’ Angel Of Death, toda una institución del thrash metal mundial underground.
Formados en 2014 y con 2 discos de larga duración bajo el brazo, VIOLENTOR es una banda que garantiza no dejar títere con cabeza. A destacar la brutal batería de Iago, que es rápido como un trueno y con una pegada propia del thrash más extremo. Blast beats a mansalva, ataviado de una cresta y gafas de sol, dio un auténtico show y demostró cómo hay que hacer thrash metal. Impresionante.
Prescindiendo de líricas innecesarias, muchos de sus composiciones son casi instrumentales al completo, pudiéndose hacer quizás un poco monótono a veces, aunque como los temas no fueron excesivamente largos, este aspecto negativo no tuvo la mayor importancia.
Con “Nums have no fun” entonamos la recta final para terminar con la gran “Inmortal” y otro clásico imprescindible en cualquier concierto de la banda como es “The Enforcer” donde volvió a hacer acto de presencia el verdugo con su hacha para dar por terminada una gran actuación, quedando fuera por desgracia “Antisocial” por problemas de tiempo.
No podría faltar otra obra de arte en su discografía como es “Don´t hold back” o “Hard Lovin´Man”, dos clásicos de los ochenta, así como un emotivo homenaje a la memoria de Mark Reale por parte del grupo. Tras este Frank Gilchriest con la batería y después Don Van Stavern cogerían el protagonismo comenzando dos grandes canciones del grupo “Wings are for angels” y “Johnnys Back”, otra del “Thundersteel” indispensable en cualquier concierto de la banda.
Con “Swords & Tequila” y “Warrior” cerraron una gran actuación, donde pudimos disfrutar de unos experimentados Frank Gilchriest a la batería, Mike Blyntz y Don Van Stavern, a la guitarra y bajo, cuya sobriedad contrataba con un Nick Lee incombustible, que no paró de moverse en toda la actuación, saltando sobre los altavoces del foso para tocar la guitarra lo más cerca del público, cosa que emuló también su compañero Todd Michael Hall.
Dejaron el escenario para volver por la insistencia del público y cerrar su actuación con un clásico que no podía ser otro que “Thundersteel”, rematando una noche con un setlist muy amplio y completo donde discos como “Unleash the fire”, “Thundersteel” y “The Privilege of Power” tuvieron bastante peso. Sin duda como cabezas de cartel que no defraudaron a nadie y que nos hicieron disfrutar a todos, prensa y fotgrafos incluidos.

Comenzó a sonar la batería y los primeros acordes de “State of Shock” con Johnny y Danny acribillándonos con sus guitarras. Sin tiempo a terminar siguieron con con “Don´t be late” otro tiro rapido, duro y certero directamente a nuestros oídos.
Bajaron un poco el ritmo con “Victim of the Night” con un John Sinx a la batería imparable, mientras que Satan se turnaba con Aitor para sumarse a la pareja de guitarras, regalarnos varias poses y coreografías junto a ellos. También cayó alguna canción nueva como “On the run”, que cualquiera podría decir que es de su último disco “State of Shock”, porque sonó igual de bien y con ese sonido propio marca de la casa.
Delante de un público más pequeño pero igual de entregado que en las actuaciones anteriores se unieron guitarras, bajo y batería para sacar su lado más duro en “Can´t bring me down” y meternos luego de lleno en una carrera con “Endless Race”.
Metidos ya de lleno en el concierto y con Aitor dándolo todo le llegó el turno a “Liar”, otro clásico ya en los directos de la banda que precedería a uno de los momentos más especiales e irrepetibles de la banda, cuando Todd Michael Hall, cantante de Riot, saltó al escenario para formar dúo en “Eternal Force” junto a Aitor.
Para cerrar hicieron una muy buena versión de “Iron Maiden”, quedándose fuera “Running over fire”, para rematar una actuación, que aunque fue buena, le faltó esa chispa que han tenido en otras actuaciones anteriores para pasar como un ciclón por el escenario. Quizás el horario y la afluencia de público les pasó un poco de factura, pero como siempre no defraudaron a nadie.
La organización fue en general muy buena, aunque hubo algunos problemas técnicos y todas las bandas arrastraron un cierto retraso, haciendo que todas tuvieran que recortar al menos una canción. La más damnificada fué la encargada de cerrar el festival, HITTEN, de la que solo disfrutó la mitad del público, ya que los autobuses organizados estaban contratados para una hora concreta, y no se pudo retrasar más. Fue el único aspecto negativo del festival. Como estas últimas ediciones, hubo zona de sombra con aspersores de microclima, buenos precios de bebida y comida y un ambiente festivo y en familia. Un festival muy a tener en cuenta el de los escoleños.