Texto y fotografía por José Emilio Paqué
 
28/10/2017
 

Hay veces en las que tienes la oportunidad de cubrir un grupo de música por primera vez en directo y te llevas una grata sorpresa. Otras menos, en las que aparte, escuchas por primera vez la música que compone ese grupo. Pero hay muy pocas ocasiones en las que tienes la oportunidad de poder ver y a la vez descubrir varias bandas nuevas sobre el escenario.

Cuando te proponen cubrir un concierto o festival, y después de consultar tu agenda laboral lo ves factible, siempre intentas prepararlo y preescuchar a todos los grupos antes, pero hay veces (como es el caso) que al ser in extremis la proposición, desgraciadamente no dispones del tiempo suficiente para hacerlo como te gustaría. Esta fue una de ellas.

Me prepusieron cubrir el ASTRAL FEST unos días antes de celebrarse su segunda edición y como bien decía antes, después de consultar horarios y descansos en el trabajo, no dude en aceptar la propuesta y dar cobertura a las bandas que se daban cita allí: DIRTY ARMY, CATORCE, TENPEL, ELEPHANT RIDERS, JARDIN DE LA CROIX y TRUCKFIGHTERS.

Llegamos puntuales a la sala Eventual de Málaga y ya se podía disfrutar el ambiente festivo en el exterior de esta, pues por problemas ajenos a la organización se retraso la entrada una hora y eso hizo que la gente comenzara a congregarse en el exterior en un amplio número. Quitando ese retraso todo lo demás salió a pedir de boca, gracias en parte al buen nivel organizativo, con puesto de perritos calientes en el interior, tanto de la gente del propio festival como de Devilstone Productions, así como del gran espectáculo ofrecido por los grupos, sin olvidar la aportación del público, que en esta ocasión fue de diez también, tanto por su asistencia (nos confirmaba la organización que se vendieron de forma anticipada unas 500 entradas más las que se vendieran en taquilla) como por su entrega.

 
 
 
 

La banda malagueña DIRTY ARMY tuvo el duro trabajo de abrir la noche y empezar a calentar los motores del público, que ya se congregaba en la sala desde primera hora de la noche. Con un sonido muy stoner, pero con influencias rockeras más alternativas, comenzaron con canciones como “The Road” o “Die Wolf”, mezclando la profunda y pesada línea de bajo de Alvaro Olmo con la gravedad de las guitarras de Javi Mauriño y Alejandro Castilla, haciéndonos entrar éste último en trance con sus agudos y psicodélicos solos de guitarra, demostrando su pericia a las seis cuerdas.

Estrenaron canciones como “Nothing To Say” o “What Do You Mean”, que nos dieron muy buenas sensaciones, gracias en parte a la labor de Jesús Moreno a la batería, que supo mantener el control a la perfección y los cambios de ritmo en todo momento. “Black Sea” y “Qädr” completaron una actuación que fue de menos a más, y que llegó a su zenit con “Limitations”, donde la voz de Javi descargó toda su agresividad. Sin duda un buen comienzo que nos dejó con ganas de más.

 

Les llegó el turno al rock alternativo del grupo sevillano CATORCE, sorprendiéndonos con su música desde el primer momento con canciones como “Océana”, llena de sentimiento e intimismo y a la vez desesperación y crudeza muy bién plasmada por la voz de Jaime Ladrón de Guevara en su final. “Farsalia” o “Nuevacosta” no se quedaron en el olvido y nos envolvieron por completo con sus cambios de ritmo. “Einstein-Rosen” o “La ingravidez” sirvieron para demostrarnos el nivel de compenetración entre José Miguel Ocón y Jaime, que hicieron bailar de la mano el bajo y la guitarra al ritmo que marcaba la batería de Luís Manuel Terán.

“La ingravidez” sirvió de preludió a unos de los momentos destacables de la noche, como fue la colaboración de Kantz (voz de TENPEL), su “cuarto miembro” como bien lo presentaron al público, poniendo voz a “Naves en llamas”. Y es que no podemos olvidar  que los cuatro forman un gran proyecto musical paralelo como es De la Cuna a la Tumba, también muy recomendable en directo.

Para terminar escogieron “La herida” y un gran tema como es “El tiempo del fuego”, dando por cerrada una buena actuación que hizo un repaso a sus dos discos “Atlas” y “Agua. Naufragio. Equilibiro”.

 

Los siguiente en actuar, serían TENPEL, otra gran banda de rock que teníamos el doble de interés en ver actuar en directo, pues por una parte venían a presentarnos su último disco “Culto a mí” y por otra volvían a los escenarios tras una largo parón de varios años, ¡ y menuda vuelta!, como ya podréis ver a continuación. Con un Kantz como siempre genial al frente, hicieron un concierto serio,  para mi gusto de los mejores de la noche, donde soltaron sobre el escenario todos esos años de parón de golpe.

Comenzaron presentando material nuevo como es “Funeral Celeste”, una canción compositivamente exquisita, con unas guitarras y una batería sobresalientes, y un estribillo final que todavía resuena en mi cabeza. También del último disco sonó “Ohm” algo más plana pero más rockera, y “Manual de Autoayuda” otra joya con un comienzo y algunos detalles en las guitarras muy bluseros donde Kantz era pura expresión viviente y Raúl Fernández puro éxtasis tocando la guitarra, cosa que rápidamente se contagió al resto del grupo y al publico.

No faltaron canciones de sus anteriores discos como “Kharma”, “Lobo” o “Pasajeros” de su anterior álbum “Ciclos” o “Espigadores” de “La Sangre de Pegaso”, ni canciones nuevas como son “Un año”, donde Juan Cano se salía con la batería, jugando a la perfección con los platillos,  y “Deplata”, otra canción muy madura a tener en cuenta para sus futuros conciertos.

 
 

Para finalizar cerraron con un clásico como es “Pegaso”, donde no se echó de menos a su bajista Alejandro Sanchez, que desgraciadamente no se pudo desplazar a tocar con el grupo, gracias a la buena actuación de Rubén Ortiz, que sumados al perfecto juego de guitarras formado por Jacobo Caballero y Raúl Fernández, y a un Kantz en estado de gracia, supieron mantener al público de principio a fin dentro del concierto.

 

 

 
 

ELEPHANT RIDERS jugaban en casa y ya gozan de cierto renombre en Málaga . La banda malagueña, que practican un stoner rock con tintes grunges, apostaron por un setlist donde intercalaron canciones de su último trabajo “Slave Of The New Age” y de su anterior albúm “Supernova”, donde destacaron la agresividad y la crudeza a la voz a cargo de José Carlos González como pudimos ver en la rapida “Dressed In Black”, contrastando a la perfección con las graves afinaciones de las guitarras, que se mantuvieron en “Übersmensch”. Esta, algo menos ruda que la anterior, nos cautivó, gracias al ritmo marcado por la batería de Aggelidis Dimitris.

Con el solitario y profundo bajo de Juan González López, protagonista durante gran parte de la canción, comenzaron “Vultures” para seguir con “Electric Shaman”, con un sonido menos stoner. Rápidamente dio paso a varios temas nuevos como “Hyenas”, con ese toque más grunge en la voz, “Challenger” o “Slave Of The New Age”, que gustó mucho y da titulo a su último trabajo.

Encararon el tramo final con la compacta “Supernova” y con una muy interesante por sus cambios de ritmo “End Of The Road”, donde bajaron un poco el ritmo, asumiendo la guitarra y la voz el protagonismo en solitario durante gran parte de ella. Para finalizar cogieron “Escapa From Planet Earth”, sin duda una de las mejores canciones de su anterior trabajo “Supernova”. Una actuación seria y contundente que engancho al público desde principio a fin.

Le llegó el turno a otro de los grupos que más me sorprendieron y que más ganas tenía de ver en directo antes del concierto: JARDÍN DE LA CROIX. Tenía muy buenas referencias como banda pero también algunas dudas al ser un grupo puramente instrumental, y ver como encajaba dentro de un festival donde sobresalía el stoner rock/metal,  convirtiéndose en una apuesta un poco arriesgada dentro del festival. Pero las dudas se disiparon rápidamente en cuanto comenzaron a soltar todo su talento sobre el escenario.

 

La verdad que no echamos de menos la ausencia de un vocalista en la banda, ya que tanto el bajista Nacho Hernández como los guitarras Pablo Rodríguez y Ander Carballo tenían bastante presencia sobre el escenario y sabían moverse sobre este. Con un predominante ritmo progresivo marcado en todo momento por el batería Israel Arias de forma magistral, desarrollaron todo su potencial técnico en directo, regalándonos un espectáculo lleno de sentimiento y melancólia en canciones como “Trail Fromo Alaska” o “Green Architect”, con un ritmo lleno de optimismo, donde Ander Carballo se hizo cargo también de los teclados para imbuirlo de calma y tranquilidad.

Incluyeron grandes canciones como “Seventeen Years To Hatch An Invasion”, donde Pablo Rodríguez demostró su depurada técnica convirtiéndola en puro entusiasmo, llegando al éxtasis musical, mientras que Ander se elevaba de tal manera hacía el cielo, que acabó rozando el techo mientras que tocaba la guitarra subido encima de los amplificadores.

Un poco de magia y depurada técnica que sirvió como un breve paréntesis en un festival con predominancia de stoner rock, que el público disfruto al máximo. Lamentablemente mucha parte del público se disperso un poco, aprovechando más de uno para recargar fuerzas descansando o comiendo algo del puesto de comida habilitado por la sala (algunos incluso lo escucharon relajadamente mientras descansaban sobre una tarima con asientos situada en la parte trasera de la sala, pues las fuerzas iban flaqueando un poco después de cinco grupos).

Se iba acercando el final del festival y todavía quedaban los cabezas de cartel TRUCKFIGHTERS. El trío sueco compuesto por Niklas “Dango” Källgren a las seis cuerdas, Oskar “Ozo” Cedermalm a la voz y al bajo y Oscar “Pezo” Johansson a la batería, lo dieron todo sobre el escenario para hacer disfrutar a un público que llegaba a su máximo exponente en su actuación.

“Mind Control” levantó el telón de su desert / stoner rock de las tierras del norte, que junto con canciones como “Atomic” o “Monte Gargano” los metieron de lleno en un concierto donde la profunda linea de bajo y la grave afinación de la guitarra eran acompañados de agudos y distorsionados riffs que le daban un toque de psicodelia.
 
Con un sonido muy bueno que fue la tónica durante casi todo el festival, disfrutamos de un “Ozo” Cedermaln muy centrado en la música y activo durante el concierto, tanto que lo llevó a subirse al esqueleto de la batería y a tirar con el pie por accidente  una botella de agua sobre su pedalera. Gracias a la suerte y a la rápida actuación del personal de sonido secándola, se pudieron evitar males mayores.
 
 

Llegó la calma antes de la tormenta con “Calm Before The Storm”, que sirvió para bajar un poco los ánimos de los espectadores que disfrutaba como locos. Pero fue breve el descanso pues de golpe arrancaron con “The 1” seguido de “In Shearch Of (The)”, que sirvió para levantar de nuevo al público, que comenzó a saltar y bailar, explotando en una fiesta total.

 
 

Después de la oscura “Warhead” acometieron con “Kickdown”, acercándonos al final de su espectáculo donde sobresalió el cercano y simpático “Dango” Källgren, descamisado todo el concierto y convertido en un angus young de más de dos metros de alto que no paraba de moverse y saltar mientras tocaba la guitarra, llegando incluso a bajar al foso a tocar lo más cerca del público.

 

Para terminar no podían elegir otra canción que no fuera la pegadiza “Desert Cruiser”, todo un clásico ya de sus directos, con una melodía que entra en tu cabeza y se queda dentro indefinidamente. Cerraron un concierto vibrante y lleno de energía donde demostraron su calidad y también su cercanía y simpatía con el público, como demostraron después de su actuación bajando a hablar con el público y a firmar autógrafos.

Con este broche de oro dio por finalizado un gran festival, que se afianza en la costa del sol y que vuelve otro año más a ser todo un éxito. ¡Esperamos con ganas que nos vuelva a sorprender en su próxima edición!