“Tradicionalidad en nuevos grupos”
Con estos grupos de la NWOTHM, sucede algo que me resulta interesante: y es que al tratarse de bandas compuestas por músicos jóvenes, a pesar de enfocar su música a ese pasado glorioso, han sido también testigos (en mayor o menor medida, dependiendo de cada cual), del panorama actual del metal y el surgimiento de nuevos subgéneros y fusiones. Y esto puede que los haya llevado a mamar también de estilos más actuales del metal, realizando un heavy de la vieja escuela pero sin cerrarse a nuevas ofertas musicales. O puede simplemente que dichos músicos no se sientan muy representados con los nuevos subgéneros que se nos ofrecen actualmente.
Cierto es que la música debe estar en continua evolución, pero todo esto lleva a hacerme algunas preguntas: ¿todos los grupos deberían de tratar tener un sonido lo más original posible e innovar? “En el Rock ya está todo inventado”, escuché hace un tiempo en una emisora de radio. ¿La dificultad que existe actualmente para ser más creativo y original, lleva a determinados músicos a echar la vista atrás para buscar su rumbo?.
En cualquier caso, aquí tenemos una banda que decide mantenerse fiel a la esencia más auténtica y tradicional del heavy metal, sin que esto tenga que significar que sean más cerrados que otros musicalmente hablando, pese a que esta nueva ola no esté tan en alza y pueda parecer desfasada. Pero me dejo de rodeos y tiro al meollo de la cuestión.
El pasado 19 de septiembre, bajo el sello High Roller Records, los suecos AIR RAID volvían a la carga con este nuevo álbum. Se trata del cuarto (4º) álbum de su carrera, la cual comenzó en 2009. El estilo del sonido instrumental de este nuevo disco no varía prácticamente con su anterior trabajo del 2014, Point Of Impact. La principal novedad que apreciamos es la de la incorporación de Fredrik Werner como nuevo vocalista del grupo, sustituyendo a Arthur W. Andersson. La voz del nuevo vocalista resulta menos rasgada y aguda que la de Andersson, y se mantiene siempre en la misma línea prácticamente, a diferencia de su antecesor el cual solía incorporar varias subidas de tono. ¿Que cual es mejor?: eso lo dejo a gusto de cada cual. Es un grupo que ha sufrido muchos cambios de formación, pero pese a ello han sabido mantener el sonido tradicional que los caracteriza.
La portada es sencilla: una foto de grupo con el logo de la banda sobre sus cabezas. Aunque no hay que juzgar un disco por su portada, al ver esta podemos deducir de entrada por dónde van a ir los tiros. Nada más ver el diseño del logo de AIR RAID y la indumentaria de sus integrantes en la foto, nos hacen asemejarlos a primera vista a esos gloriosos años.
El disco empieza fuerte: una Hold The Flame potente y con un pegadizo estribillo abre el disco dándonos buenas expectativas. Destaca la parte del puente, en la cual deciden dar un momento de calma y lentitud, pero que pronto estalla en un solo de guitarra. Potente comienzo el de Aiming For The Sky, muy a destacar la labor de Hermansson a la batería. Un bajo que nos da la entrada para Northern Light, con mucho protagonismo también en toda la canción, pero sin tapar las guitarras y robarles protagonismo. Gran estribillo por cierto, y con buenos punteos. Una elaborada instrumental Entering the Zone Zero con dos guitarras muy compenetradas entre sí.
En definitiva, un gran álbum con un sonido de heavy tradicional que podemos asemejarlo a bandas como TOKYO BLADE o JUDAS PRIEST por citar 2 ejemplos. A los que os apasiona la vieja escuela tanto como a mí, qué deciros que no haya dicho ya… auténtico heavy metal. Sin rodeos.
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