Son tiempos convulsos para la maquinaria industrial de FEAR FACTORY. Bueno, mejor dicho, eran. Tras los litigios del ex-bajista Wolbers contra Cazares y Bell para hacerse con los derechos y la explotación del nombre y música de la fábrica del miedo, Dino ganó el juicio que le permitía seguir elaborando música bajo ese nombre, ese que él mismo ideó allá por 1990. Pero eso no es todo. Hace tan solo unos meses, Burton C. Bell, su vocalista de toda la vida, abandonaba el barco tras algunas rencillas y malas palabras con Cazares. La cosa pintaba mal, francamente mal.

 

Pero, tras la tormenta viene la calma. La calma en forma de un abrumador embate sónico como es Aggression Continuum. El disco estaba grabado desde hace varios años y Dino nos confirmó que la voz de Burton estaría presente en este nuevo trabajo. La esperanza no estaba perdida. Aunque aún desconocemos quién se hará cargo del micrófono en un futuro, de momento podemos admitir sin temor a equivocarnos que el nuevo trabajo de FEAR FACTORY es el mejor de la banda desde la época conceptual formada por Demanufacture y Obsolete. El nuevo álbum ha sido producido por Damien Rainaud (DragonForce, Once Human), con la inclusión del trabajo a las teclas de Igor Khoroshev (exYes) y la programación en varios temas de Rhys Fulber (Front Line Assembly). Por otro lado la mezcla ha corrido de la mano del archiconocido Andy Sneap (Judas Priest, Accept, Megadeth, Killswitch Engage, Trivium). El disco sale editado por Nuclear Blast Records el 18 de junio de 2021.

 

Actualmente en la banda encontramos a Dino Cazares a la guitarra, Tony Campos al bajo y Mike Heller a la batería. El vocalista aún es una incógnita, aunque Dino en algunas entrevistas ha afirmado que le es indiferente un hombre o una mujer, simplemente que sea el/la mejor en su labor. Buenas noticias. En un principio, Aggression Continuum debería haber salido al mercado en 2020 aunque Cazares prefirió posponer la salida del disco para hacerle unos retoques: grabar la batería en directo, prescindiendo de las programaciones digitales e incluir una serie de arreglos electrónicos y orquestales que aportasen el sonido característico que tanto nos gusta de FEAR FACTORY. Todo ello financiado directamente por los fans, en una exitosa campaña de crowdfunding que recolectó la friolera de $26.580.

 

El álbum contiene 10 temas con una duración total de 48 minutos. Comenzando con Recode, ya nos damos cuenta de que la máquina más perfecta está totalmente engrasada y lista para volarnos los sesos. Un tema completo, brutal, despiadado y con unos arreglos a la vieja usanza nos hacen emocionarnos y creer que FEAR FACTORY está aquí para quedarse durante muchos más años. El sonido orgánico de Obsolete y el frío post-apocalíptico de Demanufacture están presentes en Aggression Continuum, en un continuo guiño a la mejor época de la banda. Un pistoletazo de salida demencial.

 

Los singles Disruptor y Fuel Injected Suicide Machine son dos grandes temas, aunque tenemos que decir que ni de lejos son los mejores del trabajo. Dino en estos últimos años ha aprendido que el sonido ‘djent’ es un plus para cualquier banda de metal contemporáneo y ello lo percibimos en una monstruosidad como Collapse, un tema que puede recordarte a los mejores Meshuggah con una base rítmica aplastante y unos riffs de guitarras gruesos como el propio Cazares. Cognitive Dissonance es otro de los temas más sólidos del trabajo, con una intro electrónica que pone los pelos de punta para explotar en, posiblemente, el mejor tema del redondo.

 

Las sensaciones son buenísimas y se acrecentan a medida que escuchas más y más este excelso Aggression Continuum. Cazares entrega uno de sus mejores trabajos a las cuerdas en FEAR FACTORY, con una gran versatilidad y frescura en sus riffs, incluso engarzando un bonito solo en la canción Monolith, la más accesible y comercial del álbum. El trabajo de Mike Heller a la batería es de martillo pilón y si ya Gene Hoglan en Mechanize puso el listón altísimo, Heller demuestra que no tiene nada que envidiarle, con un trabajo a los tambores salvaje, cristalino y pulcro. Una gozada. Como siempre, el bajo, que en esta ocasión lo ha grabado el propio Cazares, es el colchón de plumas perfecto para el resto de instrumentación.

 

 

Respecto a la voz de Burton hay que decir que está inmenso, con letras post-apocalípticas y futuristas de gran calidad. Los growls suenan la mar de agresivos y las partes melódicas, marca de la casa, son espléndidas, aunque algo más bajas de tono que en anteriores trabajos. Eso no quita que las melodías funcionen, al revés, creemos que están bastante más equilibradas con el resto del trabajo. Lo echaremos sin duda, aunque, quién sabe, tal vez se reconcilie con Cazares y vuelva en un futuro… así lo deseamos muchos de sus seguidores.

 

No faltan las voces robotizadas/distorsionadas como transmisiones de radio piratas, los detalles con sonidos martilleantes puramente industriales y, esta vez, Cazares ha decidido darle algo más de protagonismo a las orquestaciones, sonando épicas y haciendo una gran sinergia con la electrónica agresiva usada a lo largo de todo el álbum. Una delicia que hará brillar los ojos de todos los seguidores de FEAR FACTORY, sobre todo los de más vieja escuela. En resumidas cuentas, un álbum 10/10 e imprescindible para cualquier amante del sonido industrial. Uno de los discos del año. ¡Larga vida a la fábrica del terror!

 

Tracklist

1. Recode

2. Disruptor

3. Aggression Continuum

4. Purity

5. Fuel Injected Suicide Machine

6. Collapse

7. Manufactured Hope

8. Cognitive Dissonance

9. Monolith

10. End Of Line

 

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Autores:

Redactor y fotógrafo

Rubén Montejo