Por Rafa González (texto) y Lucien Hubert (fotografía)
La presente crónica versa sobre la primera edición del CRUSH FEST, un festival nacido en Gotemburgo y enfocado sobre todo en bandas de death metal o similares de la zona. El acontecimiento tuvo lugar el día 13 de abril en la sala Musiken Hus, y acudieron grupos tanto nóveles, como de cierto prestigio dentro del underground regional.
Una de estas bandas de reciente creación es RECOIL, que a pesar de tocar tempranito, atrajo a la suficiente gente como para que la sala no se viera vacía. Además, el público estuvo bastante activo desde el principio. Incluso se vieron algunos pequeños mosh pits, culminados por un gran circle pit cerca del final del concierto.
RECOIL es una banda de groove metal con algunos tintes melodeath. Muchos riffs thrasheros, vocales que rozan el gutural, y una guitarra con una línea muy melódica. Esta melosidad contrasta especialmente con el crujir general de su música, ya que parece que están ecualizados al estilo death metal clásico de Estocolmo.
Su puesta en escena y su energía es muy buena. Todos son jóvenes y tienen pintas muy true. Además, poco antes de acabar tocaron una versión del Wolverine Blues de ENTOMBED, lo cual pega bastante con su rollo.
Al contrario que a RECOIL, a la siguiente banda, BORN TO DIE, no la conocía antes de ver el cartel. Y cuando me puse a escucharla por primera vez en Spotify, antes del día del festival, me pareció bastante groove metal, al estilo de LAMB OF GOD. Sin embargo, en directo dan un poco más sensación de metallic hardcore con una pizquita de nu metal; tanto por su música como por su aspecto.
Estos grupos tan rítmicos son muy buenos -aparte de para el headbanging– para que el bajista se haga notar bien. Que, aparte de por el retumbar de sus cuerdas, también llamó la atención por dar saltos en posición de cangrejo al estilo de Robert Trujillo de METALLICA.
Dado que a muchos heavies no les gusta el hardcore y viceversa, este show estuvo un poco menos animado que el anterior. Aparte, me parece (no hablo sueco aún) que el cantante se estaba metiendo un poco con el heavy metal tradicional para desahogarse. Finalmente, una pieza de la batería se rompió y se acabó su concierto, por lo que tuvieron que ir algunos miembros de DEATH CHAPEL a por un recambio. Eso retrasó un poco los horarios del resto del día.
Cuando ya lograron ponerlo todo bien, llegó el momento de DEATH CHAPEL. Esta banda, que sigo desde no mucho después de llegar a Suecia (reseña de su EP aquí), se ha sabido manejar muy bien en el submundo de bandas emergentes de Gotemburgo. Empezaron tocando exclusivamente en casas de la cultura (salas públicas donde no se vende alcohol y pueden entrar menores de edad), y ahora organizan exitosos festivales para mayores de edad, como el CRUSH FEST.
Erik, el cantante, es un absoluto showman. Es un tío que cuando lo ves encima de un escenario se convierte en la persona más extrovertida del mundo. Interacciona constantemente con los espectadores: les lanza el pie de micro, le pide a uno anunciar la siguiente canción, pone caras raras… Incluso bajó del escenario para montar un wall of death y meterse en primera línea del mismo. El hecho de que, se olvidaran de traer la bandera de DEATH CHAPEL para poner detrás y la sustituyeran por un folio A4 con el nombre de la agrupación escrito, refuerza el espíritu informal de la banda.
Para terminar, mencionar la invitación estelar de DEATH CHAPEL a su amigo Måns para tocar el banjo como intro de Human Nature, mi canción favorita de ellos. Lo único malo de su actuación es que el micro al final se empezó a acoplar. Pero a la gente se la veía encantada. Sobre todo a los más jóvenes, que en gran parte fueron al festival principalmente para verlos a ellos.
Luego entró en escena CHUGGER. El impacto visual es superior al de las otras bandas, ya que van con ropa rota y con máscara o la cara pintada. Pero no es una pintura tipo black metal. Parece más inspirada en la pintura que algunos vikingos se ponían en la cara antes de la batalla .
Hacen un melodic death metal muy groovie y pegadizo. Su música es dura pero no siniestra, sino enérgica. Tienen un tinte moderno, y con moderno me refiero a los sonidos que se crearon a partir de la segunda mitad de los 90s. Ya que, a pesar de que hayan transcurrido más de 25 años desde entonces, dadas las escasas innovaciones en el metal de este siglo, aquello sigue sonando moderno.
Fue un show divertido y los músicos se veían muy animados. El único punto negativo es que en determinado momento una de las guitarras apretó un pedal para destacar más en un solo, pero sonaba tan fuerte que dolían los oídos.
El único otro grupo del que había oído hablar antes del concierto, aparte de CREEPING FLESH, era MISERY OATH. Hacen melodic death y presumen de pertenecer a la escuela de Gotemburgo. Y de hecho, se parecen a ratos a AT THE GATES. Posiblemente fuera la banda de tinte más oscuro del cartel.
Sus partes melancólicas rápidas y los guturales agudos pueden acercarles un poco al black metal. Pero también tienen otras secciones igualmente melancólicas pero lentas que recordarían un pelín más a PARADISE LOST. Tienen esos estribillos aptos para ser cantados de forma limpia y romántica, pero que van a guturales; conservando la brutalidad en casi todo momento. Esa es la gracia del melodeath.
Desgraciadamente, para ese momento ya casi no quedaban chavales muy jóvenes en la sala. Supongo que mi sorpresa se debe a las diferencias culturales entre España y Suecia en cuanto a la hora y la fiesta, porque, sinceramente, MISERY OATH dio un conciertazo.
CREEPING FLESH es un grupo que tenía muchas ganas de ver, ya que me encanta su death metal bélico tipo BOLT THROWER. Para los que no sepan a qué me refiero, es un death metal constante y consistente. Violento, pero de una forma ordenada; como un ejército. La imagen que a uno se le viene a la mente al escucharlos es la de un batallón rumbo a destruir una población.
Tienen mucho doom y los guturales son desgarrados, pero al mismo tiempo suena muy épico. Tienen también esas las partes donde hay doble bombo híper rápido y consistente mientras los demás instrumentos tocan notas largas. Y, al igual que BOLT THROWER, a veces incluyen también un toque un poco moruno. GATECREEPER es otro nombre que se me viene a la mente al pensar en ellos, pero en menor medida.
Como una apisonadora que pasa sin dejar alma viva en el camino, terminaron con Scorched; una de las mejores. Para ese momento, debido a que era cerca de la 1 de la mañana, quedabamos pocos en pie, aunque, eso sí, con el cuello reventado.
Cada uno que se vaya a casa a la hora que quiera, pero yo puedo confirmar que el CRUSH FEST mereció la pena hasta el final.