Cada año, desde 2018 (link aquí), le pongo más empeño al top 10 anual, y aún así siempre acabo dejándome joyas sin escuchar… Para 2025 anotaré todos los nuevos álbumes que escuche para que podáis comprobar mi compromiso con la causa, así que para este, si queréis preguntarme si escuché X álbum, estaré encantado de responderos en los comentarios y darle una oportunidad a dicho título. Este año he probado a estructurar mi reseña de modo que primero explico la música de una manera más técnica y luego de manera más poética. De tal modo, aunque no tengas muchos conocimientos de metal, podrás hacerte un paisaje mental del disco. Y, como siempre, el orden de los álbumes es de más a menos fáciles de escuchar (en mi opinión). Además, los EP’s han sido excluidos. Keep on rotting!
MIDNIGHT – Hellish Expectations
MIDNIGHT lleva apareciendo en mis tops desde que los conocí. Esta es ya la tercera vez que ocurre. Su estilo es speed/black, significando que su lado speed es más voluminoso que su lado black. Al grupo famoso al que más se parecen es a VENOM. Sus canciones se parecen no solo dentro de este álbum, sino a lo largo de su discografía; pero el disco no se hace monótono porque no hay relleno. Es temazo tras temazo. Aunque no entiendo por qué lo han sacado como LP en lugar de como EP durando tan solo 25 minutos…
Como imagen mental: Una banda de moteros entrando en un bar borrachos y adueñándose del local tras montar tal pifostio que se haga necesario llamar a los GEOS para reestablecer la paz y el orden. Violencia macarra y desorganizada.
HELLBUTCHER – HELLBUTCHER
Proyecto de thrash/black metal capitaneado por uno de los dos hermanos mellizos líderes de la famosísima banda NIFELHEIM. Mientras que Tyrant formó una banda de heavy/rock duro llamada CRANK, Hellbutcher formó HELLBUTCHER. Es menos black que NIFELHEIM, pero igualmente fabuloso. Hay melodía a lo NECROPHOBIC e incluso rock n roll a lo MOTÖRHEAD.
Como imagen mental: Me suena como al Ghost Rider luchando contra vampiros y demonios con su cadena flamante. Un antihéroe sediento de venganza usando métodos no convencionales para despedazar a sus enemigos.
DAYTRIPPER – Book I: The Trip
Al contrario que al siguiente de esta lista, a pesar de que contenga guturales, a este LP no lo consideraría sludge metal, sino doom/stoner. Apenas hay trazas de otros subgéneros y es más psicodélico que sucio. Sin embargo, es un disco muy variado, con partes stoner con voz limpia más al estilo de Ozzy, partes largas y cargantes más cercanas al funeral doom, partes pesadas pero delicadas al mismo tiempo con voz femenina…
Imagen mental: Una aventura mágica donde vas recorriendo bosques místicos, poblados de gente fantástica e intimidantes desiertos llenos de dunas; pero todo con un colocón bien gordo de marihuana. Como dice la letra del último tema The Trip: “Fuma la hoja, desbloquea el camino”.
DOPETHRONE – Broke Sabbath
(Ahora sí) sludge metal en la línea de BONGZILLA y WEEDEATER. Es decir, doom metal con stoner pero cantado con guturales agudos y con un sonido muy sucio y partes medio rápidas. A ratos recuerda mucho a las canciones más agresivas de ELECTRIC WIZARD, como es el caso del final de A.B.A.C.Riff contundente tras riff contundente en una atmósfera de fango.
Como imagen mental: Ponle soundtrack a un día cotidiano en la vida de uno de los villanos de la película Wrong Turn. Gente deforme y perversa que vive en el medio de la nada y cuya mayor pasión es, entre risas, montarse insalubres festines de carne humana.
TERMINAL NATION – Echoes of the Devil’s Den
Curiosa mezcla de death metal con hardcore que podría parecer una versión de MERAUDER con esteroides. La voz principal es un gutural grave muy profundo, aunque hay muchas colaboraciones, por lo que se escuchan voces muy distintas -cosa que le da mucha lustrosidad al disco-. La mayor parte del disco está compuesta de riffs a afinación baja que pueden recordar al lado más hardcoreta de OBITUARY, pero también hay punteos agudos de guitarra que aportan melodía de vez en cuando.
Como imagen mental: La portada del disco está bien. La consistencia de un coloso arrasando lenta y brutalmente todo a su paso con una pizca de la melancolía implicita a la hora de ver todo un paisaje devastado por las llamas horas después del impacto.
MOLDER – Rise to Power
Death metal clásico de sonido muy natural (producción justa y necesaria) y sin pretensiones. Simplemente un brutal repertorio lleno de riffs groovies, mezcla ala Estocolmo y guturales crudos y variados. A veces recuerda a ASPHYX. Sobre todo por la agonía de la voz, pero también porque es muy consistente y pesado.
Como imagen mental: Una vez más, la portada sirve para vaticinar lo que escucharán tus oídos. La sensación que da este disco es la de estar atrapado en una cueva habitada por un monstruo de aspecto bien asqueroso que deja una baba pegajosa y maloliente tras de sí. Todo está lleno de humedad y además hace un calor asfixiante.
HORNA – Nyx – Hymnejä Yölle
Disco en finlandés compuesto por cinco canciones de black metal llamadas “Hymni” y una última más estilo vikingo en acústico con coros femeninos y un nombre totalmente distinto. Los temas son larguitos, pero con su doble bombo omnipresente y sus riffs con trémolo este álbum no da un suspiro. A la velocidad del rayo, van edificándose una sucesión de melodías invernales que, a pesar de la crudeza de la voz, resultan en una grandilocuente elegancia.
Imagen mental: Un refinado castillo helado rodeado por un extenso e inhóspito bosque donde la nieve llega por las rodillas. Bosque por el que corre una maldición impuesta por el tiránico rey helado que torna en alma en pena a todo aquel que fracasa a la hora de cruzarlo.
COFFINS – Sinister Oath
Death/doom desde Japón del que tiene más death que doom. Es decir, más como AUTOPSY que como WINTER, por ejemplo. Los growls son muy profundos, haciendo uso de un eco y emitiendo unos ruidos viscerales que le dan un resultado literalmente bestial. Los ritmos tienen mucho groove, la batería es fenomenal y está muy bien grabada, la atmósfera es siniestra y agresiva al mismo tiempo, y las composiciones son bastante originales.
Como imagen mental: El estallido de un volcán. El pánico cunde en el pueblo, mientras llueven rocas y un mar de lava se aproxima lentamente, asegurando un fin seguro. Llenos de hollín y envueltos en una nube de humo, nadie reconoce a nadie y todos simplemente huyen por su vida.
HÄSSLIG – Apex Predator
Este disco me lo enseñó Stotify aleatoriamente y fue amor a primera vista. Luego me enteré de que el artista es español (de Alicante) y me llamó más aún la atención. Su música es un barullo de voces loopeadas e instrumentos distorsionados que aportan esa sensación proto-black metal que a todos nos encanta, a lo que hay que sumarle un toquecito de crust-punk.
Como imagen mental: Imagínate un grupo de mercenarios indisciplinados cuyo principal objetivo es hacer todo el pillaje posible y pasárselo en grande vandalizando la ciudad. Ni disculpas ni arrepentimientos, solo muerte.
BRODEQUIN – Harbinger of Woe
Brutal death metal del brutal de verdad. Blast beats inhumanos, guitarras con mucho cuerpo, cambios de ritmo, uso de armónicos, voz gutural profunda a más no poder… Es un disco creativo, ya que no es simplemente tralla; sino que tiene también partes más “experimentales” y lentas que ayudan a que el coco no se sature y a recordar mejor las canciones (véanse, por ejemplo, Theresiana y Pillars and trees).
Imagen metal: BRODEQUIN, el grupo cuyo artwork está basado enteramente en ejecuciones y torturas medievales. Y suena a eso, pero a cuando son en el infierno. Este nuevo disco es demasiado técnico, está demasiado producido y tiene demasiado adorno como para evocar a una tortura rudimentaria. Algo más trascendental deberá ser.