Crónica y videos por Juan Ángel Martos; Fotografías por Sebastián Flores y Resurrection Fest
Comenzamos el último día con la banda catalana SATURNA, una pena que coincidiera con GUTALAX en el Main Stage, pues éramos pocos los asistentes a un conciertazo. SATURNA es elegante, psicodélico y tocó de maravilla, mientras que en el otro escenario se daban un festín de grindcore. Este cuarteto se merece un lugar importante en la escena nacional. Con solo escuchar los tres últimos temas del setlist que tocó, convencería a cualquiera.
SETLIST: Black Purple, A Few Words To Say, Get Over It, Into The Sun, Your Whimsical Selfishness, Smile, The Never Ending Star, On Fire.
Tenía curiosidad por ver a TETRARCH pues no lo conocía, pero al estar en un sello como Napalm Records suponía que no le debía faltar calidad y el cuarteto estadounidense lo demostró con creces. Josh Fore (vocalista y guitarra rítmica) y Diamond Row (guitarra y coros) llevan juntos desde pequeños haciendo música y con esta formación han lanzado tres álbumes hasta el momento, siendo el último de este mismo año, The Ugly Side Of Me, el cual venían a presentar a Viveiro ofreciendo un muy buen concierto de metal con tintes groove y core, animando a todo el publico a realizar circles pits y pogos. Al principio del directo el público estaba más reacio, pero fue in crescendo y adaptándose a una banda que dio todo sobre las tablas.
La banda sueca AVIANA se hizo con el escenario principal desde que se subió a las tablas de RESURRECTION FEST con su metalcore con tintes djent y un vocalista, Joel Holmqcist, enorme, perfectamente acompañado por Death en la guitarra, Fear al bajo y Dark en la percusión, enmascarados e incansables en su propuesta visual, pues no pararon ni un momento y sobre todo en los giros de saltar, recorrer el escenario y dar vueltas con sus instrumentos, en un concierto redondo y de enorme calidad. El día comenzaba muy fuerte. Seguro que mucha gente ha apuntado su nombre tras escuchar canciones como Anomaly, Father u Oblivion.
Una de las sorpresas de la jornada fue la formación japonesa ISCREAM NEVER GROUND, que provocó lo mismo que cuando CROSSFAITH tocó por primera vez en el festival en el Chaos Stage, no cabía ni un alma. Fue un conciertazo, con un narrador en off hablando en español que presentaba algunas canciones como la de un baile tradicional japonés que iba a trasladarlo a su estilo al público. Un directo enérgico y muy visceral, que necesitaba del Main Stage para desplegar su metalcore con toques de anime y punk/hardcore. Los componentes de la banda no pararon de saltar y de bajarse a las vallas a cantar con un publico enloquecido mientras sonaban cortes como Living Stepper, Gold Step Linsence o Bakuretsu Meretsu. Sin lugar a dudas, este fue uno de los conciertos del día en este escenario.
Una cosa que echaba de menos este año era la música extrema, bueno para ser más preciso algo de black metal en el festival. RESURRECTION FEST siempre incluye dos o tres referencias de género y este año había muy muy poco, HARAKIRI FOR THE SKY y la banda afincada en Montreal SPECTRAL WOUND. Este último resulta ser uno de lo grupos más carismáticos del estilo en estos últimos años y dio una lección de metal sobre las tablas del Ritual Stage. Su black es poderoso, con matices metaleros, resulta rápido y rocoso, En fin, es una propuesta muy directa y melódica que voló la cabeza a los miles de asistentes a su concierto con temas como Fever & Suffering o A Coin Upon The Tongue. Siempre es de agradecer un giro de guión en estos festivales y escuchar propuestas estilísticas fuera de la media.
Le tocaba el turno a una de las incorporaciones de última hora al cartel tras la caída de Crossfaith por las conversaciones publicadas de su guitarrista Daiki Koide con una fan menor de edad y que automáticamente supuso su expulsión de la banda, pero, a pesar de todo, su gira europea se vio cancelada. Las conversaciones fueron publicadas y denunciadas por Ronnie Radke de FALLING IN REVERSE. Se trata de actitudes que deben perseguirse y erradicar completamente
La organización se puso manos a la obra para sustituirl a Crossfaith y encontró al grupo sueco de post hardcore ADEPT. La mayoría de la gente no lo conocía, pues su último trabajo de estudio es de 2016, Sleepless, pero últimamente está sacando singles como You o Heaven de su nuevo álbum que verá la luz en 2025. Creo que el veredicto de todos los asistentes es que fue una sustitución muy digna, con un espectáculo en directo bestial donde no faltaron las columnas de fuego. La suya fue una actitud muy directa con el público sorprendido por esta banda que encaja a la perfección en el festival por estilo, estética y por su directo.
Llegó la hora clave a un festival que había vendido todas las entradas de esta jornada. SLIPKNOT, inconmensurable e icónico, saltaba a las tablas de Viveiro para deleitarnos con un más que cuidado show, aunque con menos producción que la anterior vez que estuvo aquí, pues las plataformas de los percusionistas no estaban y el escenario era más sobrio. A pesar de esto, no defraudó a ninguno de los asistentes con su inicio demoledor que incluyó (sic), People = Shit o Wait And Bleed. Aquí os dejo con algunas fotografías oficiales para que os hagáis una idea de lo que fue.
Corey Taylor dio las gracias en varias ocasiones y llamó a Viveiro su familia, pues ya son 4 años seguidos que esta sobre este escenario tanto con SLIPKNOT, como con STONE SOUR o su proyecto en solitario, bajo su propio nombre. Psychosocial, como era de esperar, volvió locos a los asistentes así como The Devil In I o Duality, dejandose para los bises trallazos como Spit It Out, Surfacing o Scissors. La única cosa que no me gustó del directo fueron los largos intervalos en los que Sid Wilson se quedaba con los platos a modo DJ, dejándonos ruidos extraños en el ambiente durante varios minutos que se acababan haciendo largos. Ya sé que el grupo tiene que descansar de una actuación tan visceral en algún momento, pero bueno. Por lo demás SLIPKNOT es siempre un seguro sobre las tablas, una banda que te llena un aforo y que nunca defrauda.
Corriendo entre la multitud, abriéndome hueco como podía me dirigí hacia el Ritual Stage, pues el grupo francés ZEAL & ARDOR iba a hacer acto de presencia con su propuesta tan original como efectiva y doy fe, fue uno de los mejores directos de todo el festival, tanto a nivel sonoro como visual, con un juego de luces increíble que recreaba un ambiente místico, con un trio vocal comandado por Manuel Gagneux y secundado por Denis Wagner y Marc Obrist que se combinaba a la perfección en tonalidades, con un estilo propio, único y original musicalmente hablando, intercalando el black, el metal, la música afroamericana de esclavos…, es simplemente ZEAL & ARDOR. Lo mismo te vuela la cabeza con temas como Ship On Fire o Erase, que te hipnotiza con Run, Devil Is Fine o Row Row. Lástima que el concierto no pudiera alargar más, pues el público no paraba de pedir otra mientras la banda se despedía. Sobresaliente es poco.
El fin se aproximaba. Hubo un espectáculo pirotécnico y musical en el que se anunciaban las fechas de 2026. La edición XXI tendrá lugar los días 1, 2, 3 y 4 de julio de 2026. Tras esto era el último turno, el de la veterana y a la vez fiestera banda británica SKINDRED que hizo las delicias de un recinto todavía abarrotado a pesar de que eran las 2 de la madrugada y ya llevábamos casi 12 horas de festival. Fue sonar los primeros compases de Set Fazers para que la fiesta continuara por todo lo alto con éxitos como Rat Race o Somebody. Un colofón espectacular para el XX Aniversario.